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Biblia Reina Valera 1960

<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkPRO">
 <div class="chapter ch15" data-usfm="PRO.15">
 <div class="label">15</div><div class="q"> 1La blanda respuesta quita la ira;</div><div class="q">Mas la palabra &#225;spera hace subir el furor.</div><div class="q"> 2La lengua de los sabios adornar&#225; la sabidur&#237;a;</div><div class="q">Mas la boca de los necios hablar&#225; sandeces.</div><div class="q"> 3Los ojos de Jehov&#225; est&#225;n en todo lugar,</div><div class="q">Mirando a los malos y a los buenos.</div><div class="q"> 4La lengua apacible es &#225;rbol de vida;</div><div class="q">Mas la perversidad de ella es quebrantamiento de esp&#237;ritu.</div><div class="q"> 5El necio menosprecia el consejo de su padre;</div><div class="q">Mas el que guarda la correcci&#243;n vendr&#225; a ser prudente.</div><div class="q"> 6En la casa del justo hay gran provisi&#243;n;</div><div class="q">Pero turbaci&#243;n en las ganancias del imp&#237;o.</div><div class="q"> 7La boca de los sabios esparce sabidur&#237;a;</div><div class="q">No as&#237; el coraz&#243;n de los necios.</div><div class="q"> 8El sacrificio de los imp&#237;os es abominaci&#243;n a Jehov&#225;;</div><div class="q">Mas la oraci&#243;n de los rectos es su gozo.</div><div class="q"> 9Abominaci&#243;n es a Jehov&#225; el camino del imp&#237;o;</div><div class="q">Mas &#233;l ama al que sigue justicia.</div><div class="q"> 10La reconvenci&#243;n es molesta al que deja el camino;</div><div class="q">Y el que aborrece la correcci&#243;n morir&#225;.</div><div class="q"> 11El Seol y el Abad&#243;n est&#225;n delante de Jehov&#225;;</div><div class="q">&#161;Cu&#225;nto m&#225;s los corazones de los hombres!</div><div class="q"> 12El escarnecedor no ama al que le reprende,</div><div class="q">Ni se junta con los sabios.</div><div class="q"> 13El coraz&#243;n alegre hermosea el rostro;</div><div class="q">Mas por el dolor del coraz&#243;n el esp&#237;ritu se abate.</div><div class="q"> 14El coraz&#243;n entendido busca la sabidur&#237;a;</div><div class="q">Mas la boca de los necios se alimenta de necedades.</div><div class="q"> 15Todos los d&#237;as del afligido son dif&#237;ciles;</div><div class="q">Mas el de coraz&#243;n contento tiene un banquete continuo.</div><div class="q"> 16Mejor es lo poco con el temor de Jehov&#225;,</div><div class="q">Que el gran tesoro donde hay turbaci&#243;n.</div><div class="q"> 17Mejor es la comida de legumbres donde hay amor,</div><div class="q">Que de buey engordado donde hay odio.</div><div class="q"> 18El hombre iracundo promueve contiendas;</div><div class="q">Mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla.</div><div class="q"> 19El camino del perezoso es como seto de espinos;</div><div class="q">Mas la vereda de los rectos, como una calzada.</div><div class="q"> 20El hijo sabio alegra al padre;</div><div class="q">Mas el hombre necio menosprecia a su madre.</div><div class="q"> 21La necedad es alegr&#237;a al falto de entendimiento;</div><div class="q">Mas el hombre entendido endereza sus pasos.</div><div class="q"> 22Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo;</div><div class="q">Mas en la multitud de consejeros se afirman.</div><div class="q"> 23El hombre se alegra con la respuesta de su boca;</div><div class="q">Y la palabra a su tiempo, &#161;cu&#225;n buena es!</div><div class="q"> 24El camino de la vida es hacia arriba al entendido,</div><div class="q">Para apartarse del Seol abajo.</div><div class="q"> 25Jehov&#225; asolar&#225; la casa de los soberbios;</div><div class="q">Pero afirmar&#225; la heredad de la viuda.</div><div class="q"> 26Abominaci&#243;n son a Jehov&#225; los pensamientos del malo;</div><div class="q">Mas las expresiones de los limpios son limpias.</div><div class="q"> 27Alborota su casa el codicioso;</div><div class="q">Mas el que aborrece el soborno vivir&#225;.</div><div class="q"> 28El coraz&#243;n del justo piensa para responder;</div><div class="q">Mas la boca de los imp&#237;os derrama malas cosas.</div><div class="q"> 29Jehov&#225; est&#225; lejos de los imp&#237;os;</div><div class="q">Pero &#233;l oye la oraci&#243;n de los justos.</div><div class="q"> 30La luz de los ojos alegra el coraz&#243;n,</div><div class="q">Y la buena nueva conforta los huesos.</div><div class="q"> 31El o&#237;do que escucha las amonestaciones de la vida,</div><div class="q">Entre los sabios morar&#225;.</div><div class="q"> 32El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma;</div><div class="q">Mas el que escucha la correcci&#243;n tiene entendimiento.</div><div class="q"> 33El temor de Jehov&#225; es ense&#241;anza de sabidur&#237;a;</div><div class="q">Y a la honra precede la humildad.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="book bkPSA">
 <div class="chapter ch91" data-usfm="PSA.91">
 <div class="label">91</div><div class="s">Morando bajo la sombra del Omnipotente</div><div class="q"> 1El que habita al abrigo del Alt&#237;simo</div><div class="q">Morar&#225; bajo la sombra del Omnipotente.</div><div class="q"> 2Dir&#233; yo a Jehov&#225;: Esperanza m&#237;a, y castillo m&#237;o;</div><div class="q">Mi Dios, en quien confiar&#233;.</div><div class="q"> 3&#201;l te librar&#225; del lazo del cazador,</div><div class="q">De la peste destructora.</div><div class="q"> 4Con sus plumas te cubrir&#225;,</div><div class="q">Y debajo de sus alas estar&#225;s seguro;</div><div class="q">Escudo y adarga es su verdad.</div><div class="q"> 5No temer&#225;s el terror nocturno,</div><div class="q">Ni saeta que vuele de d&#237;a,</div><div class="q"> 6Ni pestilencia que ande en oscuridad,</div><div class="q">Ni mortandad que en medio del d&#237;a destruya.</div><div class="b"></div><div class="q"> 7Caer&#225;n a tu lado mil,</div><div class="q">Y diez mil a tu diestra;</div><div class="q">Mas a ti no llegar&#225;.</div><div class="q"> 8Ciertamente con tus ojos mirar&#225;s</div><div class="q">Y ver&#225;s la recompensa de los imp&#237;os.</div><div class="b"></div><div class="q"> 9Porque has puesto a Jehov&#225;, que es mi esperanza,</div><div class="q">Al Alt&#237;simo por tu habitaci&#243;n,</div><div class="q"> 10No te sobrevendr&#225; mal,</div><div class="q">Ni plaga tocar&#225; tu morada.</div><div class="b"></div><div class="q"> 11Pues a sus &#225;ngeles mandar&#225; acerca de ti,#Mt. 4.6; Lc. 4.10.</div><div class="q">Que te guarden en todos tus caminos.</div><div class="q"> 12En las manos te llevar&#225;n,</div><div class="q">Para que tu pie no tropiece en piedra.#Mt. 4.6; Lc. 4.11.</div><div class="q"> 13Sobre el le&#243;n y el &#225;spid pisar&#225;s;</div><div class="q">Hollar&#225;s al cachorro del le&#243;n y al drag&#243;n.#Lc. 10.19.</div><div class="q"> 14Por cuanto en m&#237; ha puesto su amor, yo tambi&#233;n lo librar&#233;;</div><div class="q">Le pondr&#233; en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.</div><div class="q"> 15Me invocar&#225;, y yo le responder&#233;;</div><div class="q">Con &#233;l estar&#233; yo en la angustia;</div><div class="q">Lo librar&#233; y le glorificar&#233;.</div><div class="q"> 16Lo saciar&#233; de larga vida,</div><div class="q">Y le mostrar&#233; mi salvaci&#243;n.</div>
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 <div class="book bkREV">
 <div class="chapter ch4" data-usfm="REV.4">
 <div class="label">4</div><div class="s">La adoraci&#243;n celestial</div><div class="p"> 1Despu&#233;s de esto mir&#233;, y he aqu&#237; una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que o&#237;, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube ac&#225;, y yo te mostrar&#233; las cosas que suceder&#225;n despu&#233;s de estas. 2Y al instante yo estaba en el Esp&#237;ritu; y he aqu&#237;, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. 3Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y hab&#237;a alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.#Ez. 1.26-28; 10.1. 4Y alrededor del trono hab&#237;a veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas. 5Y del trono sal&#237;an rel&#225;mpagos y truenos#Ex. 19.16; Ap. 8.5; 11.19; 16.18. y voces; y delante del trono ard&#237;an siete l&#225;mparas de fuego,#Ez. 1.13. las cuales son los siete esp&#237;ritus de Dios.#Ap. 1.4.</div><div class="p"> 6Y delante del trono hab&#237;a como un mar de vidrio semejante al cristal;#Ez. 1.22. y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detr&#225;s. 7El primer ser viviente era semejante a un le&#243;n; el segundo era semejante a un becerro; el tercero ten&#237;a rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un &#225;guila volando.#Ez. 1.5-10; 10.14. 8Y los cuatro seres vivientes ten&#237;an cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos;#Ez. 1.18; 10.12. y no cesaban d&#237;a y noche de decir: Santo, santo, santo es el Se&#241;or Dios Todopoderoso,#Is. 6.2-3. el que era, el que es, y el que ha de venir. 9Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acci&#243;n de gracias al que est&#225; sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, 10los veinticuatro ancianos se postran delante del que est&#225; sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: 11Se&#241;or, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque t&#250; creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.</div>
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 <div class="book bkDEU">
 <div class="chapter ch9" data-usfm="DEU.9">
 <div class="label">9</div><div class="s">Dios destruir&#225; a las naciones de Cana&#225;n</div><div class="p"> 1Oye, Israel: t&#250; vas hoy a pasar el Jord&#225;n, para entrar a desposeer a naciones m&#225;s numerosas y m&#225;s poderosas que t&#250;, ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; 2un pueblo grande y alto, hijos de los anaceos, de los cuales tienes t&#250; conocimiento, y has o&#237;do decir: &#191;Qui&#233;n se sostendr&#225; delante de los hijos de Anac? 3Entiende, pues, hoy, que es Jehov&#225; tu Dios el que pasa delante de ti como fuego consumidor, que los destruir&#225; y humillar&#225; delante de ti; y t&#250; los echar&#225;s, y los destruir&#225;s en seguida, como Jehov&#225; te ha dicho.</div><div class="p"> 4No pienses en tu coraz&#243;n cuando Jehov&#225; tu Dios los haya echado de delante de ti, diciendo: Por mi justicia me ha tra&#237;do Jehov&#225; a poseer esta tierra; pues por la impiedad de estas naciones Jehov&#225; las arroja de delante de ti. 5No por tu justicia, ni por la rectitud de tu coraz&#243;n entras a poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones Jehov&#225; tu Dios las arroja de delante de ti, y para confirmar la palabra que Jehov&#225; jur&#243; a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.</div><div class="s">La rebeli&#243;n de Israel en Horeb</div><div class="r">(Ex. 31.18&#8212;32.35)</div><div class="p"> 6Por tanto, sabe que no es por tu justicia que Jehov&#225; tu Dios te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de cerviz eres t&#250;. 7Acu&#233;rdate, no olvides que has provocado la ira de Jehov&#225; tu Dios en el desierto; desde el d&#237;a que saliste de la tierra de Egipto, hasta que entrasteis en este lugar, hab&#233;is sido rebeldes a Jehov&#225;. 8En Horeb provocasteis a ira a Jehov&#225;, y se enoj&#243; Jehov&#225; contra vosotros para destruiros. 9Cuando yo sub&#237; al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehov&#225; hizo con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta d&#237;as y cuarenta noches,#Ex. 24.18. sin comer pan ni beber agua; 10y me dio Jehov&#225; las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios; y en ellas estaba escrito seg&#250;n todas las palabras que os habl&#243; Jehov&#225; en el monte, de en medio del fuego, el d&#237;a de la asamblea. 11Sucedi&#243; al fin de los cuarenta d&#237;as y cuarenta noches, que Jehov&#225; me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto. 12Y me dijo Jehov&#225;: Lev&#225;ntate, desciende pronto de aqu&#237;, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido; pronto se han apartado del camino que yo les mand&#233;; se han hecho una imagen de fundici&#243;n.</div><div class="p"> 13Y me habl&#243; Jehov&#225;, diciendo: He observado a ese pueblo, y he aqu&#237; que es pueblo duro de cerviz. 14D&#233;jame que los destruya, y borre su nombre de debajo del cielo, y yo te pondr&#233; sobre una naci&#243;n fuerte y mucho m&#225;s numerosa que ellos. 15Y volv&#237; y descend&#237; del monte, el cual ard&#237;a en fuego, con las tablas del pacto en mis dos manos. 16Y mir&#233;, y he aqu&#237; hab&#237;ais pecado contra Jehov&#225; vuestro Dios; os hab&#237;ais hecho un becerro de fundici&#243;n, apart&#225;ndoos pronto del camino que Jehov&#225; os hab&#237;a mandado. 17Entonces tom&#233; las dos tablas y las arroj&#233; de mis dos manos, y las quebr&#233; delante de vuestros ojos. 18Y me postr&#233; delante de Jehov&#225; como antes, cuarenta d&#237;as y cuarenta noches; no com&#237; pan ni beb&#237; agua, a causa de todo vuestro pecado que hab&#237;ais cometido haciendo el mal ante los ojos de Jehov&#225; para enojarlo. 19Porque tem&#237;#He. 12.21. a causa del furor y de la ira con que Jehov&#225; estaba enojado contra vosotros para destruiros. Pero Jehov&#225; me escuch&#243; aun esta vez. 20Contra Aar&#243;n tambi&#233;n se enoj&#243; Jehov&#225; en gran manera para destruirlo; y tambi&#233;n or&#233; por Aar&#243;n en aquel entonces. 21Y tom&#233; el objeto de vuestro pecado, el becerro que hab&#237;ais hecho, y lo quem&#233; en el fuego, y lo desmenuc&#233; moli&#233;ndolo muy bien, hasta que fue reducido a polvo; y ech&#233; el polvo de &#233;l en el arroyo que descend&#237;a del monte.</div><div class="p"> 22Tambi&#233;n en Tabera,#Nm. 11.3. en Masah#Ex. 17.7. y en Kibrot-hataava#Nm. 11.34. provocasteis a ira a Jehov&#225;. 23Y cuando Jehov&#225; os envi&#243; desde Cades-barnea,#Nm. 13.17. diciendo: Subid y poseed la tierra que yo os he dado,#Dt. 1.21. tambi&#233;n fuisteis rebeldes al mandato de Jehov&#225; vuestro Dios,#Nm. 13.31; Dt. 1.26; He. 3.16. y no le cre&#237;steis, ni obedecisteis a su voz. 24Rebeldes hab&#233;is sido a Jehov&#225; desde el d&#237;a que yo os conozco.</div><div class="p"> 25Me postr&#233;, pues, delante de Jehov&#225;; cuarenta d&#237;as y cuarenta noches estuve postrado, porque Jehov&#225; dijo que os hab&#237;a de destruir. 26Y or&#233; a Jehov&#225;, diciendo: Oh Se&#241;or Jehov&#225;, no destruyas a tu pueblo y a tu heredad que has redimido con tu grandeza, que sacaste de Egipto con mano poderosa. 27Acu&#233;rdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob; no mires a la dureza de este pueblo, ni a su impiedad ni a su pecado, 28no sea que digan los de la tierra de donde nos sacaste: Por cuanto no pudo Jehov&#225; introducirlos en la tierra que les hab&#237;a prometido, o porque los aborrec&#237;a, los sac&#243; para matarlos en el desierto. 29Y ellos son tu pueblo y tu heredad, que sacaste con tu gran poder y con tu brazo extendido.</div>
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 <div class="book bkDEU">
 <div class="chapter ch10" data-usfm="DEU.10">
 <div class="label">10</div><div class="s">El pacto renovado</div><div class="r">(Ex. 34.1-10)</div><div class="p"> 1En aquel tiempo Jehov&#225; me dijo: L&#225;brate dos tablas de piedra como las primeras, y sube a m&#237; al monte, y hazte un arca de madera; 2y escribir&#233; en aquellas tablas las palabras que estaban en las primeras tablas que quebraste; y las pondr&#225;s en el arca. 3E hice un arca de madera de acacia, y labr&#233; dos tablas de piedra como las primeras, y sub&#237; al monte con las dos tablas en mi mano. 4Y escribi&#243; en las tablas conforme a la primera escritura, los diez mandamientos que Jehov&#225; os hab&#237;a hablado en el monte de en medio del fuego, el d&#237;a de la asamblea; y me las dio Jehov&#225;. 5Y volv&#237; y descend&#237; del monte, y puse las tablas en el arca que hab&#237;a hecho; y all&#237; est&#225;n, como Jehov&#225; me mand&#243;. 6(Despu&#233;s salieron los hijos de Israel de Beerot-bene-jaac&#225;n#10.6 los pozos de los hijos de Jaac&#225;n. a Mosera; all&#237; muri&#243; Aar&#243;n,#Nm. 20.28; 33.38. y all&#237; fue sepultado, y en lugar suyo tuvo el sacerdocio su hijo Eleazar. 7De all&#237; partieron a Gudgoda, y de Gudgoda a Jotbata, tierra de arroyos de aguas. 8En aquel tiempo apart&#243; Jehov&#225; la tribu de Lev&#237;#Nm. 3.5-8. para que llevase el arca del pacto de Jehov&#225;, para que estuviese delante de Jehov&#225; para servirle, y para bendecir en su nombre, hasta hoy, 9por lo cual Lev&#237; no tuvo parte ni heredad con sus hermanos; Jehov&#225; es su heredad, como Jehov&#225; tu Dios le dijo.)</div><div class="p"> 10Y yo estuve en el monte como los primeros d&#237;as, cuarenta d&#237;as y cuarenta noches;#Ex. 34.28. y Jehov&#225; tambi&#233;n me escuch&#243; esta vez, y no quiso Jehov&#225; destruirte. 11Y me dijo Jehov&#225;: Lev&#225;ntate, anda, para que marches delante del pueblo, para que entren y posean la tierra que jur&#233; a sus padres que les hab&#237;a de dar.</div><div class="s">Lo que Dios exige</div><div class="p"> 12Ahora, pues, Israel, &#191;qu&#233; pide Jehov&#225; tu Dios de ti, sino que temas a Jehov&#225; tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehov&#225; tu Dios con todo tu coraz&#243;n y con toda tu alma; 13que guardes los mandamientos de Jehov&#225; y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad? 14He aqu&#237;, de Jehov&#225; tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella. 15Solamente de tus padres se agrad&#243; Jehov&#225; para amarlos, y escogi&#243; su descendencia despu&#233;s de ellos, a vosotros, de entre todos los pueblos, como en este d&#237;a. 16Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro coraz&#243;n, y no endurezc&#225;is m&#225;s vuestra cerviz. 17Porque Jehov&#225; vuestro Dios es Dios de dioses y Se&#241;or de se&#241;ores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepci&#243;n de personas,#Hch. 10.34; Ro. 2.11; G&#225;. 2.6; Ef. 6.9. ni toma cohecho; 18que hace justicia al hu&#233;rfano y a la viuda; que ama tambi&#233;n al extranjero d&#225;ndole pan y vestido. 19Amar&#233;is, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. 20A Jehov&#225; tu Dios temer&#225;s, a &#233;l solo servir&#225;s, a &#233;l seguir&#225;s, y por su nombre jurar&#225;s. 21&#201;l es el objeto de tu alabanza, y &#233;l es tu Dios, que ha hecho contigo estas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto. 22Con setenta personas#Gn. 46.27. descendieron tus padres a Egipto, y ahora Jehov&#225; te ha hecho como las estrellas del cielo#Gn. 15.5; 22.17. en multitud.</div>
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 <div class="book bkDEU">
 <div class="chapter ch11" data-usfm="DEU.11">
 <div class="label">11</div><div class="s">La grandeza de Jehov&#225;</div><div class="p"> 1Amar&#225;s, pues, a Jehov&#225; tu Dios, y guardar&#225;s sus ordenanzas, sus estatutos, sus decretos y sus mandamientos, todos los d&#237;as. 2Y comprended hoy, porque no hablo con vuestros hijos que no han sabido ni visto el castigo de Jehov&#225; vuestro Dios, su grandeza, su mano poderosa, y su brazo extendido, 3y sus se&#241;ales, y sus obras que hizo en medio de Egipto a Fara&#243;n rey de Egipto, y a toda su tierra;#Ex. 7.8&#8212;12.13. 4y lo que hizo al ej&#233;rcito de Egipto, a sus caballos y a sus carros; c&#243;mo precipit&#243; las aguas del Mar Rojo sobre ellos, cuando ven&#237;an tras vosotros,#Ex. 14.28. y Jehov&#225; los destruy&#243; hasta hoy; 5y lo que ha hecho con vosotros en el desierto, hasta que hab&#233;is llegado a este lugar; 6y lo que hizo con Dat&#225;n y Abiram, hijos de Eliab hijo de Rub&#233;n; c&#243;mo abri&#243; su boca la tierra, y los trag&#243; con sus familias, sus tiendas, y todo su ganado, en medio de todo Israel.#Nm. 16.31-32. 7Mas vuestros ojos han visto todas las grandes obras que Jehov&#225; ha hecho.</div><div class="s">Bendiciones de la tierra prometida</div><div class="p"> 8Guardad, pues, todos los mandamientos que yo os prescribo hoy, para que se&#225;is fortalecidos, y entr&#233;is y pose&#225;is la tierra a la cual pas&#225;is para tomarla; 9y para que os sean prolongados los d&#237;as sobre la tierra, de la cual jur&#243; Jehov&#225; a vuestros padres, que hab&#237;a de darla a ellos y a su descendencia, tierra que fluye leche y miel. 10La tierra a la cual entras para tomarla no es como la tierra de Egipto de donde hab&#233;is salido, donde sembrabas tu semilla, y regabas con tu pie, como huerto de hortaliza. 11La tierra a la cual pas&#225;is para tomarla es tierra de montes y de vegas, que bebe las aguas de la lluvia del cielo; 12tierra de la cual Jehov&#225; tu Dios cuida; siempre est&#225;n sobre ella los ojos de Jehov&#225; tu Dios, desde el principio del a&#241;o hasta el fin.</div><div class="p"> 13Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jehov&#225; vuestro Dios, y sirvi&#233;ndole con todo vuestro coraz&#243;n, y con toda vuestra alma, 14yo dar&#233; la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tard&#237;a; y recoger&#225;s tu grano, tu vino y tu aceite. 15Dar&#233; tambi&#233;n hierba en tu campo para tus ganados; y comer&#225;s, y te saciar&#225;s. 16Guardaos, pues, que vuestro coraz&#243;n no se infat&#250;e, y os apart&#233;is y sirv&#225;is a dioses ajenos, y os inclin&#233;is a ellos; 17y se encienda el furor de Jehov&#225; sobre vosotros, y cierre los cielos, y no haya lluvia, ni la tierra d&#233; su fruto, y perezc&#225;is pronto de la buena tierra que os da Jehov&#225;.#Lv. 26.3-5; Dt. 7.12-16; 28.1-14.</div><div class="p"> 18Por tanto, pondr&#233;is estas mis palabras en vuestro coraz&#243;n y en vuestra alma, y las atar&#233;is como se&#241;al en vuestra mano, y ser&#225;n por frontales entre vuestros ojos. 19Y las ense&#241;ar&#233;is a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes, 20y las escribir&#225;s en los postes de tu casa, y en tus puertas;#Dt. 6.6-9. 21para que sean vuestros d&#237;as, y los d&#237;as de vuestros hijos, tan numerosos sobre la tierra que Jehov&#225; jur&#243; a vuestros padres que les hab&#237;a de dar, como los d&#237;as de los cielos sobre la tierra. 22Porque si guardareis cuidadosamente todos estos mandamientos que yo os prescribo para que los cumpl&#225;is, y si amareis a Jehov&#225; vuestro Dios, andando en todos sus caminos, y sigui&#233;ndole a &#233;l, 23Jehov&#225; tambi&#233;n echar&#225; de delante de vosotros a todas estas naciones, y desposeer&#233;is naciones grandes y m&#225;s poderosas que vosotros. 24Todo lugar que pisare la planta de vuestro pie ser&#225; vuestro; desde el desierto hasta el L&#237;bano, desde el r&#237;o &#201;ufrates hasta el mar occidental ser&#225; vuestro territorio. 25Nadie se sostendr&#225; delante de vosotros;#Jos. 1.3-5. miedo y temor de vosotros pondr&#225; Jehov&#225; vuestro Dios sobre toda la tierra que pisareis, como &#233;l os ha dicho.</div><div class="p"> 26He aqu&#237; yo pongo hoy delante de vosotros la bendici&#243;n y la maldici&#243;n: 27la bendici&#243;n, si oyereis los mandamientos de Jehov&#225; vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, 28y la maldici&#243;n, si no oyereis los mandamientos de Jehov&#225; vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no hab&#233;is conocido. 29Y cuando Jehov&#225; tu Dios te haya introducido en la tierra a la cual vas para tomarla, pondr&#225;s la bendici&#243;n sobre el monte Gerizim, y la maldici&#243;n sobre el monte Ebal,#Dt. 27.11-14; Jos. 8.33-35. 30los cuales est&#225;n al otro lado del Jord&#225;n, tras el camino del occidente en la tierra del cananeo, que habita en el Arab&#225; frente a Gilgal, junto al encinar de More. 31Porque vosotros pas&#225;is el Jord&#225;n para ir a poseer la tierra que os da Jehov&#225; vuestro Dios; y la tomar&#233;is, y habitar&#233;is en ella. 32Cuidar&#233;is, pues, de cumplir todos los estatutos y decretos que yo presento hoy delante de vosotros.</div>
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 <div class="chapter ch12" data-usfm="DEU.12">
 <div class="label">12</div><div class="s">El santuario &#250;nico</div><div class="p"> 1Estos son los estatutos y decretos que cuidar&#233;is de poner por obra en la tierra que Jehov&#225; el Dios de tus padres te ha dado para que tomes posesi&#243;n de ella, todos los d&#237;as que vosotros viviereis sobre la tierra. 2Destruir&#233;is enteramente todos los lugares donde las naciones que vosotros heredar&#233;is sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo de todo &#225;rbol frondoso. 3Derribar&#233;is sus altares, y quebrar&#233;is sus estatuas, y sus im&#225;genes de Asera consumir&#233;is con fuego; y destruir&#233;is las esculturas de sus dioses, y raer&#233;is su nombre de aquel lugar.#Dt. 7.5. 4No har&#233;is as&#237; a Jehov&#225; vuestro Dios, 5sino que el lugar que Jehov&#225; vuestro Dios escogiere de entre todas vuestras tribus, para poner all&#237; su nombre para su habitaci&#243;n, ese buscar&#233;is, y all&#225; ir&#233;is. 6Y all&#237; llevar&#233;is vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y la ofrenda elevada de vuestras manos, vuestros votos, vuestras ofrendas voluntarias, y las primicias de vuestras vacas y de vuestras ovejas; 7y comer&#233;is all&#237; delante de Jehov&#225; vuestro Dios, y os alegrar&#233;is, vosotros y vuestras familias, en toda obra de vuestras manos en la cual Jehov&#225; tu Dios te hubiere bendecido. 8No har&#233;is como todo lo que hacemos nosotros aqu&#237; ahora, cada uno lo que bien le parece, 9porque hasta ahora no hab&#233;is entrado al reposo y a la heredad que os da Jehov&#225; vuestro Dios. 10Mas pasar&#233;is el Jord&#225;n, y habitar&#233;is en la tierra que Jehov&#225; vuestro Dios os hace heredar; y &#233;l os dar&#225; reposo de todos vuestros enemigos alrededor, y habitar&#233;is seguros. 11Y al lugar que Jehov&#225; vuestro Dios escogiere para poner en &#233;l su nombre, all&#237; llevar&#233;is todas las cosas que yo os mando: vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, las ofrendas elevadas de vuestras manos, y todo lo escogido de los votos que hubiereis prometido a Jehov&#225;. 12Y os alegrar&#233;is delante de Jehov&#225; vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestros siervos y vuestras siervas, y el levita que habite en vuestras poblaciones; por cuanto no tiene parte ni heredad con vosotros. 13Cu&#237;date de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que vieres; 14sino que en el lugar que Jehov&#225; escogiere, en una de tus tribus, all&#237; ofrecer&#225;s tus holocaustos, y all&#237; har&#225;s todo lo que yo te mando.</div><div class="p"> 15Con todo, podr&#225;s matar y comer carne en todas tus poblaciones conforme a tu deseo, seg&#250;n la bendici&#243;n que Jehov&#225; tu Dios te haya dado; el inmundo y el limpio la podr&#225; comer, como la de gacela o de ciervo. 16Solamente que sangre no comer&#233;is;#Gn. 9.4; Lv. 7.26-27; 17.10-14; 19.26; Dt. 15.23. sobre la tierra la derramar&#233;is como agua. 17Ni comer&#225;s en tus poblaciones el diezmo de tu grano, de tu vino o de tu aceite, ni las primicias de tus vacas, ni de tus ovejas, ni los votos que prometieres, ni las ofrendas voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus manos; 18sino que delante de Jehov&#225; tu Dios las comer&#225;s, en el lugar que Jehov&#225; tu Dios hubiere escogido, t&#250;, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita que habita en tus poblaciones; te alegrar&#225;s delante de Jehov&#225; tu Dios de toda la obra de tus manos. 19Ten cuidado de no desamparar al levita en todos tus d&#237;as sobre la tierra.</div><div class="p"> 20Cuando Jehov&#225; tu Dios ensanchare tu territorio, como &#233;l te ha dicho, y t&#250; dijeres: Comer&#233; carne, porque deseaste comerla, conforme a lo que deseaste podr&#225;s comer. 21Si estuviere lejos de ti el lugar que Jehov&#225; tu Dios escogiere para poner all&#237; su nombre, podr&#225;s matar de tus vacas y de tus ovejas que Jehov&#225; te hubiere dado, como te he mandado yo, y comer&#225;s en tus puertas seg&#250;n todo lo que deseares. 22Lo mismo que se come la gacela y el ciervo, as&#237; las podr&#225;s comer; el inmundo y el limpio podr&#225;n comer tambi&#233;n de ellas. 23Solamente que te mantengas firme en no comer sangre; porque la sangre es la vida, y no comer&#225;s la vida juntamente con su carne. 24No la comer&#225;s; en tierra la derramar&#225;s como agua.#Lv. 17.10-14. 25No comer&#225;s de ella, para que te vaya bien a ti y a tus hijos despu&#233;s de ti, cuando hicieres lo recto ante los ojos de Jehov&#225;. 26Pero las cosas que hubieres consagrado, y tus votos, las tomar&#225;s, y vendr&#225;s con ellas al lugar que Jehov&#225; hubiere escogido; 27y ofrecer&#225;s tus holocaustos, la carne y la sangre, sobre el altar de Jehov&#225; tu Dios; y la sangre de tus sacrificios ser&#225; derramada sobre el altar de Jehov&#225; tu Dios, y podr&#225;s comer la carne. 28Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que haciendo lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehov&#225; tu Dios, te vaya bien a ti y a tus hijos despu&#233;s de ti para siempre.</div><div class="s">Advertencias contra la idolatr&#237;a</div><div class="p"> 29Cuando Jehov&#225; tu Dios haya destruido delante de ti las naciones adonde t&#250; vas para poseerlas, y las heredes, y habites en su tierra, 30gu&#225;rdate que no tropieces yendo en pos de ellas, despu&#233;s que sean destruidas delante de ti; no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que serv&#237;an aquellas naciones a sus dioses, yo tambi&#233;n les servir&#233;. 31No har&#225;s as&#237; a Jehov&#225; tu Dios; porque toda cosa abominable que Jehov&#225; aborrece, hicieron ellos a sus dioses; pues aun a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego a sus dioses.</div><div class="p"> 32Cuidar&#225;s de hacer todo lo que yo te mando; no a&#241;adir&#225;s a ello, ni de ello quitar&#225;s.#Dt. 4.2; Ap. 22.18-19.</div>
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 <div class="chapter ch13" data-usfm="DEU.13">
 <div class="label">13</div><div class="p"> 1Cuando se levantare en medio de ti profeta, o so&#241;ador de sue&#241;os, y te anunciare se&#241;al o prodigios, 2y si se cumpliere la se&#241;al o prodigio que &#233;l te anunci&#243;, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirv&#225;mosles; 3no dar&#225;s o&#237;do a las palabras de tal profeta, ni al tal so&#241;ador de sue&#241;os; porque Jehov&#225; vuestro Dios os est&#225; probando, para saber si am&#225;is a Jehov&#225; vuestro Dios con todo vuestro coraz&#243;n, y con toda vuestra alma. 4En pos de Jehov&#225; vuestro Dios andar&#233;is; a &#233;l temer&#233;is, guardar&#233;is sus mandamientos y escuchar&#233;is su voz, a &#233;l servir&#233;is, y a &#233;l seguir&#233;is. 5Tal profeta o so&#241;ador de sue&#241;os ha de ser muerto, por cuanto aconsej&#243; rebeli&#243;n contra Jehov&#225; vuestro Dios que te sac&#243; de tierra de Egipto y te rescat&#243; de casa de servidumbre, y trat&#243; de apartarte del camino por el cual Jehov&#225; tu Dios te mand&#243; que anduvieses; y as&#237; quitar&#225;s el mal de en medio de ti.</div><div class="p"> 6Si te incitare tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo, tu hija, tu mujer o tu amigo &#237;ntimo, diciendo en secreto: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ni t&#250; ni tus padres conocisteis, 7de los dioses de los pueblos que est&#225;n en vuestros alrededores, cerca de ti o lejos de ti, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo de ella; 8no consentir&#225;s con &#233;l, ni le prestar&#225;s o&#237;do; ni tu ojo le compadecer&#225;, ni le tendr&#225;s misericordia, ni lo encubrir&#225;s, 9sino que lo matar&#225;s; tu mano se alzar&#225; primero sobre &#233;l para matarle, y despu&#233;s la mano de todo el pueblo. 10Le apedrear&#225;s hasta que muera, por cuanto procur&#243; apartarte de Jehov&#225; tu Dios, que te sac&#243; de tierra de Egipto, de casa de servidumbre; 11para que todo Israel oiga, y tema, y no vuelva a hacer en medio de ti cosa semejante a esta.</div><div class="p"> 12Si oyeres que se dice de alguna de tus ciudades que Jehov&#225; tu Dios te da para vivir en ellas, 13que han salido de en medio de ti hombres imp&#237;os que han instigado a los moradores de su ciudad, diciendo: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que vosotros no conocisteis; 14t&#250; inquirir&#225;s, y buscar&#225;s y preguntar&#225;s con diligencia; y si pareciere verdad, cosa cierta, que tal abominaci&#243;n se hizo en medio de ti, 15irremisiblemente herir&#225;s a filo de espada a los moradores de aquella ciudad, destruy&#233;ndola con todo lo que en ella hubiere, y tambi&#233;n matar&#225;s sus ganados a filo de espada. 16Y juntar&#225;s todo su bot&#237;n en medio de la plaza, y consumir&#225;s con fuego la ciudad y todo su bot&#237;n, todo ello, como holocausto a Jehov&#225; tu Dios, y llegar&#225; a ser un mont&#243;n de ruinas para siempre; nunca m&#225;s ser&#225; edificada. 17Y no se pegar&#225; a tu mano nada del anatema, para que Jehov&#225; se aparte del ardor de su ira, y tenga de ti misericordia, y tenga compasi&#243;n de ti, y te multiplique, como lo jur&#243; a tus padres, 18cuando obedecieres a la voz de Jehov&#225; tu Dios, guardando todos sus mandamientos que yo te mando hoy, para hacer lo recto ante los ojos de Jehov&#225; tu Dios.</div>
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 <div class="chapter ch14" data-usfm="DEU.14">
 <div class="label">14</div><div class="p"> 1Hijos sois de Jehov&#225; vuestro Dios; no os sajar&#233;is, ni os rapar&#233;is a causa de muerto.#Lv. 19.28; 21.5. 2Porque eres pueblo santo a Jehov&#225; tu Dios, y Jehov&#225; te ha escogido para que le seas un pueblo &#250;nico#Ex. 19.5-6; Dt. 4.20; 7.6; 26.18; Tit. 2.14; 1 P. 2.9. de entre todos los pueblos que est&#225;n sobre la tierra.</div><div class="s">Animales limpios e inmundos</div><div class="r">(Lv. 11.1-47)</div><div class="p"> 3Nada abominable comer&#225;s. 4Estos son los animales que podr&#233;is comer: el buey, la oveja, la cabra, 5el ciervo, la gacela, el corzo, la cabra mont&#233;s, el &#237;bice, el ant&#237;lope y el carnero mont&#233;s. 6Y todo animal de pezu&#241;as, que tiene hendidura de dos u&#241;as, y que rumiare entre los animales, ese podr&#233;is comer. 7Pero estos no comer&#233;is, entre los que rumian o entre los que tienen pezu&#241;a hendida: camello, liebre y conejo; porque rumian, mas no tienen pezu&#241;a hendida, ser&#225;n inmundos; 8ni cerdo, porque tiene pezu&#241;a hendida, mas no rumia; os ser&#225; inmundo. De la carne de estos no comer&#233;is, ni tocar&#233;is sus cuerpos muertos.</div><div class="p"> 9De todo lo que est&#225; en el agua, de estos podr&#233;is comer: todo lo que tiene aleta y escama. 10Mas todo lo que no tiene aleta y escama, no comer&#233;is; inmundo ser&#225;.</div><div class="p"> 11Toda ave limpia podr&#233;is comer. 12Y estas son de las que no podr&#233;is comer: el &#225;guila, el quebrantahuesos, el azor, 13el gallinazo, el milano seg&#250;n su especie, 14todo cuervo seg&#250;n su especie, 15el avestruz, la lechuza, la gaviota y el gavil&#225;n seg&#250;n sus especies, 16el b&#250;ho, el ibis, el calam&#243;n, 17el pel&#237;cano, el buitre, el somormujo, 18la cig&#252;e&#241;a, la garza seg&#250;n su especie, la abubilla y el murci&#233;lago. 19Todo insecto alado ser&#225; inmundo; no se comer&#225;. 20Toda ave limpia podr&#233;is comer.</div><div class="p"> 21Ninguna cosa mortecina comer&#233;is; al extranjero que est&#225; en tus poblaciones la dar&#225;s, y &#233;l podr&#225; comerla; o v&#233;ndela a un extranjero, porque t&#250; eres pueblo santo a Jehov&#225; tu Dios. No cocer&#225;s el cabrito en la leche de su madre.#Ex. 23.19; 34.26.</div><div class="s">La ley del diezmo</div><div class="p"> 22Indefectiblemente diezmar&#225;s#Lv. 27.30-33; Nm. 18.21. todo el producto del grano que rindiere tu campo cada a&#241;o. 23Y comer&#225;s delante de Jehov&#225; tu Dios en el lugar que &#233;l escogiere para poner all&#237; su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehov&#225; tu Dios todos los d&#237;as. 24Y si el camino fuere tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que Jehov&#225; tu Dios hubiere escogido para poner en &#233;l su nombre, cuando Jehov&#225; tu Dios te bendijere, 25entonces lo vender&#225;s y guardar&#225;s el dinero en tu mano, y vendr&#225;s al lugar que Jehov&#225; tu Dios escogiere; 26y dar&#225;s el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa que t&#250; deseares; y comer&#225;s all&#237; delante de Jehov&#225; tu Dios, y te alegrar&#225;s t&#250; y tu familia. 27Y no desamparar&#225;s al levita que habitare en tus poblaciones; porque no tiene parte ni heredad contigo.</div><div class="p"> 28Al fin de cada tres a&#241;os sacar&#225;s todo el diezmo de tus productos de aquel a&#241;o, y lo guardar&#225;s en tus ciudades. 29Y vendr&#225; el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el hu&#233;rfano y la viuda que hubiere en tus poblaciones, y comer&#225;n y ser&#225;n saciados; para que Jehov&#225; tu Dios te bendiga en toda obra que tus manos hicieren.</div>
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 <div class="chapter ch15" data-usfm="DEU.15">
 <div class="label">15</div><div class="s">El a&#241;o de remisi&#243;n</div><div class="p"> 1Cada siete a&#241;os har&#225;s remisi&#243;n. 2Y esta es la manera de la remisi&#243;n: perdonar&#225; a su deudor todo aquel que hizo empr&#233;stito de su mano, con el cual oblig&#243; a su pr&#243;jimo; no lo demandar&#225; m&#225;s a su pr&#243;jimo, o a su hermano, porque es pregonada la remisi&#243;n de Jehov&#225;. 3Del extranjero demandar&#225;s el reintegro; pero lo que tu hermano tuviere tuyo, lo perdonar&#225; tu mano, 4para que as&#237; no haya en medio de ti mendigo; porque Jehov&#225; te bendecir&#225; con abundancia en la tierra que Jehov&#225; tu Dios te da por heredad para que la tomes en posesi&#243;n, 5si escuchares fielmente la voz de Jehov&#225; tu Dios, para guardar y cumplir todos estos mandamientos que yo te ordeno hoy. 6Ya que Jehov&#225; tu Dios te habr&#225; bendecido, como te ha dicho, prestar&#225;s entonces a muchas naciones, mas t&#250; no tomar&#225;s prestado; tendr&#225;s dominio sobre muchas naciones, pero sobre ti no tendr&#225;n dominio.</div><div class="s">Pr&#233;stamos a los pobres</div><div class="p"> 7Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehov&#225; tu Dios te da, no endurecer&#225;s tu coraz&#243;n, ni cerrar&#225;s tu mano contra tu hermano pobre, 8sino abrir&#225;s a &#233;l tu mano liberalmente, y en efecto le prestar&#225;s lo que necesite.#Lv. 25.35. 9Gu&#225;rdate de tener en tu coraz&#243;n pensamiento perverso, diciendo: Cerca est&#225; el a&#241;o s&#233;ptimo, el de la remisi&#243;n, y mires con malos ojos a tu hermano menesteroso para no darle; porque &#233;l podr&#225; clamar contra ti a Jehov&#225;, y se te contar&#225; por pecado. 10Sin falta le dar&#225;s, y no ser&#225;s de mezquino coraz&#243;n cuando le des; porque por ello te bendecir&#225; Jehov&#225; tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que emprendas. 11Porque no faltar&#225;n menesterosos en medio de la tierra;#Mt. 26.11; Mr. 14.7; Jn. 12.8. por eso yo te mando, diciendo: Abrir&#225;s tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.</div><div class="s">Leyes sobre los esclavos</div><div class="r">(Ex. 21.1-11)</div><div class="p"> 12Si se vendiere a ti tu hermano hebreo o hebrea, y te hubiere servido seis a&#241;os, al s&#233;ptimo le despedir&#225;s libre. 13Y cuando lo despidieres libre, no le enviar&#225;s con las manos vac&#237;as. 14Le abastecer&#225;s liberalmente de tus ovejas, de tu era y de tu lagar; le dar&#225;s de aquello en que Jehov&#225; te hubiere bendecido. 15Y te acordar&#225;s de que fuiste siervo en la tierra de Egipto, y que Jehov&#225; tu Dios te rescat&#243;; por tanto yo te mando esto hoy. 16Si &#233;l te dijere: No te dejar&#233;; porque te ama a ti y a tu casa, y porque le va bien contigo; 17entonces tomar&#225;s una lesna, y horadar&#225;s su oreja contra la puerta, y ser&#225; tu siervo para siempre; as&#237; tambi&#233;n har&#225;s a tu criada. 18No te parezca duro cuando le enviares libre, pues por la mitad del costo de un jornalero te sirvi&#243; seis a&#241;os; y Jehov&#225; tu Dios te bendecir&#225; en todo cuanto hicieres.#Lv. 25.39-46.</div><div class="s">Consagraci&#243;n de los primog&#233;nitos machos</div><div class="p"> 19Consagrar&#225;s a Jehov&#225; tu Dios todo primog&#233;nito macho de tus vacas y de tus ovejas;#Ex. 13.12. no te servir&#225;s del primog&#233;nito de tus vacas, ni trasquilar&#225;s el primog&#233;nito de tus ovejas. 20Delante de Jehov&#225; tu Dios los comer&#225;s cada a&#241;o, t&#250; y tu familia, en el lugar que Jehov&#225; escogiere. 21Y si hubiere en &#233;l defecto, si fuere ciego, o cojo, o hubiere en &#233;l cualquier falta, no lo sacrificar&#225;s a Jehov&#225; tu Dios. 22En tus poblaciones lo comer&#225;s; el inmundo lo mismo que el limpio comer&#225;n de &#233;l, como de una gacela o de un ciervo. 23Solamente que no comas su sangre;#Gn. 9.4; Lv. 7.26-27; 17.10-14; 19.26; Dt. 12.16,23. sobre la tierra la derramar&#225;s como agua.</div>
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