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Sin ninguna duda, Jesús es la persona con más influencia de la historia. Su vida, enseñanza y ministerio han moldeado la sociedad durante generaciones. Incluso la gente no cristiana estaría de acuerdo con que su influencia es la más significativa del mundo. Hay otras personas que han cambiado el mundo a lo largo de la historia como William Shakespeare, Albert Einstein, Vincent Van Gogh y Mozart. Cada uno ha influenciado al mundo de una manera única, pero hay una gran diferencia. Todos ellos murieron, pero ¡Jesús resucitó! ¡Está vivo!

La vida de Jesús no es una simple lección de historia. Murió y resucitó por ti, y ahora mismo está VIVO. Jesús murió y resucitó para salvarnos del pecado. Él es nuestro Salvador. Su vida, muerte y resurrección implican un gran cambio personal para ti y para mí. ¡Cambia nuestra vida y nuestro futuro!

¡La tumba estaba vacía! Jesús pasó de la muerte a la vida cuando resucitó. Cuando elegimos seguir a Jesús, cruzamos de la muerte a la vida. Cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador, empezamos el camino que lleva a la vida eterna.

No hace falta que sepamos todo acerca de Jesús, que aprobemos un examen o que lleguemos a la perfección para ser salvados. La Biblia nos cuenta que es tan simple como esto: «Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo». Simplemente tenemos que decidir en nuestro corazón cambiar y dejar de vivir la vida a nuestra manera para seguir la manera de Jesús. A menudo marcamos esta decisión con una simple oración que seguramente nos hayas oído hacer también los domingos en la iglesia.