Invitado EspecialMuestra

Él nos enseñó

Jesús se vio sentado junto a otros invitados, pero Su actitud era totalmente diferente a los demás. Él es un invitado especial.

Hay un pasaje que dice que Jesús vio a las multitudes y tuvo compasión de ellas porque los veía desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Él no hace más que mirar con ojos de líder. 

Compasión es sentir algo por alguien pero no quedarse de brazos cruzados; es accionar.

Seguramente en las bodas de Cana, muchos vieron que algo faltaba, pero fue el aporte de Jesús el que dio como resultado el vino.

Aunque era Él quien tenía el poder en Su mano, no veo en el texto intentos de otros para lograrlo.

Aparte de que un líder tiene la capacidad de crear, los líderes ven cosas antes que los demás. Llegan a un lugar y ven que pueden aportar en vez de esperar a recibir algo.

No quiero centrarme solamente en el tema de liderazgo, aunque es un tema que me apasiona. El punto aquí es lo que quiero que veamos.

Jesús nos enseña en este texto que, aunque nos corresponde por el solo hecho de ser invitados formales a la fiesta, que alguien se ocupe de servirnos. Veamos con Sus ojos y Su postura colaborativa y creativa las circunstancias en donde nos encontremos.

La madre de Jesús blanqueó la situación. ¡No tiene vino!, Le dijo. Y seguramente Jesús también vio que algo faltaba, pero se dio aquí el combo perfecto. Alguien pide, el Señor ve la necesidad y responde de manera creativa. 

Dios nos enseña que, más allá del pedido, es parte de Su voluntad vernos transformados. El milagro que hizo fue para Él también; probó de ese vino especial. Él quiere hacerlo, porque disfruta de los resultados, tanto o más que nosotros mismos. 

¡Te dejo un abrazo!

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