Sin Vergüenza: Descubre Tu Lugar en Las Tensiones De La IdentidadMuestra

Dia 5 -- La sanidad siempre está del otro lado

El trabajo que hemos estado haciendo los últimos días no es fácil. Identificar la tensión en la que vivimos, aceptar nuestra identidad como hijos e hijas adoptivos y cómo eso incluye nuestra composición cultural y étnica, confesar áreas en las que sucumbimos a las presiones sociales para esforzarnos por ser como alguien que no fuimos. creado para ser. Al tomar las convicciones y aspiraciones de la cultura dominante desde el centro de nuestra relación con Dios, hacemos el trabajo de descolonizar nuestra fe. Asumir este trabajo es reconocer que, si bien hay algunos aspectos útiles que se encuentran en la expresión dominante del cristianismo occidental, falta en su alcance para abordar nuestras realidades vivas como minorías étnicas. En cierto sentido, esto significa que debemos descolonizar nuestra fe.

Haga una pausa y respire. Este trabajo requiere una reflexión profunda, una oración dinámica y mucho tiempo para orar y procesar.

Sin embargo, anímate de que hay un gran avance en el otro lado del caos de la identidad.

En Marcos 5: 25-34, la historia de la mujer que sangra es tan hermosa porque se enfoca en un solo individuo que es visto en medio de una multitud. Jesús estaba rodeado por una gran multitud presionando contra él, pero inmediatamente notó cuando el toque de alguien provocó un intercambio genuino. Las Escrituras dicen que Jesus sintió que poder salió de él cuando la mujer lo tocó. La mujer de esta historia se destacó entre la multitud y participó en un intercambio histórico con Jesús, todo por su fe. Ella realmente creía que la sanidad vendría si simplemente tocaba el manto de Jesús. Esta no fue una acción performativa ni un momento de esfuerzo. Se podría argumentar que muchas personas en la multitud tenían esos motivos: ser reconocidos, luchar, ser parte de algo más grande que ellos mismos. Pero esta mujer era diferente, la postura de su corazón era diferente. Verdaderamente vio a Jesús como su sanador.

Tengamos también en cuenta que esta mujer no tenía una posición social y probablemente no estaba económica fija. Su enfermedad la dejó al margen de la sociedad. Sin embargo, de alguna manera, en medio de una multitud y tanta gente suplicando por la atención del Mesías, su fe y reverencia por Jesús marcó la diferencia.

Hay un intercambio sagrado esperándote al otro lado de este viaje. A medida que experimente conocerse a sí mismo y a Jesús de una manera más profunda, puede encontrarse con experiencias dolorosas de su pasado. Relaciones rotas, conflictos no resueltos, traumas pasados, etc. Servimos a un Dios que se preocupa profundamente por estas heridas y pone su curación a disposición de aquellos que adoptan una postura de fe, listos para recibir su poder.

Por último, reflexione sobre el capítulo anterior, Marcos 4, específicamente Marcos 4: 35-41. Es interesante que en los momentos previos a Marcos 5, cuando vemos a Jesús realizar muchos milagros de sanidad, los discípulos y Jesús se encuentran subiendo a un bote justo cuando se acerca una tormenta. Los discípulos instaron a Jesús a no ir al otro lado, pero como todos sabemos, Jesús pudo calmar la tormenta. A veces, el trabajo de sanidad es doloroso, especialmente si el conflicto forma parte de él. Pero recuerda que Jesús está presente durante todo el camino, y del otro lado no solo hay sanidad, sino autoridad. Cuando llegaron al otro lado de la tormenta, Jesús y los discípulos pudieron expulsar demonios, traer sanidad y, en última instancia, dar gloria al nombre más elevado.

Tiempo de refleccion:

• ¿De qué es algo de lo que necesita curarse? Ya sea espiritual, emocional o físico, anótelo.


• Tómese su tiempo hoy y durante los próximos días y examine la postura de su corazón. ¿Crees que Jesús es el máximo sanador? Permítete luchar con esta verdad a través del diálogo con el Señor.


• Tómese el tiempo para hacer una pausa durante los próximos días y reflexionar sobre las verdades y revelaciones que puede traer este devocional.