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JESÚS PARA LOS 'NONES'

Es el grupo 'religioso' de más rápido crecimiento en Estados Unidos: son los NONES o los individuos no religiosos. En 2012, casi el 20 % de los estadounidenses se identificaron como personas sin intereses ni afiliaciones religiosas. Con los millennials, aquellos nacidos después de 1980, encontrará que el porcentaje aumenta a alrededor del 30-40%. Ese es un grupo muy grande de personas solo en Estados Unidos, mucho más grande cuando se piensa globalmente. Entonces, ¿cómo iniciamos conversaciones de fe con este grupo en particular?

Empiece con una pregunta sencilla: Háblame del Dios en el que no crees. ¡Es posible que yo tampoco crea en él! ¿Que quiero decir? Bueno, cuando te sientas y realmente hablas de Dios con muchas personas no religiosas, descubrirás que su visión de Dios es completamente contraria a lo que realmente enseñan las Escrituras. Muy a menudo estoy de acuerdo con el escéptico, el agnóstico, incluso el ateo, porque el Dios que no creen existe, yo tampoco creo. A menudo, su visión de Dios se ha distorsionado tanto que el Dios que describen no se parece en nada al Dios que los cristianos han llegado a conocer a través de la persona de Jesucristo. Y ahí mismo hay un punto de partida: es el comienzo de una discusión espiritual.

No importa con quién estemos hablando, musulmán, budista o ateo, todas las conversaciones espirituales comienzan con aceptar a las personas donde están, incluso si sus valores, creencias o estilos de vida son muy diferentes. Ese es todo el punto de Pablo. Él está diciendo: “Yo no ignoro la ley de Cristo. No comprometo el Evangelio ni mis valores morales, pero ESTOY buscando encontrar un interés común (mi paráfrasis)”. Eventualmente, cuando surjan preguntas acerca de por qué vivimos de la manera en que lo hacemos, podemos señalar a Jesús.

Después de todo, Jesús dejó de lado las comodidades del Cielo para vivir entre nosotros y morir por nosotros para que pudiéramos ser salvos. Ciertamente podemos dejar de lado nuestros intereses en aras de señalar un “NINGUNO” a Cristo. ¿Lo harás?