Control 

Seamos realistas, como atletas, tenemos mucho que hacer. Tenemos clases, tareas, prácticas, entrenamientos, juegos, viajes, actividades sociales, servicio comunitario y (con suerte) descanso. Como cristianos, también tenemos iglesia, estudios bíblicos y tiempos con Dios todos los días. Todo esto combinado puede provocar mucho estrés y ansiedad. No sentimos que podamos permitirnos un desliz en ningún área.

Entonces, pasamos al control. Si podemos mantener todo bajo nuestra estricta autoridad, podríamos lograrlo. Pero no será fácil. Tendremos que asegurarnos de estar al tanto de nuestro juego, en todo momento, pensando en todos los escenarios posibles que podrían salir mal al hacer un plan para evitarlo.

Ese tipo de estilo de vida es más estresante; lo que nos lleva a horarios inamovibles, actividad social limitada, dieta y ejercicio inusualmente rígido, manipulación de personas y situaciones, y tendencia a mentir para mantener el control. Si bien es bueno tener disciplina y límites saludables, cuando nuestra necesidad de control comienza a desplazar el plan de Dios, nuestras relaciones, nuestra salud y nuestra paz, tenemos un problema que debemos enfrentar.

Aquí hay algo que tal vez no desees escuchar: no tienes la capacidad para controlar el mundo que te rodea. Todos estamos a merced de poderes mucho más grandes que nosotros.

Gracias a Dios. Si bien puede dar miedo pensar en la idea de no tener el control de nada, no lo será si sabemos quién es Él.

Cuando comenzamos a descubrir la naturaleza y el poder del Dios que nos guía, nos protege y nos ayuda; sabremos que Su Palabra dice cosas como, "Él nunca nos dejará" (Hebreos 13: 5) y que, "Él hace que todas las cosas trabajen para nuestro bien" (Romanos 8:28). Con el tiempo, comenzaremos a confiar en Él a medida que demuestres tu fidelidad y podamos mantener la paz incluso cuando las cosas comiencen a moverse en una dirección que no nos agrada.

Preguntas:

1. ¿Cómo reaccionas cuando algo desvía tu plan u horario?

2. ¿Cuánta ansiedad te produce sentirte fuera de control? ¿Cómo manejas esa ansiedad?

3. ¿Qué dice la Biblia a cerca de la fidelidad de Dios? (No te limites a contestar de forma espontánea. Estudia un poco el tema).