30 Días De Amor Y Fe: Reflexiones Para ParejasMuestra

El poder que Dios dio al sacerdote

Como sacerdotes del hogar, los hombres recibimos de Dios un gran poder espiritual. Tenemos la autoridad para declarar palabras de bendición sobre nuestra familia, basados en la verdad de Su Palabra.

En mi experiencia como sacerdote de mi hogar, lo he comprobado muchas veces. A través de la oración y la imposición de manos, he visto cómo se disipan pensamientos de angustia y enfermedades en el cuerpo de mi esposa. Ella, por su parte, cree en el poder y en el rol que Dios me ha dado como sacerdote en nuestro hogar.

Las declaraciones tienen poder, incluso sobre el propio cuerpo, cuando se hacen en fe y bajo la autoridad de Dios, permitiendo que Él actúe mediante ellas.

Así como el hombre puede imponer manos sobre su esposa, de la misma manera la mujer puede cubrir en oración a su esposo. Juntos, unidos en la batalla espiritual, enfrentamos el día a día.