Nueva Vida Muestra

SI LA SITUACIÓN NO CAMBIA, CÁMBIAME A MÍ

Nosotros le seguimos a El, no al revés.

Dios tiene planes buenos, agradables y perfectos. A Dios ni el cielo le puede contener. Él es Señor supremo, Señor de señores. Y aún así, a veces, podemos vivir como si quisiéramos que Dios siguiera nuestras instrucciones o se adecuara a nuestros planes y deseos.

A Dios le importa tu corazón, tus anhelos, te ha creado con un propósito, y nada mejor que alinearnos con Aquel que tiene pensamientos más altos que los nuestros.

Alguna vez orando, conversando con Dios, quien siempre escucha con paciencia, trajo esto a mi corazón “si la situación no cambia, cámbiame a mí”.

Jesús nos enseña a orar “hágase tu voluntad como ya se hace en el cielo”.

-hágase tu voluntad en mi vida como ya se hace en el cielo.

-hágase tu voluntad en mi nación como ya se hace en el cielo.

-hágase tu voluntad en mi casa como ya se hace en el cielo.

Dios está interesado en ti, desde Génesis a Apocalipsis, se percibe a un Dios interesado en cada detalle, involucrado en cada situación.

Puedes acercarte confiadamente; a veces es tan difícil soltar, pero en Sus manos, en Su voluntad, todo es perfecto.

¿Y si duele? Él permanece.

¿Y si fracaso? Él es fiel.

¿Y si pierdo todo? Él es suficiente.

Siempre habrá situaciones y condiciones perfectas que probablemente no las hallemos aquí.

PERO JESÚS es mucho más grande, y aún el desierto con Dios se vuelve un paraíso.

Dejar que Jesucristo viva en nosotros es ponerse de acuerdo con Dios, seguirlo a El, madurar, vivir hoy más confiados que ayer. Y si la situación cambia, gloria a Dios.

Y si la situación no cambia, cámbiame a mí y la gloria es solo Suya.