Logo de YouVersion
Icono de búsqueda

Fe, Palabra y OraciónMuestra

Fe, Palabra y Oración

DÍA 12 DE 40

Salomón

Dios te ama incondicionalmente

Reflexión:

No hace mucho estaba leyendo el pasaje de 1 Reyes 3, y pensé: ¡Cómo me gustaría que Dios también se agradara tanto de mis peticiones!

Para poneros en contexto: en los versículos anteriores leemos cómo Salomón ama al Señor, honrándolo con grandes sacrificios, no buscando algo a cambio, sino adorándolo profundamente. Dios conoce el corazón de Salomón y, por eso, le dice en sueños que pida lo que desee, porque Él se lo concederá. ¡Qué impresionante! Tener al alcance de la mano lo que más desearas. ¿Y qué pidió Salomón? Un corazón que escuche. Podía haber pedido el mundo, pero pidió un corazón para escuchar, para escucharlo a Él.

En contraste, capítulos después (1 Reyes 11), leemos cómo Salomón termina desviando su corazón. De dedicarlo exclusivamente a Dios, empieza a ceder poco a poco a los deseos de la carne. Como consecuencia, deja de escucharlo, haciendo enojar a Dios.

En muchas ocasiones decimos: “Mi corazón es tuyo, Dios, haz lo que quieras en mí”. Pero ¿qué tan real es esta oración? ¿Un 99%, quizá un 99,9999%? ¿Y qué pasa con ese pequeño porcentaje que retenemos para nosotros y no entregamos a Dios?

Tal vez sea un pecado, miedos, sueños, etc. En mi caso, ese pequeño porcentaje era no creer en el amor incondicional de Dios por mí. Creía que el nivel de su amor cambiaba con mi desempeño como cristiana, y, si fallaba en algo, esto me enfriaba, me alejaba, entre otras cosas. Este pensamiento no me dejaba crecer espiritualmente ni profundizar en mi relación con Dios.

Esto me recordó tanto a lo que le pasó a Salomón. A pesar de la sabiduría que tenía, y del corazón que escuchaba a Dios y lo guiaba, en algún punto empezó a escuchar más a sus pasiones y anhelos mundanos que a la voz de Dios. Es decir, comenzó a retener cosas para sí mismo.

Vale la pena rendirle todo a Él, si a cambio ganamos la intimidad de unir nuestro corazón con el suyo y ser, como David, llamados “conforme a su corazón”.

¿Hay algo que sigues reteniendo de Dios o algún área que no le has entregado? Cédelo y verás.

Oración:

Dios, gracias porque no buscas banalidades, sino que anhelas todo de nosotros. Te pido que pongas en nosotros un corazón que desee escucharte, un corazón totalmente entregado a Ti. Si estamos reteniendo algo, muéstranos para poder rendírtelo. Señálanos aquello que nos impide crecer, que nos aleja o que evita que podamos conocerte y escucharte plenamente.

Acerca de este Plan

Fe, Palabra y Oración

Amistad Cristiana te invita a 40 días de transformación espiritual con estos devocionales. Durante este tiempo, el ayuno, la oración, la meditación en la Palabra y la fe te ayudarán a fortalecer tu relación con Dios de una manera profunda. ¡Prepárate para un tiempo de renovación que transformará tu vida y tu caminar con Él!

More

Nos gustaría agradecer a Amistad Cristiana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: amistadcristianamadrid.org