Alabanza bíblica 101Muestra

JESÚS ES EL CENTRO DE TU VIDA

Jesús es el fundador, líder, sustentador, pastor, anfitrión y juez de la iglesia. El caminar y actuar de la iglesia va en función de la voluntad de Dios, y como consecuencia, todo lo que sucede dentro de los diferentes grupos que conformamos el cuerpo de Cristo debe depender y girar en torno a Jesús. A continuación explicamos la manera como las personas, el mensaje, la alabanza, nuestra vida entera, giran alrededor de Jesús, de su voluntad y de su propósito:

El tiempo, trabajo y esfuerzo que dedicas al ministerio de alabanza no es para ti, no es para tu líder, no es para la gente. Es para Jesús. Debemos entender que todo lo que hacemos es para Jesús y para agradarlo, de manera que hay que hacerlo cómo Él dice: sirve a tus líderes en sumisión, honra a la gente a la que ministras con tu preparación y honra al Señor con tu música, tu canto, tu alma y con tu integridad día a día.

Como todo lo que tú y tu ministerio hagáis debe ser única y exclusivamente para agradar a Jesús, entonces ya no debes «temer» la opinión de la gente, porque buscas agradar a Jesús. Esto te libera del estrés, te protege de criticar y de las críticas. Esto no te quita la responsabilidad de buscar ser excelente en lo que haces; solo cambia el propósito que buscas al hacerlo.

Cuando Jesús es el centro, puedes ver la persona que eres, lleno de pecado y errores; con orgullo, egoísmo, rebeldía y muchas cosas más. Y empiezas a ver tu vida como una vida de arrepentimiento y rendición. Ves lo necesario que es arrepentirte constantemente, y que haber sido redimido por Jesús es un verdadero regalo. Esto crea humildad y agradecimiento constante en tu corazón para acercarte a adorar con la actitud correcta.

Si Jesús es el centro de tu vida, eres consciente de que los talentos que usas al cantar o al tocar un instrumento no provienen de ti, sino de Dios. En lugar de depender de tus talentos, experiencia, contactos, carisma o belleza, dependes de Jesús y lo que Él quiera hacer a través de ti. El evangelio siempre te dirige a depender de Dios en cualquier circunstancia.