«Acuérdate de los cánticos»Muestra

«Corazón lleno de cánticos»

David comprendía el poder de la alabanza, y se había comprometido a dirigir su alabanza a Dios en todo momento. Pero, ¿qué de esas horas y esos días que el salmista describe, donde el horror se apodera del corazón? ¿Acaso podemos alabar a Dios realmente en esos tiempos? El compromiso de alabanza de David era profundo y no dependía de las circunstancias. Algunos de los cánticos más bellos se escribieron en los momentos más tenebrosos de la vida de David. David sabía dónde estaba Dios. 

¿Acaso, David había aprendido a motivarse sicológicamente? ¿Acaso, estaba haciendo uso de «pensamientos positivos» a través de canciones? ¡De ninguna manera! David podía mantener sus emociones bajo control, porque había aprendido a cantar la Palabra de Dios. 

La meditación de David sobre la ley de Dios, produjo sus cánticos en la noche. Los niños pequeños comprenden este concepto. La forma más fácil de memorizar las Escrituras es ponerle música y cantarla. Esta es la forma más alta de meditar. Mientras la melodía permanezca en su mente, también lo hará la Palabra de Dios que compone su letra. Tendemos a olvidar este poder que tienen los cánticos cuando nos volvemos adultos. Aparte de cantar en público en un servicio de adoración, pensamos que cantar es algo que está por debajo de nuestro nivel de sofisticación. Sin embargo, el poder de los cánticos, todavía trabaja en nuestras vidas.

¿Cuántas veces te has encontrado tarareando ese canto pegajoso que has oído decenas de veces en la televisión o la radio? ¿No preferirías usar ese tiempo para implantar la Palabra de Dios en tu subconsciente? Trata de recordar los himnos y coros que conoces, cuya letra se basa en palabras de las Escrituras. Tal vez te sorprendas de ver cuántos versículos has aprendido de manera indolora. ¿Por qué no hacer un esfuerzo consciente?

Cuando estás solo delante de Dios, cántale su Palabra. Si necesitas ayuda, hay muchos cancioneros disponibles hoy día que tienen cantos cuya letra se compone de palabras de las Escrituras. El crear un libro así, en el cual los cantos sean la Biblia con música, sería un gran proyecto para los individuos con talento musical de una congregación. Luego, cuando te encuentres en ese momento de tinieblas, con el horror del pecado de este mundo cercándote por todos lados, ¡canta! Algo especial ocurre. La Palabra de Dios con música puede levantar su espíritu en una manera inigualable.