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Sembrando la semilla

Por Robert Morris

Cuando abres un paquete de semillas, no se parece en nada a la linda imagen de la planta o de los frutos que decoran el exterior del paquete, ¿no te parece? Pero si los pones en la tierra, tienen el potencial para producir lo que está en la imagen. Es lo mismo con la Palabra de Dios. Cuando leo la Palabra de Dios, la estudio, la medito y la pongo en mi corazón, en realidad estoy plantando la semilla y la semilla producirá fruto. Marcos 4 dice que la Palabra puede producir 30, 60 o 100 veces más, por lo cual, cuando medito la Palabra, estoy pensando en algo que producirá abundantes frutos en mí. El Salmo 119, el capítulo más largo de la Biblia, habla mucho sobre la Palabra. A continuación algunos versos:

En tus mandamientos meditaré; consideraré tus caminos. (Salmo 119:15)

Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí; mas tu siervo meditaba en tus estatutos. (Salmo 119:23)

Sean avergonzados los soberbios, porque sin cause me han calumniado; pero yo meditaré en tus mandamientos. (Salmo 119:78)

Nota cómo, en varios de estos versículos, David básicamente le decía a Dios: "Me he equivocado, pero escogeré meditar en tu Palabra. La gente estaba hablando mal de David y diciendo cosas faltas sobre él, pero él decidió no meditar en esas cosas; en cambio, decidió meditar en la Palabra de Dios. ¿Notas que cada uno de nosotros meditamos en cosas? El problema es el siguiente: cuando estamos atados a algo, es más fácil meditar en la mentira que nos tiene cautivos en lugar de meditar en la verdad que nos libera. Proverbios 23:7 dice: "Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él". Eso significa que si pasamos el tiempo meditando en lujuria, orgullo, enojo, amargura, desánimo y depresión, muy pronto tendremos un corazón tóxico, depresivo y desanimado. Esta bien estar enojado o molesto en un momento, pero la clave no es meditar en eso. Deja de repetirlo en tu mente. Es allí cuando esas actitudes sacan raíces en nuestros corazones.

¿Has tenido alguna vez una discusión con alguien? ¿Cuánto tiempo te tomó pensar en todas las cosas que hubieras querido decir? Tendemos a meditar en esto en lugar de meditar en la Palabra de Dios. En lugar de enfocarnos en estas cosas, necesitamos plantar la semilla de la Palabra de Dios en nuestras vidas para que pueda producir algo bueno en nosotros. Esto es ya un milagro.

Oración

Señor, gracias por darnos acceso a Tu Palabra, que produce buenos frutos en mí. Quiero plantar constantemente Tu verdad en mi corazón. Cuando las circunstancias malas vienen a mi vida, ayúdame a meditar en Tu Palabra en lugar de el dolor. En el nombre de Jesús, amén.

Versículo para Memorizar

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien.Josué 1:8