La Búsqueda de la Humildad

Por: Danny Saavedra

“Cada uno debe buscar no sólo su propio bien, sino también el bien de los demás.”—Filipenses 2:4 (NBV)

Al igual que el versículo tres, Filipenses 2:4 continúa basándose en la idea expuesta por Pablo en los dos primeros versículos, describiendo los efectos positivos que pueden tener sobre el creyente: "tener un mismo sentir, tener un mismo amor, ser unánimes y tener una misma mente".

Aquí, el apóstol nos dice que debemos "buscar" La palabra griega es skopeó, de donde obtenemos la palabra en español, escudriñar. Y como sabemos, escudriñar significa investigar, escanear o mirar con atención. Implica indagar y profundizar. Es equivalente a fijar la vista (la mente) o dirigir la atención. Entonces, cuando Pablo dice "busquen", lo que está diciendo a los filipenses es que escudriñen (similar a Filipenses 2:21). Él nos está instruyendo a no solo poner a los demás en primer lugar en los momentos en que surge una situación de necesidad, sino también buscar intencionalmente en todo momento, a poner el bien de los demás en primer lugar y no solo el nuestro. Habla de un amor, un estilo de vida y una mentalidad que se olvidan de sí mismos.

Algo que también debe tenerse en cuenta es la estructura de la instrucción de Pablo al escoger cuidadosamente sus palabras: "Cada uno debe buscar no sólo su propio bien, sino también..." (énfasis agregado). Al usar "también”; vemos que Pablo no criticó el amor propio, ni llamó egoísta al creyente por cuidar de sus propias necesidades. Pablo entendió que el hombre tiene necesidades básicas y fundamentales que deben ser atendidas, que el hombre es tanto un ser individual como parte de una sociedad, uno puede considerar sus propias necesidades como inferiores a las necesidades de los demás, pero no puede ignorarlas.

Ésta es una lección importante para nosotros. En su libro Guarda tu alma: Cuidando la parte más importante de ti, John Ortberg escribió: "Una paradoja del alma es que es incapaz de satisfacerse a sí misma, pero también es incapaz de vivir sin satisfacción. Fuimos hechos para encontrar la satisfacción del alma, pero solo podrás  encontrarla en Dios”.

Siempre recuerda, mientras buscas las necesidades de los demás, mientras buscas humillarte, nunca descuides tu necesidad de Dios o tu relación con Él. Camina de la mano de Dios todos los días, recibe el alimento de Su Palabra y busca de Su Espíritu. De hecho, esto te permitirá mantenerte humilde y poner a los demás en primer lugar. Te equipará para cuidar de los demás, ¡porque el Señor ya te ha cuidado a ti!