El poder de crear riquezasMuestra

Dios es la fuente de las riquezas 

Dios nos da el poder para crearlas. ¿Cómo reconozco a Dios como la fuente de mi riqueza?

• Cuando me reconozco como un administrador de la riqueza que Dios pone en mis manos. Lo más importante, es su propósito eterno para nuestra vida, donde todo fue creado por y para Él. Somos colaboradores de Dios, administradores de esta tierra y su recurso. El reino de Dios inicia con su jurisdicción y gobierno en mi vida. Dios tiene o no, toda autoridad en nuestra vida, no puede tener el 50%, eso lo determino al reconocer su gobierno. Dios no quiere ser una opción de nuestra vida. Es quien gobierna en ti o simplemente es una historia bonita que aparece en un libro llamado Biblia.


• Cuando reconocemos que Dios es la fuente, aprendemos a diezmar, ofrendar y honrarlo generosamente. 


• La riqueza se produce con honestidad y justicia.


• Despojarme de la avaricia. La avaricia es el amor desmedido del dinero, cuando se convierte en prioridad y estás dispuesto hacer lo que sea para obtenerlo.

El problema de los narcotraficantes, ladrones, secuestradores, traficantes, el negocio de prostitución, corrupción, es la avaricia. La raíz de los males es el amor al dinero. Podemos criticar a las personas criminales, que por dinero pueden llegar a hacer cualquier cosa, pero, ¿qué sucede con aquellos que cambian lo más importante en la vida por dinero? ¿Por qué cambian a su pareja y familia por dinero? Porque el dinero pasa a convertirse en algo más importante que los hijos y la esposa. 

El dinero no es bueno, ni malo. Muchos piensan que el dinero es malo, pero en realidad es amoral, en las manos de las personas, manifiesta la condición del corazón. El dinero da el poder para sacar lo que está en ti, es decir, puedes comprar una Biblia, un libro, pagar la educación de tus hijos o ayudar a personas que tienen necesidades, también se utiliza para hacer cosas incorrectas. No creamos que el dinero tiene la capacidad de dañar a alguien, las personas actúan por su voluntad y por lo que tienen en su corazón.

• Tomar decisiones sabias en el uso de nuestro dinero.


• Hacer mi parte con buena actitud, hay cosas que Dios no hará por mí .Yo creo la riqueza, no Dios. Debo ser productivo y trabajar, para que la riqueza se vuelva una realidad en mi vida. 


• Tener fe activa en lo que Dios me otorgó, con las habilidades que Dios me dio. Nuevamente Deuteronomio dice, «Pero acuérdate del Señor tu Dios, porque Él es el que te da poder para hacer riquezas, a fin de confirmar Su pacto, el cual juró a tus padres como en este día».