Principios bíblicos para crear actitudes correctasMuestra

Cristo: Nuestro modelo de actitud

Cristo fue ejemplo en todo: carácter, actitud y conducta.  Él es nuestro modelo a imitar. Tal como lo expresa Romanos 15:5 “Ahora, que el Dios de la paciencia y el consuelo les conceda una mentalidad similar, según Cristo Jesús” (Romanos 15:5 - NKJV).

Observemos 4 de sus actitudes de vida dignas de imitar:

• Humildad y mansedumbre

“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas” (Mateo 11:29). Estas palabras fueron dichas con mucha autoridad, pues estaban amparadas del testimonio y ejemplo de una vida ejemplar en humildad y mansedumbre. Jesús nunca demando fama ni reconocimiento, a pesar de ser Dios. Él vino para ser servir y no se servido, por eso dio ejemplo lavando los pies de sus discípulos. Por otra parte, su mansedumbre fue notable aun en las circunstancias que le condujeron a la muerte (Filipenses 2:5-8). Su vida sublime demuestra una carencia total de orgullo, de arrogancia y de vanidad.

• Sujeción – obediencia

Una de las actitudes que más resaltan en Jesús es su sujeción al Padre. Jesús no hizo nada por sí mismo: no juzgó, ni habló, ni actuó, sino en obediencia a la voluntad del Padre (Juan 5:17-30; Juan 12:49-50). Jesús no buscó su propia gloria, sino la del Padre, y con esa actitud dejó un modelo para todos los creyentes.

• Altruismo – compasión

Jesús a lo largo de toda su vida y ministerio manifestó una actitud compasiva y altruista hacia todos los hombres; Él enseñó siempre el valor del prójimo. Esta actitud altruista se manifestó cuando sanaba a los enfermos, o echaba fuera a los demonios, o alimentó físicamente a las multitudes. Sus enseñanzas están impregnadas de una alto y practico altruismo, que demanda dar de comer a los hambrientos, auxiliar a los enfermos, visitar a los presos en las cárceles y, en general, compadecerse de los necesitados y menesterosos. 

• Perdón

Jesús fue un ejemplo de perdón. Aun en su hora más difícil – en la agonía en la cruz - manifestó una actitud perdonadora (Lucas 23:34). Él no albergó resentimiento en su corazón.