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Preparando el terreno

Por Robert Morris

¿Qué tipo de terreno tienes? Puede parecer una pregunta extraña, pero en realidad es una pregunta sobre tu corazón. Hemos pasado algún tiempo hablando de la parábola del sembrador que esparce la semilla en diferentes tipos de tierra. Observa que en el versículo de hoy (Mateo 13:23), Jesús utiliza el término "buen terreno" para describir a la persona que escucha y entiende la Palabra de Dios. En la versión de Marcos, Jesús dice que el buen terreno representa a "los que oyen la palabra, y [and] la entienden" (Marcos 4:20). Y, en la versión de Lucas, Jesús dice que el buen terreno representa a los que oyen la Palabra y "la retienen" (Lucas 8:15).

¿Te has dado cuenta de que la parábola del sembrador se centra más en la tierra? Al principio de la parábola, Jesús habla de las semillas que caen en terreno pedregoso y espinoso y de cómo esas plantas se marchitan y no dan fruto. Lucas 8:15 nos muestra que la tierra es en realidad una metáfora del corazón: "Pero la parte que cayó en buen terreno son los que oyen la palabra con corazón noble y bueno, y la retienen; y, como perseveran, producen una buena cosecha". Está diciendo que cuando tenemos un buen corazón, la Palabra de Dios puede hacer su obra en nosotros, y podemos dar fruto.

¿Cuál es el estado de tu corazón? ¿Está tu tierra preparada para la Palabra de Dios? Tenemos que tener cuidado de no dejar que nuestros corazones se endurezcan. De hecho, Lucas 8:5 dice que las aves del cielo, que representan a los demonios en toda la Biblia, vendrán y devorarán la semilla que fue sembrada. Lo que esto significa es que no veremos un cambio real en nuestras vidas hasta que preparemos nuestros corazones para recibir la Palabra.

Esa es una de las razones por las que comenzamos nuestros servicios con alabanza y adoración. Cuando estás en la presencia de Dios, cosas como el orgullo y el dolor se desprenden y tu corazón se ablanda. Decirle a Dios cuánto lo amas abre tu corazón para que puedas recibir lo que su Palabra tiene para decir.

Quiero que la Palabra eche raíces en mí y dé fruto, ¿y tú? En los próximos días, vamos a profundizar en cómo podemos mantener un buen corazón para poder plantar la Palabra de Dios dentro de nosotros.

Oración

Señor, gracias por Tu Palabra. Dame un corazón suave y moldeable para que pueda entender Tu Palabra y permitir que dé fruto en mi vida. En el nombre de Jesús, amén.

Versículo para memorizar

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Filipenses 4:6