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Compartir la mesa
La mesa es mucho más que un lugar para comer; es un espacio de comunión, generosidad y amor. En la cultura bíblica, compartir la mesa era una expresión de aceptación y unidad.
El huérfano piensa en sí mismo, pero el hijo disfruta compartir con los demás, confiando en que siempre habrá suficiente. En la última cena, Jesús mostró cómo la mesa puede convertirse en un lugar de servicio y entrega. 1 Corintios 11:20-21 advierte contra el egoísmo en la comunión, recordándonos que somos un cuerpo en Cristo. Compartir la mesa no solo nutre el cuerpo, sino también el alma, fortaleciendo los lazos familiares y comunitarios. Como hijos, estamos llamados a extender la generosidad de Dios en nuestras relaciones, transformando la mesa en un altar de comunión y gratitud.
Aplicación práctica:
Invita a alguien a tu mesa esta semana. Comparte no solo comida, sino también palabras de ánimo y amor.
Acerca de este Plan
Este devocional te llevará en un viaje transformador, desde la orfandad espiritual hacia una identidad plena como hijos de Dios. Explorarás cómo vivir confiando en el Padre, compartiendo en familia, sirviendo por amor, y reflejando la naturaleza de Cristo en tu vida diaria. Fernanda Brunet te invita a profundizar en tu identidad como hijo de Dios y a vivir una vida de amor, servicio y confianza, transformando tanto tu hogar como tu iglesia en lugares donde la gracia y la verdad de Cristo sean el centro.
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Nos gustaría agradecer a RightNow Media por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: rightnowmedia.org/es
