Cómo Superar La Imagen Corporal NegativaMuestra

La verdad de Dios acerca de tu cuerpo

¿Alguna vez has tenido pensamientos negativos como: «No soy lo suficientemente bueno»? ¿Alguna vez te has sentido mal contigo mismo cuando te miras en el espejo? ¿Te preguntas si eres lo suficientemente hermosa o guapo o lo suficientemente rico, o lo suficientemente inteligente, o lo suficientemente popular? ¿Desearías verte diferente, que fueras más alto, más delgado o fuerte? Todos nosotros somos propensos a creer mentiras sobre la virtud de nuestros cuerpos.

Si comenzamos a creer estas mentiras a partir de palabras hirientes o experiencias negativas con otros, o de lo que vemos en programas de televisión, películas o en las redes sociales, pueden causar estragos en nuestras vidas. Estas mentiras pueden afectar el sentido interno de nuestro valor. Pueden pasar de los pensamientos a las creencias solidificadas, creando vías neurológicas fijas en nuestros cerebros, nuestras formas predeterminadas de pensar y creer cada día. Estas mentiras pueden hacer que nos alejemos completamente de llegar a ser como Dios nos creó, personas seguras hechas a Su imagen. Pueden hacer que nos deprimamos, nos obsesionemos o seamos consumidos por la vergüenza.

La verdad es que tu cuerpo es bueno y es un regalo de Dios. Es más complejo que cualquier computadora, vehículo o máquina. Es complejamente parte de lo que eres pues no tenemos simplemente un cuerpo, somos un cuerpo. Somos creación espiritual, emocional, relacional y física. Además, cuando Cristo regrese, resucitaremos en forma corporal y nos uniremos a Cristo en un lugar físico: el nuevo cielo y la nueva Tierra. Nuestro físico es fundamental para lo que somos.

Génesis 1:27 dice que somos hechos a imagen de Dios. Somos dignos de amor y respeto, y somos infinitamente valiosos a diferencia de cualquier otra cosa en la creación. El Salmo 139:14 dice que somos «maravillosamente complejos». Así es como Dios nos hizo, para que pudiéramos reflejarlo. Qué trágico que una forma clave, en que el enemigo ataca la imagen de Dios, es a través de la visión de nuestros cuerpos.

A lo largo de la historia, diferentes sociedades han visto ciertos tipos de cuerpo como más atractivos y deseables. Los estándares han cambiado de alto y delgado a de figura corpulenta, de vientre plano a estómago redondeado, y de músculos delgados y tonificados a grandes. ¿Estamos realmente dispuestos a permitir que los estándares sociales, volubles y siempre cambiantes, sigan dictando la percepción y aceptación de nuestros cuerpos?

Solo Dios puede establecer el estándar. Él es nuestro Creador. Él dice que cada uno de nosotros está maravillosamente hecho. Él quiere liberarnos del dolor que hemos experimentado y de las mentiras que hemos creído sobre nuestros cuerpos.

Jesús, ayúdame a sanar de las mentiras que he creído. Ayúdame a creer lo que dices sobre mi cuerpo.