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Si Dios Es Soberano, ¿Por Qué Orar?

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 <div class="chapter ch1" data-usfm="1TH.1">
 <div class="label">1</div><div class="ms2">Introducci&#243;n (1,1-10)</div><div class="s1">Saludo</div><div class="p"> 1Pablo, Silvano y Timoteo a la iglesia de los tesalonicenses congregada en el nombre de Dios Padre y de Jesucristo, el Se&#241;or. Con vosotros, gracia y paz#1,1: y paz: Numerosos mss., entre ellos algunos importantes, a&#241;aden: de parte de Dios, nuestro Padre y de Jesucristo, el Se&#241;or. .#Hch 15,22; 16,1; Rm 1,7; 1 Co 1,3; 2 Co 1,2; Ga 1,3.</div><div class="s1">Acci&#243;n de gracias por el ejemplo de los tesalonicenses</div><div class="p"> 2Permanentemente damos gracias a Dios por cada uno de vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones. Sin cesar#Rm 1,8; 1 Co 1,4; Flp 1,3-4; Col 1,3; 2 Ts 1,3.11. 3recordamos ante Dios, nuestro Padre, qu&#233; activa es vuestra fe, qu&#233; esforzado vuestro amor y qu&#233; firme la esperanza que hab&#233;is depositado en nuestro Se&#241;or Jesucristo.#Rm 5,1-5; 1 Co 13,13; Col 1,4-5.</div><div class="p"> 4Sabemos bien, hermanos queridos de Dios, c&#243;mo se llev&#243; a cabo vuestra elecci&#243;n. 5Porque el evangelio que os anunciamos no se redujo a palabras hueras, sino que estuvo acompa&#241;ado de poder, de Esp&#237;ritu Santo y de profunda convicci&#243;n. Bien sab&#233;is que nuestro comportamiento entre vosotros fue para vuestro bien.#1 Co 2,1-5; 4,20.</div><div class="p"> 6Por vuestra parte, seguisteis nuestro ejemplo y el del Se&#241;or al recibir la palabra en medio de grandes dificultades, pero con la alegr&#237;a que proporciona el Esp&#237;ritu Santo.#Hch 17,5-9; 2 Co 1,4-7. 7De esta manera os hab&#233;is convertido en un modelo para todos los creyentes de Macedonia y Acaya. 8Y no solo en Macedonia y Acaya hab&#233;is hecho resonar la palabra del Se&#241;or, sino que vuestra fe en Dios se ha extendido por todas partes, hasta el punto de hacer innecesaria cualquier palabra nuestra.#Rm 1,8. 9Todos, en efecto, se hacen lenguas de la acogida que nos dispensasteis y de c&#243;mo os convertisteis a Dios y renunciasteis a los &#237;dolos para servir al Dios vivo y verdadero,#Jr 10,10; Jn 17,3; Hch 14,15. 10en espera de que su Hijo Jes&#250;s, a quien resucit&#243; de la muerte, venga desde el cielo y nos libre del castigo que ha de llegar.#2,16; Rm 1,18; 2,5; 1 Co 1,7; Stg 5,5.</div>
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 <div class="chapter ch2" data-usfm="1TH.2">
 <div class="label">2</div><div class="ms1">I. Ministerio de Pablo en Tesal&#243;nica (2&#8211;3)</div><div class="s1">Recordando la evangelizaci&#243;n de Tesal&#243;nica</div><div class="p"> 1Sab&#233;is, hermanos, que nuestra estancia entre vosotros no fue infructuosa. 2Al contrario, recientes a&#250;n los sufrimientos y los ultrajes que, como est&#225;is enterados, tuvimos que padecer en Filipos, llenos de confianza en nuestro Dios, os anunciamos el evangelio de Dios en medio de una fuerte oposici&#243;n.#Hch 16,19-24; 17,1-9. 3Nuestra exhortaci&#243;n, en efecto, nunca se ha basado en el enga&#241;o, en turbios motivos o en el fraude; 4si hablamos, es porque Dios nos ha juzgado dignos de confiarnos el evangelio. Y no tratamos de complacer a la gente, sino a Dios, que examina lo m&#225;s profundo de nuestro ser.#Ga 1,10; 2 Co 5,9; 1 Tm 1,11; Jr 11,20. 5Dios es testigo, y bien lo sab&#233;is, de que jam&#225;s nos hemos valido de palabras aduladoras, ni hemos buscado astutamente el provecho propio.#Hch 20,33-34; 2 Pe 2,3. 6Como tampoco hemos buscado glorias humanas, ni de vosotros ni de nadie.#Jn 5,41.44. 7Y aunque, como ap&#243;stoles de Cristo, pod&#237;amos habernos presentado con todo el peso de la autoridad, preferimos comportarnos entre vosotros con dulzura, como una madre que cuida de sus hijos. 8Sent&#237;amos tal cari&#241;o por vosotros que est&#225;bamos dispuestos a entregaros no solo el evangelio de Dios, sino incluso nuestra propia vida. &#161;Hasta ese punto hab&#237;a llegado nuestro amor!#Jn 15,13.</div><div class="p"> 9Recordad, hermanos, nuestros afanes y fatigas: c&#243;mo trabajamos d&#237;a y noche para no ser gravosos a nadie, mientras os anunci&#225;bamos el evangelio de Dios.#Hch 18,3; 20,33-35; 2 Co 11,7-10; 12,13-18; 2 Ts 3,7-12. 10Testigos sois, y lo es Dios tambi&#233;n, de lo noble, honrado e irreprochable que fue nuestro proceder para con vosotros, los creyentes. 11Tratamos a cada uno &#8212;&#161;bien lo sab&#233;is!&#8212; como un padre trata a sus hijos:#1 Co 4,15; Ef 4,1-3; Flp 1,27; 1 Pe 5,10. 12exhort&#225;ndoos, anim&#225;ndoos y amonest&#225;ndoos para que os comport&#233;is de una manera digna del Dios que os ha llamado a su reino glorioso.</div><div class="p"> 13Damos por ello gracias a Dios constantemente, pues al acoger el evangelio de Dios que os proclamamos, no fue un mensaje humano el que acogisteis sino, como es en verdad, un mensaje divino que sigue actuando en vosotros los creyentes.#Mt 23,29-37; Mc 10,33-34; Hch 2,23; 7,52; 17,5.13; 18,12; Ga 1,11-12. 14En efecto, hermanos, tambi&#233;n vosotros hab&#233;is compartido la suerte de las iglesias de Dios que se hallan en Judea congregadas en nombre de Jes&#250;s: a vosotros os han hecho sufrir vuestros compatriotas; y a ellos, los jud&#237;os, 15que fueron los que mataron a Jes&#250;s, el Se&#241;or, y a los profetas. Los mismos que ahora nos persiguen a nosotros, desagradan a Dios y se hacen enemigos de todo ser humano, 16al impedirnos predicar a los paganos a fin de que se salven. Est&#225;n as&#237; llenando permanentemente la medida de sus pecados; pero el castigo de Dios se ha abatido sobre ellos de forma definitiva.</div><div class="s1">Misi&#243;n de Timoteo en Tesal&#243;nica</div><div class="p"> 17Por lo que respecta a nosotros, hermanos, separados moment&#225;neamente de vosotros en cuanto a la presencia f&#237;sica, que no por el cari&#241;o, hemos procurado con todo empe&#241;o visitaros personalmente. 18Lo hemos intentado, en concreto yo, Pablo, una y otra vez, pero Satan&#225;s nos lo ha impedido. 19Y es que &#191;qui&#233;n, sino vosotros, ser&#225; nuestra esperanza, nuestra alegr&#237;a y nuestra corona de gloria ante Jes&#250;s nuestro Se&#241;or, el d&#237;a de su manifestaci&#243;n?#3,13; 5,23; Mt 24,3; 1 Co 9,25; 15,23; Flp 4,1; 2 Ts 1,7; 2 Tm 4,8; Ap 2,10 . 20&#161;Vosotros, ciertamente, sois nuestra gloria y nuestra alegr&#237;a!</div>
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