Healer: Un Devocional De 7 Días Con Casting CrownsMuestra

Me asombra que tan pronto estén dejando ustedes a quien los llamó por la gracia de Cristo, para pasarse a otro evangelio. No es que haya otro evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre ustedes y quieren tergiversar el evangelio de Cristo. Pero, aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les predicara un evangelio distinto del que les hemos predicado, ¡que caiga bajo maldición! Como ya lo hemos dicho, ahora lo repito: si alguien les anda predicando un evangelio distinto del que recibieron, ¡que caiga bajo maldición! ¿Qué busco con esto: ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Piensan que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo.

Gálatas 1:6-10

Cualquiera que sea la razón por la que necesitamos sanidad o anhelamos consuelo y paz, nuestra mayor esperanza de encontrarlos está en Jesús y en el poder de Su Palabra. Dios no proporciona atajos, pero sí nos anima a buscar diariamente Su verdad para recibir nuevas misericordias y renovar nuestras mentes. Nuestra fidelidad en profundizar en las Escrituras antes de que llegue la angustia, es la clave para encontrar el consuelo y la paz de Dios cuando más lo necesitamos.

El apóstol Pablo no se anda con rodeos cuando habla de la importancia del evangelio en el pasaje de hoy. Él está tan seguro de la Palabra de Dios que dice: “Aunque vengamos con ustedes el próximo mes y les prediquemos un evangelio contrario al que les hemos compartido desde el principio, que seamos condenados al castigo eterno que merecemos. ”

Ese es un comentario muy duro. ¿Por qué Pablo diría eso? Porque vio lo fácil que es para las personas usar la Palabra de Dios para justificar el tergiversar ideas equivocadas en su propia verdad.

He visto acontecimientos que le suceden a personas que cambiaron su teología. La tragedia puede causar esto. Podemos creer fielmente en la sanidad de Dios, hasta el momento en que la sanidad no sucede de la manera en que queríamos. De repente, empezamos a hablar diferente acerca de Dios. El fracaso puede causar esto. Caemos, cometemos un pecado oscuro, nos descubren, y muy pronto es fácil racionalizar nuestro comportamiento cuando sufrimos por el fracaso

Podemos empezar a criticar lo que gradualmente creemos que es una Iglesia que juzga. En estos días a menudo se reta a deconstruir el evangelio. Esto significa que alguien hirió los sentimientos de una persona. Alguien lo dejó fuera o le llamó la atención. Algo sucedió que lo lastimó, así que ahora se alejará de todo o saldrá por la puerta disparando, en las redes sociales, por supuesto.

Es fácil enamorarse de alguien y, con el tiempo, escucharlo decir: "Tengo una forma diferente de ver la vida. Esto es lo que soy ahora". A menos que estés empapado en la verdad de Dios, las opiniones de otra persona forjadas por la emoción pueden remodelar tus convicciones.

Siempre necesitamos volver a la Palabra de Dios. Necesito leer toda la Escritura, una y otra y otra vez, porque la Palabra de Dios es viva, viviente y eficaz,más que cualquier espada de dos filos, y corta directamente en el corazón de nosotros, va directamente al punto.

Encontraremos un predicador que no llegue a ese punto si buscamos lo suficiente. Siempre podemos encontrar a alguien que esté de acuerdo con nuestras quejas, y la búsqueda generalmente no toma mucho tiempo. Entonces, podremos construir un pequeño club con ellos si no tenemos cuidado. La receta contra un desvanecimiento tan lento es ardua pero simple: debemos seguir volviendo al verdadero evangelio y permitir que sea nuestro consejo.