Libre de toda ofensaMuestra

Sincericidio

Es cuando nos referimos a personas que dicen la verdad sin límites, sin prudencia, sin tener en cuenta los sentimientos o como se van a sentir los demás.

Confundimos tanto la sinceridad con hablar con la verdad, que perdemos la sensibilidad al expresarnos.

La libre expresión proviene del libre albedrío que nos fue confiado. Sabemos lo que nuestra boca es capaz de hacer si le damos rienda suelta “a nuestra sinceridad”. Herir, terminar relaciones, separación y hasta divorcio es el final de darle rienda suelta a nuestro engañoso y perverso corazón. ¿Quién lo conocerá? (Ref. Jeremías 17:9).

El Señor conoce nuestro corazón y conoce el juego de Satanás al ofrecernos libertinaje disfrazado de libertad de expresión.

Los títulos del enemigo son siempre atrayentes, pero recordemos que su fin es destrucción.

No nos dejemos llevar por nuestra carne y su deseo pecaminoso de PECAR. El pecado destruye. Nos destruye a nosotras y termina destruyendo nuestras relaciones más cercanas, por ende las más importantes.

Oración

Señor Jesús gracias por confiarme el libre albedrío, sé que me amas y que anhelas mi madurez, por eso me otorgas la prudencia, a quién por mucho tiempo la he ignorado. Pero hoy Señor quiero entregarte la boca que me diste para glorificarte, que mi corazón sea un corazón puro listo para decir palabras que construyen, animan y bendicen.

Gracias porque hoy dejo atrás toda necedad, y me niego a continuar confiando en mi propio entendimiento para confiar plenamente en ti, soy tu hijo y vivo guiado por tu Espíritu y no por los deseos pecaminasos de mi carne. Amén.