Los Cambios Del Dios Que No CambiaMuestra

“Porque yo Jehová no cambio” Mal. 3:6

Jehová es un Dios que no cambia. Tenemos la seguridad y la certeza de saber que en Él no hay sombra de variación. Por eso, podemos estar seguros de que sus promesas siempre serán cumplidas y su plan perfecto se consumará, no importa qué ni quién se quiera interponer para evitarlo. Estamos parados sobre una roca firme que es Cristo y pertenecemos a un reino inconmovible, a un Dios que permanece para siempre y que nos dio una Palabra que no pasará.

Pero es interesante el hecho de que, ese Dios a quien servimos, quien es el mismo ayer, hoy y por los siglos, es un Dios que cambia. ¿Es cierto eso? Pues sí, Su poder es infinito y hace lo imposible posible, cambia el desierto en río, lo débil en fuerte, lo necio en sabio, las tinieblas las hace luz. El corazón lo muda para hacerlo nuevo, y hace lo que quiere como quiere. Cambia una piel leprosa y la hace como la piel de un niño, y a un corazón pecador rojo como la grana, lo convierte en un corazón blanco como la nieve.

¿Por qué un Dios que no cambia opera cambios continuos en su creación? En muchos casos porque su corazón se conmueve, porque responde a la oración de sus hijos, porque es un Dios amante que nos lleva a ser semejantes a Él por un proceso continuo y transformador.

Todos deberíamos anhelar que nuestro Dios produzca en nosotros los cambios que sean necesarios para que le exaltemos con nuestras vidas y seamos instrumentos para su gloria.

Gracias Señor, por poner tu mirada en mí para que pueda ser transformado/a por el poder de tu Espíritu Santo.

Agradezco al pastor Jonathan Riddering por su colaboración en el diseño del título en la imagen de este plan.