Aun si no lo haceMuestra

La frase de tu vida

En estos últimos tiempos he escuchado tantas historias, he visto tantas cosas en las noticias y, honestamente, hubo momentos en que me he encontrado un poco abrumada. He orado al Señor preguntándole por qué a veces estoy tan agobiada que cuando oro no veo su respuesta.

Puede que tú te hayas cuestionado lo mismo. Es en esos momentos que, como hijos de Dios y como creyentes, nos tenemos que preguntar si vamos a permanecer firmes, a seguir creyendo que Dios es bueno. Tenemos que decidir si seguiremos confiando, aunque no entendamos el porqué de las cosas, o si nos rendiremos ante nuestra situación.

Puede que hoy no entiendas nada, pero te animo a poner tu mirada en Dios, en sus promesas y en su fidelidad, que nunca se acabará. 

En Daniel 3, el rey Nabucodonosor había ordenado que cada vez que sonara una música determinada, todos adoraran a la estatua de oro que él había construido. Cualquiera que no cumpliera con esto sería arrojado a un horno de fuego. ¡Qué locura! 

Sadrac, Mesac y Abednego eran hombres hebreos, llevados como esclavos a Babilonia. Estos tres hombres eran fieles al rey, pero cuando se les pidió adorar a falsos dioses, las cosas cambiaron, ellos no se postraron, permanecieron de pie a diferencia del resto. 

A pesar de esto, el rey les dio una segunda oportunidad. Ellos, sin embargo, siguieron en su postura, aunque eso significara la muerte. Así que los llevaron al horno, que estaba siete veces más caliente de lo normal y, una vez dentro, el rey notó que había una cuarta persona con ellos, Dios estaba ahí. 

No sé ustedes, pero cuando yo necesito encender un fuego o prender la chimenea, mis manos, mi cabello, mi ropa, todo tiene olor a humo. ¡Estos hombres, al salir del horno, ni siquiera eso tenían! ¡Dios se llevó la gloria! 

Creo que las palabras de ellos son tan poderosas que las nombraría declaración del año, una frase digna de postear en Instagram:

“El Dios al que servimos puede librarnos del horno y de las manos de su Majestad. Pero, aun si nuestro Dios no lo hace así…” #aunsinolohace 

Mi anhelo es que al final de este devocional puedas quedarte con esta frase, te la apropies, que sea tu frase, el hashtag del resto de tu año, del resto de tu vida.