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Alumbrando a Todos

DÍA 5 DE 5

  


Una Luz Para Todos


El brillo de un creyente no proviene de sí mismo, eso es imposible. Nuestro brillo proviene de la luz de Cristo que está en nosotros. ¡Cuánta conciencia debemos tener de nuestro llamado a ser luz! Si te estás preguntando cuál es el llamado de Dios para tu vida debes saber que ese llamado está explícitamente expresado en su Palabra para todos los llamados de su nombre.


“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres.” ¿Crees que los que te rodean están siendo beneficiados por tu luz? Juan ardía y alumbraba. La oscuridad del mundo quedaba anulada con su vida y su ministerio. El Señor Jesús dio testimonio de su luz. ¿Dará el Señor ese mismo testimonio de nosotros? ¿Estaremos cumpliendo su llamado de ser luz para el mundo? Los que entran en contacto con nosotros, ¿pueden ver Su luz? 


Para que eso ocurra en nuestras vidas es importante el aceite en nuestras lámparas, es decir la unción del Espíritu Santo de Dios en nosotros. No hay otra manera, no existen otros elementos que nos den la capacidad de alumbrar. Para que ardamos tiene que estar el fuego del Espíritu en nosotros. Por eso Pablo le decía a Timoteo: “Aviva el fuego del don de Dios que está en ti.” Y a los tesalonicenses les decía: “No apaguéis el Espíritu.” 


¡Cuán importante es que el Espíritu de Dios llene cada espacio de nuestro ser! Nuestro Padre quiere que lo obedezcamos y lo reverenciemos, que dependamos de Él y que seamos sensibles a su voz y su dirección. De esa forma, llenos del aceite del Espíritu, seremos antorchas que ardamos y alumbremos para bendición de los que nos rodean y para la gloria de Dios.


Cristo en nosotros es luz. ¿Le dejamos ver a otros? Su Palabra en nosotros es luz, ¿Somos guiados por ella? “Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz.” ¿Ve el mundo que nos rodea la luz que hay en nosotros? “El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.” 


La realidad es que la luz de Cristo habita en cada creyente y el llamado de Dios es a que iluminemos este mundo, hablemos su verdad y vivamos conforme a esa verdad. Si eso significa quebranto, humillación, obediencia, santidad entonces es necesario que sea roto nuestro yo y salga con intensidad la luz de Cristo en nosotros. El mundo lo necesita con urgencia.

Día 4

Acerca de este Plan

Alumbrando a Todos

Los cristianos tenemos ante nosotros el divino llamado de Dios a ser luz en medio de las tinieblas. Es la más importante de nuestras misiones. ¿Cómo lo hacemos? ¿De qué manera podemos ser para este mundo la luz que pueda...

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Nos gustaría agradecer a Grettchen Figueroa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://facebook.com/GrettchenStage

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