Espacio para respirar Muestra

Para Dios, el dinero no es solo dinero. Es más que euros y céntimos y préstamos y presupuestos. Para Dios, la dirección de tu dinero muestra el afecto de tu corazón.La forma en que lo gastas (o como veremos hoy, si estás dispuesto a no gastarlo todo) le muestra a Dios lo comprometido que estás para seguirlo. Esta es la razón por la que tener un margen, o espacio para respirar, no es solo la mejor manera de administrar tu calendario, sino también la mejor forma de administrar tu dinero.

Entonces, ¿qué significa administrar tu dinero con margen? Significa que no gastas cada euro que ganas. Dejas un espacio para respirar entre el dinero que entra y el dinero que sale. El versículo de hoy de Lucas explica por qué que administres tu dinero de esta manera es tan importante para Dios. Al final de una larga parábola, Jesús se asegura de que su audiencia ha entendido lo que intentaba explicar y dice: «No puedes servir a dos maestros. . . No puedes servir a Dios y al dinero ». Hace dos mil años, las personas que estaban escuchando a Jesús podían literalmente ser convertidas en esclavos por una deuda sin pagar. Hoy en día tu patrón puede ser una compañía de tarjetas de crédito o un prestamista hipotecario. Pero el resultado es el mismo: otra persona puede tomar las decisiones en tu vida.

Dios puede estar empujándote a mudarte a una nueva ciudad, pero si vas de cabeza con tu hipoteca y no puedes vender tu casa, no eres libre para seguirle. Puede que te esté llamando a adoptar, pero si has gastado en lugar de ahorrar y no puedes permitirte el gasto, no eres libre para seguirle. O quizás sientas que es hora de dejar tu trabajo, pero tu familia no puede permitirse perder tu salario porque actualmente estáis gastando cada euro que entra.

La forma en que administras tu dinero es importante para Dios porque la última línea de tu cuenta bancaria puede impedir que puedas decir sí a lo que te está pidiendo que hagas.

Esta es la razón por la que necesitas espacio financiero para respirar. Administrar tu dinero con margen (por ejemplo, mantenerte sin deudas, controlar tus gastos, limitar tu nivel de vida) te da libertad para ser generoso, para servir a los demás, para decir sí cuando Él dice < em>ve. Te da libertad para seguir a Dios hacia la mejor versión de tu vida.