¡Heme Aquí! Envíame a MíMuestra

Dios nos llama a un servicio activo en Su Reino. No solo somos llamados, sino que también somos enviados para llevar a cabo la obra de Dios en la Tierra. Para que esto se cumpla, debemos actuar y movernos en nuestro llamado, porque este no se materializa por sí solo; debemos reclamarlo y recibirlo.

Saber oír la voz de Dios: Romanos 8:14-16 nos recuerda que los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Escuchar y obedecer la voz de Dios es esencial para cumplir nuestro llamado.

Morir a los halagos y a la crítica: Romanos 12:3 nos insta a no pensar de nosotros mismos más de lo que debemos. Necesitamos mantener una perspectiva equilibrada, independientemente de los elogios o críticas.

Ser maduros y sabios: La madurez espiritual, como se describe en 1 Corintios 2:6, nos permite comprender y cumplir nuestro llamado con sabiduría.

Llevar mucho fruto: Mateo 7:15-20 nos recuerda que se nos conoce por nuestros frutos. Conocer nuestra identidad en Cristo es fundamental para producir fruto abundante.

Prudentes en nuestra manera de pensar: Una mente renovada nos permite pensar con prudencia y discernimiento.

Desarrollo del carácter de Cristo: Gálatas 5:22 destaca las cualidades del Fruto del Espíritu, que son fundamentales en nuestro caminar.

Recibe revelación de Dios: Para cumplir nuestro llamado, debemos buscar la revelación divina y estar dispuestos a recibir entendimiento de lo que Dios tiene para nosotros.

Pronto para oír y tardío para hablar: Ser oyentes atentos y comunicadores sabios es esencial para el servicio efectivo.

Honra: Honrar a Dios y a los demás es fundamental para nuestro testimonio.

Conclusión: Dios nos envía a cumplir un propósito específico en Su Reino. Estamos capacitados por el Espíritu Santo para actuar, declarar y decretar. No debemos esperar a que otros activen nuestro llamado; en su lugar, tomemos autoridad en Dios y desatemos Su poder en la Tierra. Somos llamados a servir con autoridad y en amor, llevando el mensaje de salvación y transformación a un mundo necesitado. ¡Actuemos en el llamado que Dios nos ha dado!