Healer: Un Devocional De 7 Días Con Casting CrownsMuestra

El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar.

Junto a tranquilas aguas me conduce; me infunde nuevas fuerzas.

Me guía por sendas de justicia por amor a su nombre.

Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado;

tu vara de pastor me reconforta.

Dispones ante mí un banquete en presencia de mis enemigos.

Has ungido con perfume mi cabeza; has llenado mi copa a rebosar.

La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida;

y en la casa del Señor habitaré para siempre.

Salmo 23

Cuando prediqué en mi iglesia y leí el Salmo 23 durante la primera semana de la pandemia, no sabíamos cuánto tiempo durarían estos tiempos oscuros. Pero cuando leí: "El Señor es mi pastor, nada me faltará; en verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce;”, estos maravillosos versos que nos recuerdan quién es Jesús para nosotros, tuve un pensamiento.

Amo a las personas, y cuando las personas están pasando por un momento difícil, están buscando paz y comodidad. Están buscando soluciones.

Hoy en día, no muchas personas vienen a Jesús por Jesús. Vienen a Él por todas las cosas que vienen con Él. Sucedió lo mismo cuando Él estaba aquí en la Tierra. Venían a Jesús por pan, pero Él dijo: "Yo soy el pan. No puedo darte pan. Yo soy el pan.” Querían agua, y él dijo: “Yo soy el agua”. Incluso sus discípulos, que habían pasado varios años con Él, le dijeron: “Solo muéstranos el camino”. Él dijo: “No puedo mostrarles el camino. Yo soy el camino."

Nuestra generación todavía busca en Dios las cosas que puede dar, cuando lo que realmente necesitamos es la persona que es. Este encierro fue la tormenta perfecta. Llevemos a todos a sus casas, asustémoslos, enfadémoslos, aislémoslos y que usen sus teléfonos, pensemos en algunos algoritmos para decirles todas las razones por las que tienen razón sobre sus puntos de vista, y que ni siquiera tengan que hablar con la gente. Simplemente, que puedan lanzar piedras a través del espacio con sus pulgares, sin tener consecuencias. Y solo nos enojamos más y más y más. Y luego, también comenzamos a buscar la paz en todos los lugares equivocados.

Más que sanidad, necesitamos al Sanador. Necesitamos a Jesús, no solo lo que Él puede darnos. Es un problema cuando escuchas a alguien decir: “Sí, extraño la iglesia. Realmente necesito volver”. No necesitamos un 'eso'. Necesitamos un 'quién'.

El Señor dice que es nuestro pastor. Él es nuestro guía. Nada nos falta en Él. Tiene para nosotros pastos verdes y aguas tranquilas. Él es nuestro camino. Él es la única verdad. Él es nuestra vida. Haz una pausa y piensa en estas verdades masivas y toma sobre ti Su yugo por hoy.