30 Días De Amor Y Fe: Reflexiones Para ParejasMuestra

Cuando la enfermedad ataca

No todos los días se sienten muy bendecidos, aunque siempre lo sean. En ocasiones la enfermedad toca nuestra puerta y hace morada con nosotros. Soy partidaria de pensar que las enfermedades no son por causa del enemigo o un castigo divino, sino más bien temporadas que Dios permite para tenernos más cerca a él. Te explico:

Generalmente cuando un niño se enferma, busca a sus padres para que lo cuiden, se deja abrazar con mayor facilidad y cuidar en todo sentido. Eso hace el Padre con nosotros. Las temporadas difíciles son momentos maravillosos para deleitarnos en la ternura de Dios.

En nuestro caso, desde que mi esposo decidió casarse conmigo, fue consciente de que yo llegaría al matrimonio con un diagnóstico psiquiatrico que me ha acompañado toda la vida. Quizás él no imaginaba que iba a ser tan complicado como lo fue al comienzo, pero su corazón siempre estuvo dispuesto a cumplir los votos "en la salud y en la enfermedad".

La enfermedad es algo que tarde o temprano llega, desde una gripe hasta un cáncer. Es parte de nuestra condición humana, y es un momento para aferrarnos a Dios y permitir ser cuidados por él y por nuestra compañía ideal (nuestro espos@).

Cuando ese momento llegue, resulta muy útil recordar que 1.Dios tiene el total control, 2. Siempre podemos tener un detalle especial con nuestra pareja, aún cuando las situaciones son desfavorables (una comida caliente, unos pañitos, un medicamento, o simplemente ayudar con labores que el/ella no puede realizar por el momento).

Hoy, te invito a que oremos juntos:

"Papito Dios, gracias por permitirme cuidar a mi espos@ con amor. Gracias porque me has diseñado para ser su ayuda idónea. Hoy oro para que prepares mi corazón para cualquier momento en que como familia enfrentemos la enfermedad, confiando siempre que eres nuestro sanador eterno. Te amamos siempre. Amén".