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Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="book bkPRO">
 <div class="chapter ch10" data-usfm="PRO.10">
 <div class="label">10</div><div class="s">Contraste entre el justo y el malvado</div><div class="q"> 1Los proverbios de Salom&#243;n.</div><div class="b"></div><div class="q">El hijo sabio alegra al padre,</div><div class="q">Pero el hijo necio es tristeza de su madre.</div><div class="q"> 2Los tesoros de maldad no ser&#225;n de provecho;</div><div class="q">Mas la justicia libra de muerte.</div><div class="q"> 3Jehov&#225; no dejar&#225; padecer hambre al justo;</div><div class="q">Mas la iniquidad lanzar&#225; a los imp&#237;os.</div><div class="q"> 4La mano negligente empobrece;</div><div class="q">Mas la mano de los diligentes enriquece.</div><div class="q"> 5El que recoge en el verano es hombre entendido;</div><div class="q">El que duerme en el tiempo de la siega es hijo que averg&#252;enza.</div><div class="q"> 6Hay bendiciones sobre la cabeza del justo;</div><div class="q">Pero violencia cubrir&#225; la boca de los imp&#237;os.</div><div class="q"> 7La memoria del justo ser&#225; bendita;</div><div class="q">Mas el nombre de los imp&#237;os se pudrir&#225;.</div><div class="q"> 8El sabio de coraz&#243;n recibir&#225; los mandamientos;</div><div class="q">Mas el necio de labios caer&#225;.</div><div class="q"> 9El que camina en integridad anda confiado;</div><div class="q">Mas el que pervierte sus caminos ser&#225; quebrantado.</div><div class="q"> 10El que gui&#241;a el ojo acarrea tristeza;</div><div class="q">Y el necio de labios ser&#225; castigado.</div><div class="q"> 11Manantial de vida es la boca del justo;</div><div class="q">Pero violencia cubrir&#225; la boca de los imp&#237;os.</div><div class="q"> 12El odio despierta rencillas;</div><div class="q">Pero el amor cubrir&#225; todas las faltas.#Stg. 5.20; 1 P. 4.8.</div><div class="q"> 13En los labios del prudente se halla sabidur&#237;a;</div><div class="q">Mas la vara es para las espaldas del falto de cordura.</div><div class="q"> 14Los sabios guardan la sabidur&#237;a;</div><div class="q">Mas la boca del necio es calamidad cercana.</div><div class="q"> 15Las riquezas del rico son su ciudad fortificada;</div><div class="q">Y el desmayo de los pobres es su pobreza.</div><div class="q"> 16La obra del justo es para vida;</div><div class="q">Mas el fruto del imp&#237;o es para pecado.</div><div class="q"> 17Camino a la vida es guardar la instrucci&#243;n;</div><div class="q">Pero quien desecha la reprensi&#243;n, yerra.</div><div class="q"> 18El que encubre el odio es de labios mentirosos;</div><div class="q">Y el que propaga calumnia es necio.</div><div class="q"> 19En las muchas palabras no falta pecado;</div><div class="q">Mas el que refrena sus labios es prudente.</div><div class="q"> 20Plata escogida es la lengua del justo;</div><div class="q">Mas el coraz&#243;n de los imp&#237;os es como nada.</div><div class="q"> 21Los labios del justo apacientan a muchos,</div><div class="q">Mas los necios mueren por falta de entendimiento.</div><div class="q"> 22La bendici&#243;n de Jehov&#225; es la que enriquece,</div><div class="q">Y no a&#241;ade tristeza con ella.</div><div class="q"> 23El hacer maldad es como una diversi&#243;n al insensato;</div><div class="q">Mas la sabidur&#237;a recrea al hombre de entendimiento.</div><div class="q"> 24Lo que el imp&#237;o teme, eso le vendr&#225;;</div><div class="q">Pero a los justos les ser&#225; dado lo que desean.</div><div class="q"> 25Como pasa el torbellino, as&#237; el malo no permanece;</div><div class="q">Mas el justo permanece para siempre.</div><div class="q"> 26Como el vinagre a los dientes, y como el humo a los ojos,</div><div class="q">As&#237; es el perezoso a los que lo env&#237;an.</div><div class="q"> 27El temor de Jehov&#225; aumentar&#225; los d&#237;as;</div><div class="q">Mas los a&#241;os de los imp&#237;os ser&#225;n acortados.</div><div class="q"> 28La esperanza de los justos es alegr&#237;a;</div><div class="q">Mas la esperanza de los imp&#237;os perecer&#225;.</div><div class="q"> 29El camino de Jehov&#225; es fortaleza al perfecto;</div><div class="q">Pero es destrucci&#243;n a los que hacen maldad.</div><div class="q"> 30El justo no ser&#225; removido jam&#225;s;</div><div class="q">Pero los imp&#237;os no habitar&#225;n la tierra.</div><div class="q"> 31La boca del justo producir&#225; sabidur&#237;a;</div><div class="q">Mas la lengua perversa ser&#225; cortada.</div><div class="q"> 32Los labios del justo saben hablar lo que agrada;</div><div class="q">Mas la boca de los imp&#237;os habla perversidades.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="book bkPSA">
 <div class="chapter ch91" data-usfm="PSA.91">
 <div class="label">91</div><div class="s">Morando bajo la sombra del Omnipotente</div><div class="q"> 1El que habita al abrigo del Alt&#237;simo</div><div class="q">Morar&#225; bajo la sombra del Omnipotente.</div><div class="q"> 2Dir&#233; yo a Jehov&#225;: Esperanza m&#237;a, y castillo m&#237;o;</div><div class="q">Mi Dios, en quien confiar&#233;.</div><div class="q"> 3&#201;l te librar&#225; del lazo del cazador,</div><div class="q">De la peste destructora.</div><div class="q"> 4Con sus plumas te cubrir&#225;,</div><div class="q">Y debajo de sus alas estar&#225;s seguro;</div><div class="q">Escudo y adarga es su verdad.</div><div class="q"> 5No temer&#225;s el terror nocturno,</div><div class="q">Ni saeta que vuele de d&#237;a,</div><div class="q"> 6Ni pestilencia que ande en oscuridad,</div><div class="q">Ni mortandad que en medio del d&#237;a destruya.</div><div class="b"></div><div class="q"> 7Caer&#225;n a tu lado mil,</div><div class="q">Y diez mil a tu diestra;</div><div class="q">Mas a ti no llegar&#225;.</div><div class="q"> 8Ciertamente con tus ojos mirar&#225;s</div><div class="q">Y ver&#225;s la recompensa de los imp&#237;os.</div><div class="b"></div><div class="q"> 9Porque has puesto a Jehov&#225;, que es mi esperanza,</div><div class="q">Al Alt&#237;simo por tu habitaci&#243;n,</div><div class="q"> 10No te sobrevendr&#225; mal,</div><div class="q">Ni plaga tocar&#225; tu morada.</div><div class="b"></div><div class="q"> 11Pues a sus &#225;ngeles mandar&#225; acerca de ti,#Mt. 4.6; Lc. 4.10.</div><div class="q">Que te guarden en todos tus caminos.</div><div class="q"> 12En las manos te llevar&#225;n,</div><div class="q">Para que tu pie no tropiece en piedra.#Mt. 4.6; Lc. 4.11.</div><div class="q"> 13Sobre el le&#243;n y el &#225;spid pisar&#225;s;</div><div class="q">Hollar&#225;s al cachorro del le&#243;n y al drag&#243;n.#Lc. 10.19.</div><div class="q"> 14Por cuanto en m&#237; ha puesto su amor, yo tambi&#233;n lo librar&#233;;</div><div class="q">Le pondr&#233; en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.</div><div class="q"> 15Me invocar&#225;, y yo le responder&#233;;</div><div class="q">Con &#233;l estar&#233; yo en la angustia;</div><div class="q">Lo librar&#233; y le glorificar&#233;.</div><div class="q"> 16Lo saciar&#233; de larga vida,</div><div class="q">Y le mostrar&#233; mi salvaci&#243;n.</div>
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 <div class="book bkREV">
 <div class="chapter ch21" data-usfm="REV.21">
 <div class="label">21</div><div class="s">Cielo nuevo y tierra nueva</div><div class="p"> 1Vi un cielo nuevo y una tierra nueva;#Is. 65.17; 66.22; 2 P. 3.13. porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no exist&#237;a m&#225;s. 2Y yo Juan vi la santa ciudad,#Is. 52.1. la nueva Jerusal&#233;n, descender del cielo, de Dios,#Ap. 3.12. dispuesta como una esposa ataviada para su marido.#Is. 61.10. 3Y o&#237; una gran voz del cielo que dec&#237;a: He aqu&#237; el tabern&#225;culo de Dios con los hombres, y &#233;l morar&#225; con ellos; y ellos ser&#225;n su pueblo,#Ez. 37.27. y Dios mismo estar&#225; con ellos como su Dios. 4Enjugar&#225; Dios toda l&#225;grima de los ojos de ellos; y ya no habr&#225; muerte,#Is. 25.8. ni habr&#225; m&#225;s llanto, ni clamor, ni dolor;#Is. 65.19. porque las primeras cosas pasaron.</div><div class="p"> 5Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aqu&#237;, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. 6Y me dijo: Hecho est&#225;. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le dar&#233; gratuitamente#Is. 55.1. de la fuente del agua de la vida. 7El que venciere heredar&#225; todas las cosas, y yo ser&#233; su Dios, y &#233;l ser&#225; mi hijo.#2 S. 7.14; 1 Cr. 17.13. 8Pero los cobardes e incr&#233;dulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los id&#243;latras y todos los mentirosos tendr&#225;n su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.</div><div class="s">La nueva Jerusal&#233;n</div><div class="p"> 9Vino entonces a m&#237; uno de los siete &#225;ngeles que ten&#237;an las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habl&#243; conmigo, diciendo: Ven ac&#225;, yo te mostrar&#233; la desposada, la esposa del Cordero. 10Y me llev&#243; en el Esp&#237;ritu a un monte grande y alto, y me mostr&#243; la gran ciudad santa de Jerusal&#233;n,#Ez. 40.2. que descend&#237;a del cielo, de Dios, 11teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra precios&#237;sima, como piedra de jaspe, di&#225;fana como el cristal. 12Ten&#237;a un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce &#225;ngeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel; 13al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas.#Ez. 48.30-34. 14Y el muro de la ciudad ten&#237;a doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce ap&#243;stoles del Cordero.</div><div class="p"> 15El que hablaba conmigo ten&#237;a una ca&#241;a de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro.#Ez. 40.3. 16La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y &#233;l midi&#243; la ciudad con la ca&#241;a, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales. 17Y midi&#243; su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de &#225;ngel. 18El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio; 19y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, &#225;gata; el cuarto, esmeralda; 20el quinto, &#243;nice; el sexto, cornalina; el s&#233;ptimo, cris&#243;lito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el d&#233;cimo, crisopraso; el und&#233;cimo, jacinto; el duod&#233;cimo, amatista. 21Las doce puertas eran doce perlas;#Is. 54.11-12. cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio.</div><div class="p"> 22Y no vi en ella templo; porque el Se&#241;or Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. 23La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina,#Is. 60.19. y el Cordero es su lumbrera. 24Y las naciones que hubieren sido salvas andar&#225;n a la luz de ella; y los reyes de la tierra traer&#225;n su gloria y honor a ella. 25Sus puertas nunca ser&#225;n cerradas de d&#237;a, pues all&#237; no habr&#225; noche. 26Y llevar&#225;n la gloria y la honra de las naciones a ella.#Is. 60.11. 27No entrar&#225; en ella ninguna cosa inmunda,#Is. 52.1. o que hace abominaci&#243;n y mentira, sino solamente los que est&#225;n inscritos en el libro de la vida del Cordero.</div>
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 <div class="book bkNUM">
 <div class="chapter ch10" data-usfm="NUM.10">
 <div class="label">10</div><div class="s">Las trompetas de plata</div><div class="p"> 1Jehov&#225; habl&#243; a Mois&#233;s, diciendo: 2Hazte dos trompetas de plata; de obra de martillo las har&#225;s, las cuales te servir&#225;n para convocar la congregaci&#243;n, y para hacer mover los campamentos. 3Y cuando las tocaren, toda la congregaci&#243;n se reunir&#225; ante ti a la puerta del tabern&#225;culo de reuni&#243;n. 4Mas cuando tocaren solo una, entonces se congregar&#225;n ante ti los pr&#237;ncipes, los jefes de los millares de Israel. 5Y cuando tocareis alarma, entonces mover&#225;n los campamentos de los que est&#225;n acampados al oriente. 6Y cuando tocareis alarma la segunda vez, entonces mover&#225;n los campamentos de los que est&#225;n acampados al sur; alarma tocar&#225;n para sus partidas. 7Pero para reunir la congregaci&#243;n tocar&#233;is, mas no con sonido de alarma. 8Y los hijos de Aar&#243;n, los sacerdotes, tocar&#225;n las trompetas; y las tendr&#233;is por estatuto perpetuo por vuestras generaciones. 9Y cuando saliereis a la guerra en vuestra tierra contra el enemigo que os molestare, tocar&#233;is alarma con las trompetas; y ser&#233;is recordados por Jehov&#225; vuestro Dios, y ser&#233;is salvos de vuestros enemigos. 10Y en el d&#237;a de vuestra alegr&#237;a, y en vuestras solemnidades, y en los principios de vuestros meses, tocar&#233;is las trompetas sobre vuestros holocaustos, y sobre los sacrificios de paz, y os ser&#225;n por memoria delante de vuestro Dios. Yo Jehov&#225; vuestro Dios.</div><div class="s">Los israelitas salen de Sina&#237;</div><div class="p"> 11En el a&#241;o segundo, en el mes segundo, a los veinte d&#237;as del mes, la nube se alz&#243; del tabern&#225;culo del testimonio. 12Y partieron los hijos de Israel del desierto de Sina&#237; seg&#250;n el orden de marcha; y se detuvo la nube en el desierto de Par&#225;n. 13Partieron la primera vez al mandato de Jehov&#225; por medio de Mois&#233;s. 14La bandera del campamento de los hijos de Jud&#225; comenz&#243; a marchar primero, por sus ej&#233;rcitos; y Naas&#243;n hijo de Aminadab estaba sobre su cuerpo de ej&#233;rcito. 15Sobre el cuerpo de ej&#233;rcito de la tribu de los hijos de Isacar, Natanael hijo de Zuar. 16Y sobre el cuerpo de ej&#233;rcito de la tribu de los hijos de Zabul&#243;n, Eliab hijo de Hel&#243;n.</div><div class="p"> 17Despu&#233;s que estaba ya desarmado el tabern&#225;culo, se movieron los hijos de Gers&#243;n y los hijos de Merari, que lo llevaban. 18Luego comenz&#243; a marchar la bandera del campamento de Rub&#233;n por sus ej&#233;rcitos; y Elisur hijo de Sedeur estaba sobre su cuerpo de ej&#233;rcito. 19Sobre el cuerpo de ej&#233;rcito de la tribu de los hijos de Sime&#243;n, Selumiel hijo de Zurisadai. 20Y sobre el cuerpo de ej&#233;rcito de la tribu de los hijos de Gad, Eliasaf hijo de Deuel.</div><div class="p"> 21Luego comenzaron a marchar los coatitas llevando el santuario; y entretanto que ellos llegaban, los otros acondicionaron el tabern&#225;culo. 22Despu&#233;s comenz&#243; a marchar la bandera del campamento de los hijos de Efra&#237;n por sus ej&#233;rcitos; y Elisama hijo de Amiud estaba sobre su cuerpo de ej&#233;rcito. 23Sobre el cuerpo de ej&#233;rcito de la tribu de los hijos de Manas&#233;s, Gamaliel hijo de Pedasur. 24Y sobre el cuerpo de ej&#233;rcito de la tribu de los hijos de Benjam&#237;n, Abid&#225;n hijo de Gedeoni.</div><div class="p"> 25Luego comenz&#243; a marchar la bandera del campamento de los hijos de Dan por sus ej&#233;rcitos, a retaguardia de todos los campamentos; y Ahiezer hijo de Amisadai estaba sobre su cuerpo de ej&#233;rcito. 26Sobre el cuerpo de ej&#233;rcito de la tribu de los hijos de Aser, Pagiel hijo de Ocr&#225;n. 27Y sobre el cuerpo de ej&#233;rcito de la tribu de los hijos de Neftal&#237;, Ahira hijo de En&#225;n. 28Este era el orden de marcha de los hijos de Israel por sus ej&#233;rcitos cuando part&#237;an.</div><div class="p"> 29Entonces dijo Mois&#233;s a Hobab, hijo de Rag&#252;el madianita, su suegro: Nosotros partimos para el lugar del cual Jehov&#225; ha dicho: Yo os lo dar&#233;. Ven con nosotros, y te haremos bien; porque Jehov&#225; ha prometido el bien a Israel. 30Y &#233;l le respondi&#243;: Yo no ir&#233;, sino que me marchar&#233; a mi tierra y a mi parentela.#Ex. 18.27. 31Y &#233;l le dijo: Te ruego que no nos dejes; porque t&#250; conoces los lugares donde hemos de acampar en el desierto, y nos ser&#225;s en lugar de ojos. 32Y si vienes con nosotros, cuando tengamos el bien que Jehov&#225; nos ha de hacer, nosotros te haremos bien.</div><div class="p"> 33As&#237; partieron del monte de Jehov&#225; camino de tres d&#237;as; y el arca del pacto de Jehov&#225; fue delante de ellos camino de tres d&#237;as, busc&#225;ndoles lugar de descanso. 34Y la nube de Jehov&#225; iba sobre ellos de d&#237;a, desde que salieron del campamento.</div><div class="p"> 35Cuando el arca se mov&#237;a, Mois&#233;s dec&#237;a: Lev&#225;ntate, oh Jehov&#225;, y sean dispersados tus enemigos, y huyan de tu presencia los que te aborrecen.#Sal. 68.1. 36Y cuando ella se deten&#237;a, dec&#237;a: Vuelve, oh Jehov&#225;, a los millares de millares de Israel.</div>
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<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkNUM">
 <div class="chapter ch11" data-usfm="NUM.11">
 <div class="label">11</div><div class="s">Jehov&#225; env&#237;a codornices</div><div class="p"> 1Aconteci&#243; que el pueblo se quej&#243; a o&#237;dos de Jehov&#225;; y lo oy&#243; Jehov&#225;, y ardi&#243; su ira, y se encendi&#243; en ellos fuego de Jehov&#225;, y consumi&#243; uno de los extremos del campamento. 2Entonces el pueblo clam&#243; a Mois&#233;s, y Mois&#233;s or&#243; a Jehov&#225;, y el fuego se extingui&#243;. 3Y llam&#243; a aquel lugar Tabera,#11.3 Esto es, Incendio. porque el fuego de Jehov&#225; se encendi&#243; en ellos.</div><div class="p"> 4Y la gente extranjera que se mezcl&#243; con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel tambi&#233;n volvieron a llorar y dijeron: &#161;Qui&#233;n nos diera a comer carne! 5Nos acordamos del pescado que com&#237;amos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos; 6y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este man&#225; ven nuestros ojos.</div><div class="p"> 7Y era el man&#225; como semilla de culantro, y su color como color de bedelio. 8El pueblo se esparc&#237;a y lo recog&#237;a, y lo mol&#237;a en molinos o lo majaba en morteros, y lo coc&#237;a en caldera o hac&#237;a de &#233;l tortas; su sabor era como sabor de aceite nuevo.#Ex. 16.31. 9Y cuando descend&#237;a el roc&#237;o sobre el campamento de noche, el man&#225; descend&#237;a sobre &#233;l.#Ex. 16.13-15.</div><div class="p"> 10Y oy&#243; Mois&#233;s al pueblo, que lloraba por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda; y la ira de Jehov&#225; se encendi&#243; en gran manera; tambi&#233;n le pareci&#243; mal a Mois&#233;s. 11Y dijo Mois&#233;s a Jehov&#225;: &#191;Por qu&#233; has hecho mal a tu siervo? &#191;y por qu&#233; no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre m&#237;? 12&#191;Conceb&#237; yo a todo este pueblo? &#191;Lo engendr&#233; yo, para que me digas: Ll&#233;valo en tu seno, como lleva la que cr&#237;a al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres? 13&#191;De d&#243;nde conseguir&#233; yo carne para dar a todo este pueblo? Porque lloran a m&#237;, diciendo: Danos carne que comamos. 14No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demas&#237;a. 15Y si as&#237; lo haces t&#250; conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.</div><div class="p"> 16Entonces Jehov&#225; dijo a Mois&#233;s: Re&#250;neme setenta varones de los ancianos de Israel, que t&#250; sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tr&#225;elos a la puerta del tabern&#225;culo de reuni&#243;n, y esperen all&#237; contigo. 17Y yo descender&#233; y hablar&#233; all&#237; contigo, y tomar&#233; del esp&#237;ritu que est&#225; en ti, y pondr&#233; en ellos; y llevar&#225;n contigo la carga del pueblo, y no la llevar&#225;s t&#250; solo. 18Pero al pueblo dir&#225;s: Santificaos para ma&#241;ana, y comer&#233;is carne; porque hab&#233;is llorado en o&#237;dos de Jehov&#225;, diciendo: &#161;Qui&#233;n nos diera a comer carne! &#161;Ciertamente mejor nos iba en Egipto! Jehov&#225;, pues, os dar&#225; carne, y comer&#233;is. 19No comer&#233;is un d&#237;a, ni dos d&#237;as, ni cinco d&#237;as, ni diez d&#237;as, ni veinte d&#237;as, 20sino hasta un mes entero, hasta que os salga por las narices, y la aborrezc&#225;is, por cuanto menospreciasteis a Jehov&#225; que est&#225; en medio de vosotros, y llorasteis delante de &#233;l, diciendo: &#191;Para qu&#233; salimos ac&#225; de Egipto? 21Entonces dijo Mois&#233;s: Seiscientos mil de a pie es el pueblo en medio del cual yo estoy; &#161;y t&#250; dices: Les dar&#233; carne, y comer&#225;n un mes entero! 22&#191;Se degollar&#225;n para ellos ovejas y bueyes que les basten? &#191;o se juntar&#225;n para ellos todos los peces del mar para que tengan abasto? 23Entonces Jehov&#225; respondi&#243; a Mois&#233;s: &#191;Acaso se ha acortado la mano de Jehov&#225;? Ahora ver&#225;s si se cumple mi palabra, o no.</div><div class="p"> 24Y sali&#243; Mois&#233;s y dijo al pueblo las palabras de Jehov&#225;; y reuni&#243; a los setenta varones de los ancianos del pueblo, y los hizo estar alrededor del tabern&#225;culo. 25Entonces Jehov&#225; descendi&#243; en la nube, y le habl&#243;; y tom&#243; del esp&#237;ritu que estaba en &#233;l, y lo puso en los setenta varones ancianos; y cuando pos&#243; sobre ellos el esp&#237;ritu, profetizaron, y no cesaron.</div><div class="p"> 26Y hab&#237;an quedado en el campamento dos varones, llamados el uno Eldad y el otro Medad, sobre los cuales tambi&#233;n repos&#243; el esp&#237;ritu; estaban estos entre los inscritos, pero no hab&#237;an venido al tabern&#225;culo; y profetizaron en el campamento. 27Y corri&#243; un joven y dio aviso a Mois&#233;s, y dijo: Eldad y Medad profetizan en el campamento. 28Entonces respondi&#243; Josu&#233; hijo de Nun, ayudante de Mois&#233;s, uno de sus j&#243;venes, y dijo: Se&#241;or m&#237;o Mois&#233;s, imp&#237;delos. 29Y Mois&#233;s le respondi&#243;: &#191;Tienes t&#250; celos por m&#237;? Ojal&#225; todo el pueblo de Jehov&#225; fuese profeta, y que Jehov&#225; pusiera su esp&#237;ritu sobre ellos. 30Y Mois&#233;s volvi&#243; al campamento, &#233;l y los ancianos de Israel.</div><div class="p"> 31Y vino un viento de Jehov&#225;, y trajo codornices del mar, y las dej&#243; sobre el campamento, un d&#237;a de camino a un lado, y un d&#237;a de camino al otro, alrededor del campamento, y casi dos codos sobre la faz de la tierra. 32Entonces el pueblo estuvo levantado todo aquel d&#237;a y toda la noche, y todo el d&#237;a siguiente, y recogieron codornices; el que menos, recogi&#243; diez montones; y las tendieron para s&#237; a lo largo alrededor del campamento. 33A&#250;n estaba la carne entre los dientes de ellos, antes que fuese masticada, cuando la ira de Jehov&#225; se encendi&#243; en el pueblo, e hiri&#243; Jehov&#225; al pueblo con una plaga muy grande. 34Y llam&#243; el nombre de aquel lugar Kibrot-hataava,#11.34 Esto es, Tumbas de los codiciosos. por cuanto all&#237; sepultaron al pueblo codicioso. 35De Kibrot-hataava parti&#243; el pueblo a Hazerot, y se qued&#243; en Hazerot.</div>
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 <div class="book bkNUM">
 <div class="chapter ch12" data-usfm="NUM.12">
 <div class="label">12</div><div class="s">Mar&#237;a y Aar&#243;n murmuran contra Mois&#233;s</div><div class="p"> 1Mar&#237;a y Aar&#243;n hablaron contra Mois&#233;s a causa de la mujer cusita que hab&#237;a tomado; porque &#233;l hab&#237;a tomado mujer cusita. 2Y dijeron: &#191;Solamente por Mois&#233;s ha hablado Jehov&#225;? &#191;No ha hablado tambi&#233;n por nosotros? Y lo oy&#243; Jehov&#225;. 3Y aquel var&#243;n Mois&#233;s era muy manso, m&#225;s que todos los hombres que hab&#237;a sobre la tierra. 4Luego dijo Jehov&#225; a Mois&#233;s, a Aar&#243;n y a Mar&#237;a: Salid vosotros tres al tabern&#225;culo de reuni&#243;n. Y salieron ellos tres. 5Entonces Jehov&#225; descendi&#243; en la columna de la nube, y se puso a la puerta del tabern&#225;culo, y llam&#243; a Aar&#243;n y a Mar&#237;a; y salieron ambos. 6Y &#233;l les dijo: O&#237;d ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehov&#225;, le aparecer&#233; en visi&#243;n, en sue&#241;os hablar&#233; con &#233;l. 7No as&#237; a mi siervo Mois&#233;s, que es fiel en toda mi casa.#He. 3.2. 8Cara a cara hablar&#233; con &#233;l, y claramente, y no por figuras; y ver&#225; la apariencia de Jehov&#225;. &#191;Por qu&#233;, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Mois&#233;s?</div><div class="p"> 9Entonces la ira de Jehov&#225; se encendi&#243; contra ellos; y se fue. 10Y la nube se apart&#243; del tabern&#225;culo, y he aqu&#237; que Mar&#237;a estaba leprosa como la nieve; y mir&#243; Aar&#243;n a Mar&#237;a, y he aqu&#237; que estaba leprosa. 11Y dijo Aar&#243;n a Mois&#233;s: &#161;Ah! se&#241;or m&#237;o, no pongas ahora sobre nosotros este pecado; porque locamente hemos actuado, y hemos pecado. 12No quede ella ahora como el que nace muerto, que al salir del vientre de su madre, tiene ya medio consumida su carne. 13Entonces Mois&#233;s clam&#243; a Jehov&#225;, diciendo: Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora. 14Respondi&#243; Jehov&#225; a Mois&#233;s: Pues si su padre hubiera escupido en su rostro, &#191;no se avergonzar&#237;a por siete d&#237;as? Sea echada fuera del campamento por siete d&#237;as,#Nm. 5.2-3. y despu&#233;s volver&#225; a la congregaci&#243;n. 15As&#237; Mar&#237;a fue echada del campamento siete d&#237;as; y el pueblo no pas&#243; adelante hasta que se reuni&#243; Mar&#237;a con ellos. 16Despu&#233;s el pueblo parti&#243; de Hazerot, y acamparon en el desierto de Par&#225;n.</div>
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 <div class="book bkNUM">
 <div class="chapter ch13" data-usfm="NUM.13">
 <div class="label">13</div><div class="s">Misi&#243;n de los doce esp&#237;as</div><div class="r">(Dt. 1.19-33)</div><div class="p"> 1Y Jehov&#225; habl&#243; a Mois&#233;s, diciendo: 2Env&#237;a t&#250; hombres que reconozcan la tierra de Cana&#225;n, la cual yo doy a los hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviar&#233;is un var&#243;n, cada uno pr&#237;ncipe entre ellos. 3Y Mois&#233;s los envi&#243; desde el desierto de Par&#225;n, conforme a la palabra de Jehov&#225;; y todos aquellos varones eran pr&#237;ncipes de los hijos de Israel. 4Estos son sus nombres: De la tribu de Rub&#233;n, Sam&#250;a hijo de Zacur. 5De la tribu de Sime&#243;n, Safat hijo de Hor&#237;. 6De la tribu de Jud&#225;, Caleb hijo de Jefone. 7De la tribu de Isacar, Igal hijo de Jos&#233;. 8De la tribu de Efra&#237;n, Oseas hijo de Nun. 9De la tribu de Benjam&#237;n, Palti hijo de Raf&#250;. 10De la tribu de Zabul&#243;n, Gadiel hijo de Sodi. 11De la tribu de Jos&#233;: de la tribu de Manas&#233;s, Gadi hijo de Susi. 12De la tribu de Dan, Amiel hijo de Gemali. 13De la tribu de Aser, Setur hijo de Micael. 14De la tribu de Neftal&#237;, Nahbi hijo de Vapsi. 15De la tribu de Gad, Geuel hijo de Maqui. 16Estos son los nombres de los varones que Mois&#233;s envi&#243; a reconocer la tierra; y a Oseas hijo de Nun le puso Mois&#233;s el nombre de Josu&#233;.</div><div class="p"> 17Los envi&#243;, pues, Mois&#233;s a reconocer la tierra de Cana&#225;n, dici&#233;ndoles: Subid de aqu&#237; al Neguev, y subid al monte, 18y observad la tierra c&#243;mo es, y el pueblo que la habita, si es fuerte o d&#233;bil, si poco o numeroso; 19c&#243;mo es la tierra habitada, si es buena o mala; y c&#243;mo son las ciudades habitadas, si son campamentos o plazas fortificadas; 20y c&#243;mo es el terreno, si es f&#233;rtil o est&#233;ril, si en &#233;l hay &#225;rboles o no; y esforzaos, y tomad del fruto del pa&#237;s. Y era el tiempo de las primeras uvas.</div><div class="p"> 21Y ellos subieron, y reconocieron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, entrando en Hamat. 22Y subieron al Neguev y vinieron hasta Hebr&#243;n; y all&#237; estaban Ahim&#225;n, Sesai y Talmai, hijos de Anac. Hebr&#243;n fue edificada siete a&#241;os antes de Zo&#225;n en Egipto. 23Y llegaron hasta el arroyo de Escol, y de all&#237; cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, el cual trajeron dos en un palo, y de las granadas y de los higos. 24Y se llam&#243; aquel lugar el Valle de Escol,#13.24 Esto es, Valle del Racimo. por el racimo que cortaron de all&#237; los hijos de Israel.</div><div class="p"> 25Y volvieron de reconocer la tierra al fin de cuarenta d&#237;as. 26Y anduvieron y vinieron a Mois&#233;s y a Aar&#243;n, y a toda la congregaci&#243;n de los hijos de Israel, en el desierto de Par&#225;n, en Cades, y dieron la informaci&#243;n a ellos y a toda la congregaci&#243;n, y les mostraron el fruto de la tierra. 27Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella. 28Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y tambi&#233;n vimos all&#237; a los hijos de Anac. 29Amalec habita el Neguev, y el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en el monte, y el cananeo habita junto al mar, y a la ribera del Jord&#225;n.</div><div class="p"> 30Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Mois&#233;s, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesi&#243;n de ella; porque m&#225;s podremos nosotros que ellos. 31Mas los varones que subieron con &#233;l, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es m&#225;s fuerte que nosotros. 32Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que hab&#237;an reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. 33Tambi&#233;n vimos all&#237; gigantes,#Gn. 6.4. hijos de Anac, raza de los gigantes, y &#233;ramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y as&#237; les parec&#237;amos a ellos.</div>
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 <div class="book bkNUM">
 <div class="chapter ch14" data-usfm="NUM.14">
 <div class="label">14</div><div class="s">Los israelitas se rebelan contra Jehov&#225;</div><div class="p"> 1Entonces toda la congregaci&#243;n grit&#243;, y dio voces; y el pueblo llor&#243; aquella noche. 2Y se quejaron contra Mois&#233;s y contra Aar&#243;n todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: &#161;Ojal&#225; muri&#233;ramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojal&#225; muri&#233;ramos! 3&#191;Y por qu&#233; nos trae Jehov&#225; a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros ni&#241;os sean por presa? &#191;No nos ser&#237;a mejor volvernos a Egipto?</div><div class="p"> 4Y dec&#237;an el uno al otro: Designemos un capit&#225;n, y volv&#225;monos a Egipto. 5Entonces Mois&#233;s y Aar&#243;n se postraron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregaci&#243;n de los hijos de Israel. 6Y Josu&#233; hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que hab&#237;an reconocido la tierra, rompieron sus vestidos, 7y hablaron a toda la congregaci&#243;n de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. 8Si Jehov&#225; se agradare de nosotros, &#233;l nos llevar&#225; a esta tierra, y nos la entregar&#225;; tierra que fluye leche y miel. 9Por tanto, no se&#225;is rebeldes contra Jehov&#225;,#He. 3.16. ni tem&#225;is al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros est&#225; Jehov&#225;; no los tem&#225;is. 10Entonces toda la multitud habl&#243; de apedrearlos.</div><div class="p">Pero la gloria de Jehov&#225; se mostr&#243; en el tabern&#225;culo de reuni&#243;n a todos los hijos de Israel, 11y Jehov&#225; dijo a Mois&#233;s: &#191;Hasta cu&#225;ndo me ha de irritar este pueblo? &#191;Hasta cu&#225;ndo no me creer&#225;n, con todas las se&#241;ales que he hecho en medio de ellos? 12Yo los herir&#233; de mortandad y los destruir&#233;, y a ti te pondr&#233; sobre gente m&#225;s grande y m&#225;s fuerte que ellos.</div><div class="p"> 13Pero Mois&#233;s respondi&#243; a Jehov&#225;: Lo oir&#225;n luego los egipcios, porque de en medio de ellos sacaste a este pueblo con tu poder; 14y lo dir&#225;n a los habitantes de esta tierra, los cuales han o&#237;do que t&#250;, oh Jehov&#225;, estabas en medio de este pueblo, que cara a cara aparec&#237;as t&#250;, oh Jehov&#225;, y que tu nube estaba sobre ellos, y que de d&#237;a ibas delante de ellos en columna de nube, y de noche en columna de fuego; 15y que has hecho morir a este pueblo como a un solo hombre; y las gentes que hubieren o&#237;do tu fama hablar&#225;n, diciendo: 16Por cuanto no pudo Jehov&#225; meter este pueblo en la tierra de la cual les hab&#237;a jurado, los mat&#243; en el desierto. 17Ahora, pues, yo te ruego que sea magnificado el poder del Se&#241;or, como lo hablaste, diciendo: 18Jehov&#225;, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebeli&#243;n, aunque de ning&#250;n modo tendr&#225; por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos.#Ex. 20.5-6; 34.6-7; Dt. 5.9-10; 7.9-10. 19Perdona ahora la iniquidad de este pueblo seg&#250;n la grandeza de tu misericordia, y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aqu&#237;.#Ex. 32.11-14.</div><div class="s">Jehov&#225; castiga a Israel</div><div class="r">(Dt. 1.34-40)</div><div class="p"> 20Entonces Jehov&#225; dijo: Yo lo he perdonado conforme a tu dicho. 21Mas tan ciertamente como vivo yo, y mi gloria llena toda la tierra, 22todos los que vieron mi gloria y mis se&#241;ales que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han o&#237;do mi voz, 23no ver&#225;n la tierra de la cual jur&#233; a sus padres; no, ninguno de los que me han irritado la ver&#225;.#He. 3.18. 24Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en &#233;l otro esp&#237;ritu, y decidi&#243; ir en pos de m&#237;, yo le meter&#233; en la tierra donde entr&#243;, y su descendencia la tendr&#225; en posesi&#243;n.#Jos. 14.9-12. 25Ahora bien, el amalecita y el cananeo habitan en el valle; volveos ma&#241;ana y salid al desierto, camino del Mar Rojo.</div><div class="p"> 26Y Jehov&#225; habl&#243; a Mois&#233;s y a Aar&#243;n, diciendo: 27&#191;Hasta cu&#225;ndo oir&#233; esta depravada multitud que murmura contra m&#237;, las querellas de los hijos de Israel, que de m&#237; se quejan? 28Diles: Vivo yo, dice Jehov&#225;, que seg&#250;n hab&#233;is hablado a mis o&#237;dos, as&#237; har&#233; yo con vosotros. 29En este desierto caer&#225;n vuestros cuerpos;#He. 3.17. todo el n&#250;mero de los que fueron contados de entre vosotros, de veinte a&#241;os arriba, los cuales han murmurado contra m&#237;. 30Vosotros a la verdad no entrar&#233;is en la tierra, por la cual alc&#233; mi mano y jur&#233; que os har&#237;a habitar en ella; exceptuando a Caleb hijo de Jefone, y a Josu&#233; hijo de Nun. 31Pero a vuestros ni&#241;os, de los cuales dijisteis que ser&#237;an por presa, yo los introducir&#233;, y ellos conocer&#225;n la tierra que vosotros despreciasteis. 32En cuanto a vosotros, vuestros cuerpos caer&#225;n en este desierto. 33Y vuestros hijos andar&#225;n pastoreando en el desierto cuarenta a&#241;os,#Hch. 7.36. y ellos llevar&#225;n vuestras rebeld&#237;as, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto. 34Conforme al n&#250;mero de los d&#237;as, de los cuarenta d&#237;as en que reconocisteis la tierra, llevar&#233;is vuestras iniquidades cuarenta a&#241;os, un a&#241;o por cada d&#237;a; y conocer&#233;is mi castigo. 35Yo Jehov&#225; he hablado; as&#237; har&#233; a toda esta multitud perversa que se ha juntado contra m&#237;; en este desierto ser&#225;n consumidos, y ah&#237; morir&#225;n.</div><div class="s">Muerte de los diez esp&#237;as malvados</div><div class="p"> 36Y los varones que Mois&#233;s envi&#243; a reconocer la tierra, y que al volver hab&#237;an hecho murmurar contra &#233;l a toda la congregaci&#243;n, desacreditando aquel pa&#237;s, 37aquellos varones que hab&#237;an hablado mal de la tierra, murieron de plaga delante de Jehov&#225;. 38Pero Josu&#233; hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone quedaron con vida, de entre aquellos hombres que hab&#237;an ido a reconocer la tierra.</div><div class="s">La derrota en Horma</div><div class="r">(Dt. 1.41-46)</div><div class="p"> 39Y Mois&#233;s dijo estas cosas a todos los hijos de Israel, y el pueblo se enlut&#243; mucho. 40Y se levantaron por la ma&#241;ana y subieron a la cumbre del monte, diciendo: Henos aqu&#237; para subir al lugar del cual ha hablado Jehov&#225;; porque hemos pecado. 41Y dijo Mois&#233;s: &#191;Por qu&#233; quebrant&#225;is el mandamiento de Jehov&#225;? Esto tampoco os saldr&#225; bien. 42No sub&#225;is, porque Jehov&#225; no est&#225; en medio de vosotros, no se&#225;is heridos delante de vuestros enemigos. 43Porque el amalecita y el cananeo est&#225;n all&#237; delante de vosotros, y caer&#233;is a espada; pues por cuanto os hab&#233;is negado a seguir a Jehov&#225;, por eso no estar&#225; Jehov&#225; con vosotros. 44Sin embargo, se obstinaron en subir a la cima del monte; pero el arca del pacto de Jehov&#225;, y Mois&#233;s, no se apartaron de en medio del campamento. 45Y descendieron el amalecita y el cananeo que habitaban en aquel monte, y los hirieron y los derrotaron, persigui&#233;ndolos hasta Horma.</div>
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 <div class="book bkNUM">
 <div class="chapter ch15" data-usfm="NUM.15">
 <div class="label">15</div><div class="s">Leyes sobre las ofrendas</div><div class="p"> 1Jehov&#225; habl&#243; a Mois&#233;s, diciendo: 2Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hay&#225;is entrado en la tierra de vuestra habitaci&#243;n que yo os doy, 3y hag&#225;is ofrenda encendida a Jehov&#225;, holocausto, o sacrificio, por especial voto, o de vuestra voluntad, o para ofrecer en vuestras fiestas solemnes olor grato a Jehov&#225;, de vacas o de ovejas; 4entonces el que presente su ofrenda a Jehov&#225; traer&#225; como ofrenda la d&#233;cima parte de un efa de flor de harina, amasada con la cuarta parte de un hin de aceite. 5De vino para la libaci&#243;n ofrecer&#225;s la cuarta parte de un hin, adem&#225;s del holocausto o del sacrificio, por cada cordero. 6Por cada carnero har&#225;s ofrenda de dos d&#233;cimas de flor de harina, amasada con la tercera parte de un hin de aceite; 7y de vino para la libaci&#243;n ofrecer&#225;s la tercera parte de un hin, en olor grato a Jehov&#225;. 8Cuando ofrecieres novillo en holocausto o sacrificio, por especial voto, o de paz a Jehov&#225;, 9ofrecer&#225;s con el novillo una ofrenda de tres d&#233;cimas de flor de harina, amasada con la mitad de un hin de aceite; 10y de vino para la libaci&#243;n ofrecer&#225;s la mitad de un hin, en ofrenda encendida de olor grato a Jehov&#225;.</div><div class="p"> 11As&#237; se har&#225; con cada buey, o carnero, o cordero de las ovejas, o cabrito. 12Conforme al n&#250;mero as&#237; har&#233;is con cada uno, seg&#250;n el n&#250;mero de ellos. 13Todo natural har&#225; estas cosas as&#237;, para ofrecer ofrenda encendida de olor grato a Jehov&#225;. 14Y cuando habitare con vosotros extranjero, o cualquiera que estuviere entre vosotros por vuestras generaciones, si hiciere ofrenda encendida de olor grato a Jehov&#225;, como vosotros hiciereis, as&#237; har&#225; &#233;l. 15Un mismo estatuto tendr&#233;is vosotros de la congregaci&#243;n y el extranjero que con vosotros mora; ser&#225; estatuto perpetuo por vuestras generaciones; como vosotros, as&#237; ser&#225; el extranjero delante de Jehov&#225;. 16Una misma ley y un mismo decreto tendr&#233;is, vosotros y el extranjero que con vosotros mora.#Lv. 24.22.</div><div class="p"> 17Tambi&#233;n habl&#243; Jehov&#225; a Mois&#233;s, diciendo: 18Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hay&#225;is entrado en la tierra a la cual yo os llevo, 19cuando comenc&#233;is a comer del pan de la tierra, ofrecer&#233;is ofrenda a Jehov&#225;. 20De lo primero que amas&#233;is, ofrecer&#233;is una torta en ofrenda; como la ofrenda de la era, as&#237; la ofrecer&#233;is. 21De las primicias de vuestra masa dar&#233;is a Jehov&#225; ofrenda por vuestras generaciones. 22Y cuando errareis, y no hiciereis todos estos mandamientos que Jehov&#225; ha dicho a Mois&#233;s, 23todas las cosas que Jehov&#225; os ha mandado por medio de Mois&#233;s, desde el d&#237;a que Jehov&#225; lo mand&#243;, y en adelante por vuestras edades, 24si el pecado fue hecho por yerro con ignorancia de la congregaci&#243;n, toda la congregaci&#243;n ofrecer&#225; un novillo por holocausto en olor grato a Jehov&#225;, con su ofrenda y su libaci&#243;n conforme a la ley, y un macho cabr&#237;o en expiaci&#243;n. 25Y el sacerdote har&#225; expiaci&#243;n por toda la congregaci&#243;n de los hijos de Israel; y les ser&#225; perdonado, porque yerro es; y ellos traer&#225;n sus ofrendas, ofrenda encendida a Jehov&#225;, y sus expiaciones delante de Jehov&#225; por sus yerros. 26Y ser&#225; perdonado a toda la congregaci&#243;n de los hijos de Israel, y al extranjero que mora entre ellos, por cuanto es yerro de todo el pueblo.</div><div class="p"> 27Si una persona pecare por yerro, ofrecer&#225; una cabra de un a&#241;o para expiaci&#243;n. 28Y el sacerdote har&#225; expiaci&#243;n por la persona que haya pecado por yerro; cuando pecare por yerro delante de Jehov&#225;, la reconciliar&#225;, y le ser&#225; perdonado.#Lv. 4.27-31. 29El nacido entre los hijos de Israel, y el extranjero que habitare entre ellos, una misma ley tendr&#233;is para el que hiciere algo por yerro. 30Mas la persona que hiciere algo con soberbia, as&#237; el natural como el extranjero, ultraja a Jehov&#225;; esa persona ser&#225; cortada de en medio de su pueblo. 31Por cuanto tuvo en poco la palabra de Jehov&#225;, y menospreci&#243; su mandamiento, enteramente ser&#225; cortada esa persona; su iniquidad caer&#225; sobre ella.</div><div class="s">Lapidaci&#243;n de un violador del d&#237;a de reposo</div><div class="p"> 32Estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron a un hombre que recog&#237;a le&#241;a en d&#237;a de reposo.#15.32 Aqu&#237; equivale a s&#225;bado. 33Y los que le hallaron recogiendo le&#241;a, lo trajeron a Mois&#233;s y a Aar&#243;n, y a toda la congregaci&#243;n; 34y lo pusieron en la c&#225;rcel, porque no estaba declarado qu&#233; se le hab&#237;a de hacer. 35Y Jehov&#225; dijo a Mois&#233;s: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedr&#233;elo toda la congregaci&#243;n fuera del campamento. 36Entonces lo sac&#243; la congregaci&#243;n fuera del campamento, y lo apedrearon, y muri&#243;, como Jehov&#225; mand&#243; a Mois&#233;s.</div><div class="s">Franjas en los vestidos</div><div class="p"> 37Y Jehov&#225; habl&#243; a Mois&#233;s, diciendo: 38Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos,#Dt. 22.12. por sus generaciones; y pongan en cada franja de los bordes un cord&#243;n de azul. 39Y os servir&#225; de franja, para que cuando lo ve&#225;is os acord&#233;is de todos los mandamientos de Jehov&#225;, para ponerlos por obra; y no mir&#233;is en pos de vuestro coraz&#243;n y de vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituy&#225;is. 40Para que os acord&#233;is, y hag&#225;is todos mis mandamientos, y se&#225;is santos a vuestro Dios. 41Yo Jehov&#225; vuestro Dios, que os saqu&#233; de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. Yo Jehov&#225; vuestro Dios.</div>
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 <div class="book bkNUM">
 <div class="chapter ch16" data-usfm="NUM.16">
 <div class="label">16</div><div class="s">La rebeli&#243;n de Cor&#233;</div><div class="p"> 1Cor&#233; hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Lev&#237;, y Dat&#225;n y Abiram hijos de Eliab, y On hijo de Pelet, de los hijos de Rub&#233;n, tomaron gente, 2y se levantaron contra Mois&#233;s con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, pr&#237;ncipes de la congregaci&#243;n, de los del consejo, varones de renombre. 3Y se juntaron contra Mois&#233;s y Aar&#243;n y les dijeron: &#161;Basta ya de vosotros! Porque toda la congregaci&#243;n, todos ellos son santos, y en medio de ellos est&#225; Jehov&#225;; &#191;por qu&#233;, pues, os levant&#225;is vosotros sobre la congregaci&#243;n de Jehov&#225;? 4Cuando oy&#243; esto Mois&#233;s, se postr&#243; sobre su rostro; 5y habl&#243; a Cor&#233; y a todo su s&#233;quito, diciendo: Ma&#241;ana mostrar&#225; Jehov&#225; qui&#233;n es suyo, y qui&#233;n es santo, y har&#225; que se acerque a &#233;l; al que &#233;l escogiere, &#233;l lo acercar&#225; a s&#237;. 6Haced esto: tomaos incensarios, Cor&#233; y todo su s&#233;quito, 7y poned fuego en ellos, y poned en ellos incienso delante de Jehov&#225; ma&#241;ana; y el var&#243;n a quien Jehov&#225; escogiere, aquel ser&#225; el santo; esto os baste, hijos de Lev&#237;. 8Dijo m&#225;s Mois&#233;s a Cor&#233;: O&#237;d ahora, hijos de Lev&#237;: 9&#191;Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregaci&#243;n de Israel, acerc&#225;ndoos a &#233;l para que ministr&#233;is en el servicio del tabern&#225;culo de Jehov&#225;, y est&#233;is delante de la congregaci&#243;n para ministrarles, 10y que te hizo acercar a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Lev&#237; contigo? &#191;Procur&#225;is tambi&#233;n el sacerdocio? 11Por tanto, t&#250; y todo tu s&#233;quito sois los que os junt&#225;is contra Jehov&#225;; pues Aar&#243;n, &#191;qu&#233; es, para que contra &#233;l murmur&#233;is?</div><div class="p"> 12Y envi&#243; Mois&#233;s a llamar a Dat&#225;n y Abiram, hijos de Eliab; mas ellos respondieron: No iremos all&#225;. 13&#191;Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que tambi&#233;n te ense&#241;orees de nosotros imperiosamente? 14Ni tampoco nos has metido t&#250; en tierra que fluya leche y miel, ni nos has dado heredades de tierras y vi&#241;as. &#191;Sacar&#225;s los ojos de estos hombres? No subiremos.</div><div class="p"> 15Entonces Mois&#233;s se enoj&#243; en gran manera, y dijo a Jehov&#225;: No mires a su ofrenda; ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal. 16Despu&#233;s dijo Mois&#233;s a Cor&#233;: T&#250; y todo tu s&#233;quito, poneos ma&#241;ana delante de Jehov&#225;; t&#250;, y ellos, y Aar&#243;n; 17y tomad cada uno su incensario y poned incienso en ellos, y acercaos delante de Jehov&#225; cada uno con su incensario, doscientos cincuenta incensarios; t&#250; tambi&#233;n, y Aar&#243;n, cada uno con su incensario. 18Y tom&#243; cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, y echaron en ellos incienso, y se pusieron a la puerta del tabern&#225;culo de reuni&#243;n con Mois&#233;s y Aar&#243;n. 19Ya Cor&#233; hab&#237;a hecho juntar contra ellos toda la congregaci&#243;n a la puerta del tabern&#225;culo de reuni&#243;n; entonces la gloria de Jehov&#225; apareci&#243; a toda la congregaci&#243;n. 20Y Jehov&#225; habl&#243; a Mois&#233;s y a Aar&#243;n, diciendo: 21Apartaos de entre esta congregaci&#243;n, y los consumir&#233; en un momento. 22Y ellos se postraron sobre sus rostros, y dijeron: Dios, Dios de los esp&#237;ritus de toda carne, &#191;no es un solo hombre el que pec&#243;? &#191;Por qu&#233; airarte contra toda la congregaci&#243;n? 23Entonces Jehov&#225; habl&#243; a Mois&#233;s, diciendo: 24Habla a la congregaci&#243;n y diles: Apartaos de en derredor de la tienda de Cor&#233;, Dat&#225;n y Abiram.</div><div class="p"> 25Entonces Mois&#233;s se levant&#243; y fue a Dat&#225;n y a Abiram, y los ancianos de Israel fueron en pos de &#233;l. 26Y &#233;l habl&#243; a la congregaci&#243;n, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos hombres imp&#237;os, y no toqu&#233;is ninguna cosa suya, para que no perezc&#225;is en todos sus pecados. 27Y se apartaron de las tiendas de Cor&#233;, de Dat&#225;n y de Abiram en derredor; y Dat&#225;n y Abiram salieron y se pusieron a las puertas de sus tiendas, con sus mujeres, sus hijos y sus peque&#241;uelos. 28Y dijo Mois&#233;s: En esto conocer&#233;is que Jehov&#225; me ha enviado para que hiciese todas estas cosas, y que no las hice de mi propia voluntad. 29Si como mueren todos los hombres murieren estos, o si ellos al ser visitados siguen la suerte de todos los hombres, Jehov&#225; no me envi&#243;. 30Mas si Jehov&#225; hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conocer&#233;is que estos hombres irritaron a Jehov&#225;.</div><div class="p"> 31Y aconteci&#243; que cuando ces&#243; &#233;l de hablar todas estas palabras, se abri&#243; la tierra que estaba debajo de ellos. 32Abri&#243; la tierra su boca, y los trag&#243; a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Cor&#233;, y a todos sus bienes. 33Y ellos, con todo lo que ten&#237;an, descendieron vivos al Seol, y los cubri&#243; la tierra, y perecieron de en medio de la congregaci&#243;n. 34Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al grito de ellos; porque dec&#237;an: No nos trague tambi&#233;n la tierra. 35Tambi&#233;n sali&#243; fuego de delante de Jehov&#225;, y consumi&#243; a los doscientos cincuenta hombres que ofrec&#237;an el incienso.</div><div class="p"> 36Entonces Jehov&#225; habl&#243; a Mois&#233;s, diciendo: 37Di a Eleazar hijo del sacerdote Aar&#243;n, que tome los incensarios de en medio del incendio, y derrame m&#225;s all&#225; el fuego; porque son santificados 38los incensarios de estos que pecaron contra sus almas; y har&#225;n de ellos planchas batidas para cubrir el altar; por cuanto ofrecieron con ellos delante de Jehov&#225;, son santificados, y ser&#225;n como se&#241;al a los hijos de Israel. 39Y el sacerdote Eleazar tom&#243; los incensarios de bronce con que los quemados hab&#237;an ofrecido; y los batieron para cubrir el altar, 40en recuerdo para los hijos de Israel, de que ning&#250;n extra&#241;o que no sea de la descendencia de Aar&#243;n se acerque para ofrecer incienso delante de Jehov&#225;, para que no sea como Cor&#233; y como su s&#233;quito; seg&#250;n se lo dijo Jehov&#225; por medio de Mois&#233;s.</div><div class="p"> 41El d&#237;a siguiente, toda la congregaci&#243;n de los hijos de Israel murmur&#243; contra Mois&#233;s y Aar&#243;n, diciendo: Vosotros hab&#233;is dado muerte al pueblo de Jehov&#225;. 42Y aconteci&#243; que cuando se junt&#243; la congregaci&#243;n contra Mois&#233;s y Aar&#243;n, miraron hacia el tabern&#225;culo de reuni&#243;n, y he aqu&#237; la nube lo hab&#237;a cubierto, y apareci&#243; la gloria de Jehov&#225;. 43Y vinieron Mois&#233;s y Aar&#243;n delante del tabern&#225;culo de reuni&#243;n. 44Y Jehov&#225; habl&#243; a Mois&#233;s, diciendo: 45Apartaos de en medio de esta congregaci&#243;n, y los consumir&#233; en un momento. Y ellos se postraron sobre sus rostros. 46Y dijo Mois&#233;s a Aar&#243;n: Toma el incensario, y pon en &#233;l fuego del altar, y sobre &#233;l pon incienso, y ve pronto a la congregaci&#243;n, y haz expiaci&#243;n por ellos, porque el furor ha salido de la presencia de Jehov&#225;; la mortandad ha comenzado. 47Entonces tom&#243; Aar&#243;n el incensario, como Mois&#233;s dijo, y corri&#243; en medio de la congregaci&#243;n; y he aqu&#237; que la mortandad hab&#237;a comenzado en el pueblo; y &#233;l puso incienso, e hizo expiaci&#243;n por el pueblo, 48y se puso entre los muertos y los vivos; y ces&#243; la mortandad. 49Y los que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil setecientos, sin los muertos por la rebeli&#243;n de Cor&#233;. 50Despu&#233;s volvi&#243; Aar&#243;n a Mois&#233;s a la puerta del tabern&#225;culo de reuni&#243;n, cuando la mortandad hab&#237;a cesado.</div>
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