Huir, Luchar, O PerdonarMuestra

Jesús sabía lo que se sentía al caminar con gente poco común, por no decir compleja. Por tres años anduvo con el mismo grupo, no solo de día sino también de noche. Viajaban en el mismo barco, andaban por los mismos caminos, visitaban las mismas casas, y hasta comían los mismos alimentos. Jesús no solo soportó los cambios temperamentales y emocionales de sus discípulos, sino también sus imprudencias y desaciertos. ¿Fue difícil para Jesús amar a Pedro, sabiendo que él hablaría en su contra, y hasta lo rechazaría? ¿Fue difícil confiar en Tomás, sabiendo que un día dudaría de su resurrección? Y qué pensar del impulsivo de Juan, el traicionero de Judas, sin mencionar a los demás discípulos. ¿Cómo hizo Jesús para caminar con un grupo de personas tan diferentes y complejas a la vez?