No Compres La MentiraMuestra

Compramos la mentira cuando nos dejamos engañar por personas

No solo no nos dejemos engañar por emociones ni por el enemigo, sino también nos dejemos engañar por personas. 

“Sansón, era un hombre guapo y melenudo, que consagrado a Dios desde su nacimiento. Tenía una fuerza sobrenatural y nadie podía derrotarlo. Sansón se había casado con Dalila, una filistea, consciente de que no tenía permitido casarse con una mujer de esa tribu enemiga de los Israelitas. Muchas veces Dalila intentó averiguar de dónde provenía la fuerza de Sansón, pero él no le decía la verdad. Hasta que, en su cuarto intento, Dalila logra que Sansón le confiese el secreto de su fuerza: su cabellera que jamás fue cortada. Así que mientras dormía Sansón, los filisteos le afeitaron la cabeza para luego capturarlo y derrotarlo. Sansón fue engañado por la persona más cercana a él”.

Amigo, amiga… quiero decirte hoy: ¡No te cases con Dalila! Dalila representa a esas personas que quieren engañarte, que quieren desviarte… Aquellos que quieren verte derrotado, aquellos que no celebran tu éxito, aquellos que no ven tu potencial, aquellos que te quieren ver limitado… ¡y pueden incluso ser cristianos! 

No podemos dejarnos engañar por personas. Por eso las relaciones son tan importantes. Es clave para nuestras vidas rodearnos de las personas correctas, aquellas que nos animarán, nos edificarán en nuestro propósito y levantarán siempre nuestra mirada. 

¿Quiénes son las personas que te rodean? 

Oración: Padre, te doy gracias por las personas que pusiste en mi entorno que me ayudan a crecer en la fe y en tu camino. Ayúdame a identificar aquellas personas que no me hacen bien, que me desvían de tu propósito y que quieren engañarme. Te pido que me ayudes a rodearme de las personas correctas. Amén.