Invitado EspecialMuestra

Vino nuevo

El vino produce efectos positivos y negativos en el cuerpo de una persona.

Los expertos en medicina del cuerpo suelen recomendar un vaso de vino en la comida, ya que este es beneficioso en cuanto al sistema digestivo, la circulación de la sangre y demás. Un vaso, no más.

En mi país (Argentina) somos fanáticos del asado (carne asada). Y por lo general competimos en cuanto a la manera de hacerlo; suele ser un largo tema de debate. Ahora lo que es casi una afirmación irrevocable es que asado sin vino no es asado.

Contrario a esto, beberlo en exceso puede traernos consecuencias irreparables en el cuerpo y, posteriormente, enfermedades que nos llevarían a someternos a largos tratamientos. El punto aquí es si produce algo.

Como venimos leyendo en nuestro plan, nosotros somos vino, y no solo debemos, sino que tenemos que causar efectos en las personas.

Quizás relaciones la formas de ayudar a otros con estar parado frente a una gran multitud para hablarles del amor de Jesús, o tener una suculenta cuenta bancaria y así disponer de los fondos para dar en abundancia. Pero no es así.

Tengo en mi mano un teléfono celular desde el cual puedo escribir, o en su defecto, un lápiz y un papel. Quizás eres bueno en el arte, o tu fuerte son las relaciones interpersonales o la música.

Es muy probable que lo que tienes como desecho, para otro puede significar un tesoro.

Aunque no lo veas, estás equipado con munición pesada, pero para ser utilizado en beneficio de otros (Efesios 4:8).

Debemos procurar causar un efecto que inspire a otros. Estás leyendo esto porque alguien decidió darle un mejor uso a su teléfono celular y a su tiempo. 

No hace falta tener un título de peso colgado en la pared, ni la mejor formación académica; solo saber que somos vino, producto de una transformación que ocurrió seguida de una invitación que le hicimos al Señor.