Superando desordenes alimenticiosMuestra

La Biblia no menciona específicamente la anorexia, ortorexia, bulimia u otros desórdenes alimenticios, por lo que puede ser difícil saber por qué son tan dañinos o cómo manejarlos. No obstante, probablemente por instinto, sabes que abusar de la comida está mal porque tus acciones dañinas son probablemente seguidas por una culpa enorme. La verdad es que Dios tiene mucho más guardado para ti, y la Biblia realmente aborda tu batalla. Sólo que probablemente no en la forma que lo esperabas.

Hay una variedad de temas que identifican cómo los desórdenes alimenticios que lastiman el corazón de Dios. Primero que todo, somos hechos a la imagen de Dios, y somos creados con un inherente valor, dignidad y estima. Cuando seguimos a Jesús, el Espíritu Santo vive dentro de nosotros, y se nos manda a honrar nuestros cuerpos porque son un templo. Dañándonos directamente en cualquier forma ignora cuán profundamente Él se preocupa por nosotros, y nos ama.

Otra forma de ver cómo una relación insalubre con la comida lastima el corazón de Dios es a través de la imaginación de idolatría. Aguanta con nosotros en esto. Idolatría es poner cualquier cosa o persona antes que Dios en nuestros corazones o vidas. La idolatría trae a nuestro Dios un enojo justo porque Él es celoso de nosotros. Él mandó a Su Hijo a la cruz para que tuviésemos vida eterna con Él, libres y perdonados de nuestros pecados. ¿Cómo podríamos hacer otra cosa que adorar a nuestro abnegado Dios, y sólo a Él?

Deberíamos adorar sólo a Dios, pero demasiado a menudo no lo conseguimos, y comenzamos a amar e idolatrar algo más. Esto podría ser una variedad de cosas: celebridades, rutinas de ejercitación, comida, nosotros mismos, etc. Piénsalo de esta manera: En lo que sea que estés pasando la mayor cantidad de tiempo, es lo que estás adorando.

Si algo está tomando más de tu atención y pensamientos que Dios, tal vez lo estés idolatrando. Puede ser útil preguntarte a ti mismo: '¿Qué estoy idolatrando?' Podrás encontrar que tus respuestas son un tipo de cuerpo específico, cierto nivel de aptitud física, un estilo de vida irrealista, la apariencia de alguien... la lista continúa. Identifica esas áreas y comienza a hacer de Dios tu foco y el deseo de tu corazón.

El amor propio es saludable; la obsesión propia es idolatría. Sé cuidadoso y ora para que Dios te muestre la diferencia, sabiendo que Él te creó y te ama.

Oración:Dios, me arrepiento de todas las veces que he idolatrado ________ sobre Ti. Perdóname por no honrar mi cuerpo, y ayúdame a aceptar completamente Tu perdón, amor y misericordia. Pido por la sanación completa de mis desórdenes alimenticios. Por favor dame una relación más saludable con la comida. Te adoro a Ti y a Ti solamente. En el nombre de Jesús, amén.