El Hilo Rojo: La Historia De RedenciónMuestra

Dios ha creado todo bueno para su disfrute y gloria.

Dios creó todo de la nada, por la palabra de su boca. Dios no da alguna explicación del porqué creó todo. No pidió consejo para decidir qué hacer. Tampoco pidió ayuda. Dios, en su existencia eterna, decidió crear, ¡y qué maravillas creó! Dios mostró Su majestad en la creación con el fin de que lo conozcamos y adoremos.

Dios creó las estrellas, los planetas y las galaxias mucho más salvajes, poderosos y brillantes de lo que podemos imaginar. Dios creó plantas y animales de todos colores, tamaños y formas, que pueden vivir en el agua, en la tierra y en el aire, todo para Su gloria.

Cada una de nosotras tiene detalles únicos que Él nos ha dado para glorificarlo en conjunto. Nos ha dado su tierra para administrar, cuidar y vivir de ella. Somos naciones y pueblos hechos para adorarlo y disfrutarlo.

Si creemos que Dios es creador, quiere decir que entendemos que tiene derechos de autor sobre lo que ha creado. Puesto que ningún ser humano se ha creado a sí mismo, lo cual ha sido afirmado por científicos no creyentes al no aceptar la famosa teoría del Bing Bang — enseña que el mundo fue creado por una “chispa” que de repente inició y, de ello, todo lo que vemos fue creado, incluyéndonos. ¿Quién inició esa “chispa”?.

Si nada de lo que está creado fue aleatorio o por casualidad, sino por una mente sabia, amorosa, perfecta y justa, y de esa mente provienes tú, ¿no tienes un valor ante Sus ojos? ¿No te gustaría conocer a ese creador a profundidad? ¿No deberíamos obedecerlo, adorarlo y amarlo? Aun si tu vida ha sido difícil, el fundamento no cambia: eres valiosa y producto del amor de Dios en crearte y presentarte a Jesús para que no solo creas en Él para ir al cielo, sino para que lo disfrutes ahora y por siempre.

APRENDE- VIVE- LIDERA

• Aprende:¿Qué aprendes de esta meditación?
• Vive:Lee el Salmo 19 y escribe tus meditaciones sobre la creación.
• Lidera:Comparte con otras lo aprendido

ORACIÓN

Oremos. Señor, gracias por Tu amor y fidelidad en crear y crearme aun cuando a veces no comprendo las dificultades que he vivido. Aun así, sé que me has creado con un buen propósito: conocerte. Perdóname por ignorarte o no creer en Tu amor por mí. Ayúdame a perseverar en buscarte y adorarte con mi vida. En Cristo, amén.