Necesito un espacio con DiosMuestra

 “Antes de que soplen las brisas del amanecer y huyan las sombras de la noche, correré a la montaña de mirra y al cerro del incienso”.

Cuando era niño, pensaba que el firmamento solo se extendía hasta las figuras que formaba el viento en su paso al acariciar las nubes. Hoy, tengo claro que, detrás de las nubes, está la luz del sol; que, después de una larga noche, llega la luz de un nuevo amanecer. Tengo claro que, en algún momento, el Creador del Universo enviará la ayuda parcial o definitiva que tantas personas necesitan en este momento. Pero, mientras llega la ayuda divina, me refugiaré en lo que se ha entregado (la palabra de verdad), purificaré mi vida con la mirra de la reflexión y el arrepentimiento y fortaleceré mi mente y corazón con el incienso de la oración. Hasta entonces, seré consciente de que, de la aflicción, saldré purificado y fortalecido.

¿Qué tal tú?

¿Crees que, mientras llega la ayuda divina, puedes aprovechar este tiempo preparándote en diversas áreas, nutrir tu vida con la presencia de Dios, realizar actividades que dejaste de lado hace tiempo, orar, crecer espiritual e intelectualmente? Pero, sobre todo, no dejes que este tiempo pase por tu vida sin dejar un fruto especial.

Recuerda: “Los que siembran con lágrimas cosecharán con gritos de alegría. Lloran al ir sembrando sus semillas, pero regresan cantando cuando traen la cosecha”.

Gracias por completar nuestro Plan "Necesito un espacio a solas con Dios". Oramos, querido lector, para que este contenido sea de gran beneficio para ti. 

Pr. Juan Carlos Calle

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