De orilla a orilla: un viaje hacia la reconciliación

El proceso de Dios para el corazón quebrantado

De La Vergüenza a La Seguridad

El Fuego Que Llevas Dentro: Un Viaje Devocional De 30 Días

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30 Días Con La Palabra Viva Y Eficaz

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30 Días De Amor Y Fe: Reflexiones Para Parejas

Un Llamado a Ser Pacificadores: Más Allá De La Paz Superficial

La Palabra (versión española)

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 <div class="book bkJER">
 <div class="chapter ch39" data-usfm="JER.39.7+JER.39.8+JER.39.9+JER.39.10+JER.39.11+JER.39.12+JER.39.13+JER.39.14+JER.39.15+JER.39.16+JER.39.17+JER.39.18">
 <div class="p">7A Sedec&#237;as le sac&#243; los ojos, lo encaden&#243; y se lo llev&#243; a Babilonia. 8Los caldeos prendieron fuego al palacio real y a las viviendas de la ciudad, y derribaron las murallas de Jerusal&#233;n. 9Nabusard&#225;n, jefe de la guardia, se llev&#243; deportados a Babilonia a la gente que hab&#237;a quedado en la ciudad y a los que se hab&#237;an pasado a ellos. 10A la gente pobre, carente de posesiones, los dej&#243; Nabusard&#225;n en Jud&#225; y les hizo donaci&#243;n de vi&#241;as y tierras. 11Respecto a Jerem&#237;as, Nabucodonosor, rey de Babilonia, hab&#237;a dado a Nabusard&#225;n, jefe de la guardia, la siguiente orden:#40,4.</div><div class="p"> 12&#8212;Preoc&#250;pate de &#233;l y no le hagas ning&#250;n da&#241;o. Y p&#243;rtate con &#233;l como &#233;l mismo te diga.</div><div class="p"> 13Nabusard&#225;n, jefe de la guardia; Nabusasb&#225;n, jefe de los eunucos; y Nergal Sar&#233;ser, jefe de los magos, 14mandaron traer a Jerem&#237;as del patio de la guardia y se lo entregaron a Godol&#237;as, hijo de Ajic&#225;n y nieto de Saf&#225;n para que lo llevase a su casa y pudiese hacer vida normal.#33,1+. 15Jerem&#237;as hab&#237;a recibido la palabra del Se&#241;or estando detenido en el patio de la guardia. Le hab&#237;a dicho:</div><div class="p"> 16&#8212;Di a Ebedm&#233;lec, el cusita: As&#237; dice el Se&#241;or del universo, Dios de Israel: Voy a hacer que se cumplan las palabras que pronunci&#233; contra esta ciudad, palabras de desgracia, que no de ventura; y ese d&#237;a ser&#225;s testigo de su cumplimiento. 17Pero a ti ese d&#237;a te pondr&#233; a buen recaudo &#8212;or&#225;culo del Se&#241;or&#8212; y no ser&#225;s entregado en manos de las personas que temes; 18puedes estar seguro que te har&#233; escapar: no caer&#225;s a espada, y tu vida ser&#225; tu bot&#237;n, por haber confiado en m&#237; &#8212;or&#225;culo del Se&#241;or.#21,9; 38,2; 45,5.</div>
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 <div class="chapter ch40" data-usfm="JER.40">
 <div class="label">40</div><div class="s1">Actividad pol&#237;tica de Godol&#237;as</div><div class="p"> 1Palabra que recibi&#243; Jerem&#237;as de parte del Se&#241;or despu&#233;s que Nabusard&#225;n, jefe de la guardia, lo hiciera venir de Ram&#225; y se hiciera cargo de &#233;l cuando iba encadenado con todos los cautivos de Jerusal&#233;n y de Jud&#225;, que iban desterrados a Babilonia.#39,11-12. 2El jefe de la guardia hizo traer a Jerem&#237;as y le dijo:</div><div class="p">&#8212;El Se&#241;or, tu Dios, anunci&#243; la desgracia que ha padecido este lugar. 3El Se&#241;or la ha provocado y ejecutado, conforme predijo, porque pecasteis contra &#233;l y no le hicisteis caso. Por eso os ha sucedido todo esto.#2 Re 17,7-20. 4Ahora voy a quitarte las cadenas de las manos. Si te parece bien venir conmigo a Babilonia, puedes hacerlo; yo me ocupar&#233; de ti. Ahora bien, si te parece mal venir conmigo a Babilonia, puedes quedarte. Tienes ante ti todo el pa&#237;s; puedes ir donde te guste o donde te parezca bien.</div><div class="p"> 5Al ver que Jerem&#237;as no se decid&#237;a, a&#241;adi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Regresa junto a Godol&#237;as, hijo de Ajic&#225;n y nieto de Saf&#225;n, a quien el rey de Babilonia ha nombrado gobernador de las ciudades de Jud&#225;. Qu&#233;date con &#233;l y haz vida normal entre tus paisanos; o vete donde te parezca bien.</div><div class="p">El jefe de la guardia le dio provisiones y regalos, y lo dej&#243; marchar. 6Jerem&#237;as fue a Misp&#225;, donde se encontraba Godol&#237;as, hijo de Ajic&#225;n, y se qued&#243; con &#233;l, haciendo vida normal entre la gente que hab&#237;a quedado en el pa&#237;s. 7Los oficiales del ej&#233;rcito de Jud&#225; que se hab&#237;an dispersado con sus tropas por los campos se enteraron que el rey de Babilonia hab&#237;a nombrado gobernador del pa&#237;s a Godol&#237;as, hijo de Ajic&#225;n, y que hab&#237;a puesto bajo su custodia a los hombres, mujeres, ni&#241;os y gente pobre que no hab&#237;an sido deportados a Babilonia.#2 Re 25,22-24. 8Entonces se trasladaron a Misp&#225;, junto a Godol&#237;as, los siguientes: Ismael, hijo de Natan&#237;as; Yojan&#225;n y Jonat&#225;n, hijos de Car&#233;aj; Sera&#237;as, hijo de Tanjumet; los hijos de Efa&#237;, el netofatita; y Jezan&#237;as, el maacatita; acudieron todos estos junto con sus hombres. 9Godol&#237;as, hijo de Ajic&#225;n y nieto de Saf&#225;n, les hizo este juramento a ellos y a sus hombres:</div><div class="p">&#8212;No teng&#225;is miedo de someteros a los caldeos. Quedaos en el pa&#237;s, vivid sometidos al rey de Babilonia y os ir&#225; bien. 10En cuanto a m&#237;, tengo que quedarme en Misp&#225; a disposici&#243;n de los caldeos que vengan a nuestro pa&#237;s. Vosotros cosechad vino, fruta y aceite, haced acopio de todo en recipientes, y estableceos en las ciudades que hay&#225;is ocupado.</div><div class="p"> 11Los jud&#237;os que estaban en Moab, en Am&#243;n y en Edom, o dispersos por otros pa&#237;ses, se enteraron tambi&#233;n de que el rey de Babilonia hab&#237;a dejado un resto en Jud&#225; y de que hab&#237;a nombrado gobernador a Godol&#237;as, hijo de Ajic&#225;n y nieto de Saf&#225;n. 12Los jud&#237;os de todas las localidades de la dispersi&#243;n fueron a territorio de Jud&#225;, a Misp&#225;, a entrevistarse con Godol&#237;as. Y cosecharon gran cantidad de vino y fruta. 13Yojan&#225;n, hijo de Car&#233;aj, junto con todos los oficiales que se hab&#237;an dispersado por los campos, fueron a Misp&#225;, donde estaba Godol&#237;as 14y le dijeron:</div><div class="p">&#8212;&#191;Te has enterado que Baal&#237;s, rey de los amonitas, ha enviado a Ismael, hijo de Netan&#237;as, para matarte?</div><div class="p">Pero Godol&#237;as, hijo de Ajic&#225;n, no quiso creerles. 15Entonces Yojan&#225;n, hijo de Car&#233;aj, se entrevist&#243; en secreto con Godol&#237;as en Misp&#225; y le dijo:</div><div class="p">&#8212;He pensado ir yo mismo a matar a Ismael, hijo de Netan&#237;as. Que nadie se entere. Si te quita la vida, todos los jud&#237;os que se han reunido en torno a ti se dispersar&#225;n, y desaparecer&#225; el resto de Jud&#225;.</div><div class="p"> 16Godol&#237;as, hijo de Ajic&#225;n, respondi&#243; a Yojan&#225;n, hijo de Car&#233;aj:</div><div class="p">&#8212;No hagas una cosa as&#237;. Lo que dices de Ismael es falso.</div>
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 <div class="chapter ch41" data-usfm="JER.41">
 <div class="label">41</div><div class="s1">Asesinato de Godol&#237;as</div><div class="p"> 1El mes s&#233;ptimo, Ismael, hijo de Netan&#237;as y nieto de Elisam&#225;, de estirpe real, vino con diez hombres a entrevistarse con Godol&#237;as, hijo de Ajic&#225;n, en Misp&#225;. Mientras com&#237;an juntos,#2 Re 25,25. 2se levant&#243; Ismael, hijo de Netan&#237;as, con sus diez acompa&#241;antes, y apu&#241;alaron a Godol&#237;as, hijo de Ajic&#225;n y nieto de Saf&#225;n, hasta matarlo. [Godol&#237;as hab&#237;a sido nombrado gobernador por el rey de Babilonia]. 3Ismael mat&#243; tambi&#233;n a todos los jud&#237;os que estaban con Godol&#237;as en Misp&#225;, as&#237; como a los soldados caldeos que se encontraban all&#237;. 4Al d&#237;a siguiente del asesinato de Godol&#237;as, sin que nadie lo supiese a&#250;n, 5llegaron ochenta hombres de Siqu&#233;n, de Sil&#243; y de Samar&#237;a, con la barba rapada, con la ropa desgarrada y con incisiones en el cuerpo. Llevaban consigo ofrendas e incienso para ofrecerlos en el Templo del Se&#241;or. 6Ismael, hijo de Netan&#237;as, sali&#243; de Misp&#225; a su encuentro; caminaba llorando. Al llegar donde ellos, les dijo:</div><div class="p">&#8212;Venid a encontraros con Godol&#237;as, hijo de Ajic&#225;n.</div><div class="p"> 7Cuando ya estuvieron dentro de la ciudad, Ismael los degoll&#243; y los arroj&#243; en la cisterna con la ayuda de los hombres que lo acompa&#241;aban. 8Hab&#237;a, adem&#225;s, otros diez hombres que dijeron a Ismael:</div><div class="p">&#8212;No nos mates. Tenemos escondido en el campo trigo, cebada, aceite y miel.</div><div class="p">Ismael desisti&#243; de su plan y no los mat&#243; como a sus compa&#241;eros. 9La cisterna a la que Ismael hab&#237;a arrojado todos los cad&#225;veres de los hombres asesinados, una cisterna enorme, era la que hab&#237;a mandado excavar el rey As&#225; para defenderse de Bas&#225;, rey de Israel. Ismael, hijo de Netan&#237;as, la llen&#243; de cad&#225;veres.#1 Re 15,16-17. 10Ismael captur&#243; al resto de la poblaci&#243;n de Misp&#225; y a las princesas reales que Nabusard&#225;n, jefe de la guardia, hab&#237;a confiado a Godol&#237;as, hijo de Ajic&#225;n. Tras hacerlos prisioneros, Ismael, hijo de Netan&#237;as, se puso en marcha para cruzar hacia territorio amonita. 11Yojan&#225;n, hijo de Car&#233;aj, y todos los oficiales que estaban con &#233;l se enteraron de la fechor&#237;a que hab&#237;a cometido Ismael, hijo de Netan&#237;as. 12As&#237; que reuni&#243; a todos sus hombres y se dispuso a luchar contra Ismael, hijo de Netan&#237;as. Lo encontraron junto a la gran alberca de Gaba&#243;n. 13Cuando la gente que Ismael llevaba prisionera vio a Yojan&#225;n, hijo de Car&#233;aj, y a todos sus oficiales, se alegr&#243;. 14Toda la gente que Ismael llevaba cautiva desde Misp&#225; se dio la vuelta y se pas&#243; a Yojan&#225;n, hijo de Car&#233;aj. 15Pero Ismael, hijo de Netan&#237;as, escap&#243; de Yojan&#225;n con un grupo de ocho hombres y se dirigi&#243; a territorio amonita. 16Yojan&#225;n, hijo de Car&#233;aj, y los oficiales que lo acompa&#241;aban se hicieron cargo del resto de gente que Ismael, hijo de Netan&#237;as, se hab&#237;a llevado de Misp&#225; tras dar muerte a Godol&#237;as, hijo de Ajic&#225;n. Eran soldados, mujeres, ni&#241;os y funcionarios, que Yojan&#225;n hizo volver desde Gaba&#243;n. 17La gente se puso en marcha e hicieron una parada en el albergue de Quinh&#225;n, junto a Bel&#233;n, con la intenci&#243;n de dirigirse hacia Egipto,#2 Re 25,26. 18pues ten&#237;an miedo a los caldeos por el hecho de que Ismael, hijo de Netan&#237;as, hab&#237;a dado muerte a Godol&#237;as, hijo de Ajic&#225;n, a quien el rey de Babilonia hab&#237;a nombrado gobernador.</div>
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 <div class="book bkJER">
 <div class="chapter ch42" data-usfm="JER.42">
 <div class="label">42</div><div class="s1">Consulta a Jerem&#237;as y huida a Egipto</div><div class="p"> 1Entonces los oficiales, acompa&#241;ados de Yojan&#225;n, hijo de Car&#233;aj, de Jezan&#237;as, hijo de Osa&#237;as, y de toda la gente, peque&#241;os y adultos, acudieron 2al profeta Jerem&#237;as y le dijeron:</div><div class="p">&#8212;Acepta, por favor, nuestra s&#250;plica y consulta al Se&#241;or, tu Dios, por nosotros y por todo este resto, pues quedamos muy pocos de tantos que &#233;ramos, como t&#250; mismo puedes comprobar.#37,3 (ver 7,16; 11,14; 14,11). 3Que el Se&#241;or, tu Dios, nos indique el camino que hemos de seguir y lo que tenemos que hacer.</div><div class="p"> 4El profeta Jerem&#237;as les respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;De acuerdo. Voy a consultar al Se&#241;or, vuestro Dios, conforme a vuestra petici&#243;n; y todo lo que responda el Se&#241;or sobre vosotros, os lo transmitir&#233;. No os ocultar&#233; nada.</div><div class="p"> 5Ellos dijeron a Jerem&#237;as:</div><div class="p">&#8212;Que el Se&#241;or sea testigo veraz y firme contra nosotros si no hacemos todo lo que el Se&#241;or, tu Dios, te mande decirnos. 6Sea favorable o desfavorable lo que responda, haremos caso al Se&#241;or, nuestro Dios, a quien te enviamos, para que nos vaya bien. Haremos caso al Se&#241;or, nuestro Dios.</div><div class="p"> 7Al cabo de diez d&#237;as, Jerem&#237;as recibi&#243; la palabra del Se&#241;or. 8Llam&#243; a Yojan&#225;n, hijo de Car&#233;aj, a todos los oficiales que lo acompa&#241;aban y al resto de la gente, peque&#241;os y adultos 9y les dijo:</div><div class="p">&#8212;As&#237; dice el Se&#241;or, Dios de Israel, a quien me enviasteis para hacerle llegar vuestra s&#250;plica: 10Si os instal&#225;is en esta tierra, os construir&#233; y no os destruir&#233;, os plantar&#233; y no os arrancar&#233;, pues me arrepiento del da&#241;o que os he hecho.#1,10+. 11No teng&#225;is miedo del rey de Babilonia, a quien ahora tem&#233;is; no le teng&#225;is miedo &#8212;or&#225;culo del Se&#241;or&#8212;, pues yo estoy con vosotros para auxiliaros y para libraros de su mano.#1,8+. 12Le dar&#233; entra&#241;as para que se compadezca de vosotros y os deje volver a vuestra tierra. 13Pero si decid&#237;s no instalaros en esta tierra, haciendo caso omiso al Se&#241;or, vuestro Dios; 14si dec&#237;s: &#171;No; vamos a ir al pa&#237;s de Egipto, donde no veremos guerras ni oiremos el toque de trompeta ni pasaremos hambre; all&#237; nos instalaremos&#187;, 15entonces escuchad la palabra del Se&#241;or, resto de Jud&#225;: As&#237; dice el Se&#241;or del universo, Dios de Israel: Si os empe&#241;&#225;is en ir a Egipto a instalaros all&#237; como forasteros, 16la espada que tanto tem&#233;is os alcanzar&#225; en el pa&#237;s de Egipto, y el hambre que tanto os asusta no os dejar&#225; tranquilos en Egipto. All&#237; morir&#233;is.#11,22; 14,12+. 17Todos los que se empe&#241;en en ir a Egipto a residir all&#237; como forasteros morir&#225;n v&#237;ctimas de la espada, del hambre y de la peste. No quedar&#225; superviviente que pueda ponerse a salvo de la calamidad que pienso traer sobre ellos. 18Pues as&#237; dice el Se&#241;or del universo, Dios de Israel: Del mismo modo que se derramaron mi ira y mi c&#243;lera sobre los habitantes de Jerusal&#233;n, as&#237; se derramar&#225; mi c&#243;lera sobre vosotros cuando vay&#225;is a Egipto. Os convertir&#233;is en maldici&#243;n y espanto, en objeto de execraci&#243;n e ignominia; y no volver&#233;is a ver este lugar.#ver 24,9. 19Esto os dice el Se&#241;or, resto de Jud&#225;: No vay&#225;is a Egipto; tenedlo bien en cuenta, pues yo os lo atestiguo hoy. 20Os enga&#241;asteis a vosotros mismos cuando me enviasteis al Se&#241;or, vuestro Dios, pidi&#233;ndome que consultara por vosotros y diciendo que os comunicara lo que dec&#237;a el Se&#241;or, para ponerlo en pr&#225;ctica.#42,2. 21Os lo acabo de comunicar hoy, pero no hab&#233;is hecho caso al Se&#241;or, vuestro Dios, en nada de lo que me ha enviado a deciros.#42,13-17. 22Pues ahora, tenedlo bien presente: morir&#233;is v&#237;ctimas de la espada, del hambre y de la peste en el lugar que hab&#233;is elegido para residir como forasteros.</div>
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 <div class="chapter ch43" data-usfm="JER.43">
 <div class="label">43</div><div class="p"> 1Cuando Jerem&#237;as acab&#243; de transmitir a toda aquella gente las palabras del Se&#241;or, su Dios &#8212;todas las palabras que le hab&#237;a encomendado el Se&#241;or, su Dios&#8212;, 2Azar&#237;as, hijo de Osa&#237;as, y Yojan&#225;n, hijo de Car&#233;aj, junto con todos los dem&#225;s hombres dijeron con insolencia a Jerem&#237;as:</div><div class="p">&#8212;Lo que est&#225;s diciendo es mentira. El Se&#241;or, nuestro Dios, no te ha enviado a decirnos que no vayamos a Egipto a residir all&#237; como forasteros. 3Es Baruc, hijo de Ner&#237;as, quien te incita contra nosotros para que nos entregues en manos de los caldeos y nos maten o nos lleven cautivos a Babilonia.</div><div class="p"> 4Ni Yojan&#225;n, hijo de Car&#233;aj, ni los oficiales ni el resto del pueblo quisieron obedecer al Se&#241;or, que les mandaba establecerse en tierras de Jud&#225;.#42,13. 5As&#237; pues, Yojan&#225;n, hijo de Car&#233;aj, y sus oficiales reunieron al resto de Jud&#225; que hab&#237;a vuelto de todas las naciones de la dispersi&#243;n para establecerse en Jud&#225;:#40,12. 6hombres, mujeres, ni&#241;os, princesas reales y cuantas personas hab&#237;a encomendado Nabusard&#225;n, jefe de la guardia, a Godol&#237;as, hijo de Ajic&#225;n y nieto de Saf&#225;n; y tambi&#233;n al profeta Jerem&#237;as y a Baruc, hijo de Ner&#237;as. 7Desobedeciendo al Se&#241;or, se dirigieron al pa&#237;s de Egipto y llegaron a Tafne.#42,14; 2 Re 25,26. 8Jerem&#237;as recibi&#243; en Tafne la palabra del Se&#241;or, en estos t&#233;rminos:</div><div class="p"> 9&#8212;Toma unas piedras grandes y enti&#233;rralas en la argamasa del pavimento que hay a la entrada del palacio del fara&#243;n en Tafne, en presencia de los jud&#237;os. 10Luego les dices: &#171;As&#237; dice el Se&#241;or del universo, Dios de Israel: Voy a mandar que traigan a mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia; pondr&#233; su trono sobre estas piedras que he enterrado y desplegar&#225; encima su dosel. 11Cuando llegue, destruir&#225; el pa&#237;s de Egipto: los destinados a la muerte, morir&#225;n; los destinados al destierro, ir&#225;n desterrados; los destinados a la espada, morir&#225;n a espada.#15,2 (ver Ap 13,10); 44,13; 46,13-14; Ez 29,19; 30,13-19. 12Yo prender&#233; fuego a los templos de los dioses de Egipto y &#233;l los incendiar&#225; y se llevar&#225; cautivos a sus dioses. Se cubrir&#225; [el Se&#241;or] en el pa&#237;s de Egipto como un pastor se arropa con su manta y saldr&#225; de all&#237; sin obst&#225;culos. 13Har&#225; pedazos las estelas del templo del Sol, en Egipto, e incendiar&#225; los templos de los dioses egipcios&#187;.</div>
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 <div class="chapter ch44" data-usfm="JER.44">
 <div class="label">44</div><div class="s1">Or&#225;culos contra los jud&#237;os de Egipto</div><div class="p"> 1Palabra que recibi&#243; Jerem&#237;as sobre los jud&#237;os instalados en territorio egipcio: en Migdol, en Tafne, en Menfis y en la regi&#243;n de Patros. Estas fueron sus palabras:#46,14.</div><div class="p"> 2&#8212;As&#237; dice el Se&#241;or del universo, Dios de Israel: Vosotros sois testigos de las desgracias que he tra&#237;do sobre Jerusal&#233;n y sobre todas las ciudades de Jud&#225;, que a&#250;n siguen arruinadas y deshabitadas, 3debido a las maldades que cometieron: me irritaron quemando ofrendas de incienso y dando culto a dioses extra&#241;os que ni ellos, ni vosotros ni vuestros antepasados conoc&#237;an.#7,9; 19,4. 4Os envi&#233; continuamente a mis siervos los profetas para que os dijeran: &#171;No comet&#225;is esas abominaciones que tanto odio&#187;.#7,24-26+. 5Pero no quisisteis escuchar, no obedecisteis mi mandato de abandonar la maldad y dejar de quemar ofrendas de incienso a otros dioses. 6Por eso estallaron mi ira y mi c&#243;lera, que prendieron en las ciudades de Jud&#225; y en las calles de Jerusal&#233;n, dej&#225;ndolas desoladas y arruinadas hasta el d&#237;a de hoy.#7,20; 36,7. 7Ahora pues, as&#237; dice el Se&#241;or, Dios del universo, Dios de Israel: &#191;Por qu&#233; os hac&#233;is tanto da&#241;o a vosotros mismos provocando en Jud&#225; el exterminio de hombres y mujeres, ni&#241;os y lactantes? &#191;No os dais cuenta de que no os quedar&#225; un resto?#42,18. 8Adem&#225;s me irrit&#225;is con vuestras obras, pues quem&#225;is ofrendas de incienso a dioses extra&#241;os en el pa&#237;s de Egipto, al que hab&#233;is venido a vivir como forasteros; de esa forma vosotros mismos ser&#233;is exterminados y os convertir&#233;is en maldici&#243;n e ignominia para todas las naciones de la tierra. 9&#191;Hab&#233;is olvidado las maldades de vuestros antepasados, las de los reyes de Jud&#225; y de sus mujeres, vuestras propias maldades y las de vuestras mujeres, las que todos cometisteis en territorio de Jud&#225; y en las calles de Jerusal&#233;n? 10Hasta el presente no os hab&#233;is arrepentido, no me hab&#233;is respetado ni hab&#233;is vivido conforme a mi ley y a mis preceptos que os di a vosotros y a vuestros antepasados. 11Por eso, as&#237; dice el Se&#241;or del universo, Dios de Israel: Estoy dirigiendo mi mirada hacia vosotros para mal, para extirpar a todos los de Jud&#225;. 12Aniquilar&#233; al resto de Jud&#225; que dirigi&#243; su mirada hacia Egipto con el deseo de residir all&#237; como forasteros; todos tendr&#225;n su fin en Egipto: ser&#225;n v&#237;ctimas de la espada y del hambre. Morir&#225;n peque&#241;os y grandes, v&#237;ctimas de la espada y del hambre; y se convertir&#225;n en maldici&#243;n y espanto, en objeto de execraci&#243;n e ignominia. 13Castigar&#233; a los habitantes del pa&#237;s de Egipto como castigu&#233; a Jerusal&#233;n: con la espada, el hambre y la peste;#14,12+. 14y de los supervivientes de Jud&#225; que vinieron a Egipto a residir como forasteros, no quedar&#225; uno con vida, nadie podr&#225; ponerse a salvo. Tampoco podr&#225;n regresar a Jud&#225;, a pesar de que ans&#237;an ardientemente volver para instalarse all&#237;. [Solo algunos fugitivos conseguir&#225;n volver].</div><div class="p"> 15Todos los hombres que sab&#237;an que sus mujeres quemaban ofrendas de incienso a dioses extra&#241;os, todas las mujeres presentes en aquella gran asamblea y la gente en general residente en Patros, en el pa&#237;s de Egipto, respondieron a Jerem&#237;as:#7,18; 44,25.</div><div class="p"> 16&#8212;No queremos escuchar la palabra que nos has dirigido en nombre del Se&#241;or, 17sino que vamos a hacer todo lo que hemos decidido: quemar ofrendas de incienso a la Reina del Cielo y hacerle libaciones, como hemos venido haciendo nosotros, nuestros antepasados, nuestros reyes y nuestros dignatarios en las ciudades de Jud&#225; y en las calles de Jerusal&#233;n. Entonces nos saci&#225;bamos de comida, nos iba bien y no experiment&#225;bamos desgracias. 18Pero desde que hemos dejado de quemar ofrendas de incienso a la Reina del Cielo y de hacerle libaciones, nos falta de todo y vamos muriendo a espada o de hambre. 19Y cuando nosotras quemamos ofrendas de incienso a la Reina del Cielo, le ofrecemos libaciones o le hacemos tortas con su efigie, no lo hacemos sin el consentimiento de nuestros maridos.</div><div class="p"> 20Respondi&#243; Jerem&#237;as a toda la gente, hombres, mujeres y ni&#241;os, que as&#237; le hab&#237;an contestado:</div><div class="p"> 21&#8212;&#191;Pens&#225;is que el Se&#241;or no recordaba y ten&#237;a presente el incienso que ofrec&#237;ais en las ciudades de Jud&#225; y en las calles de Jerusal&#233;n, vosotros, vuestros padres, vuestros reyes, vuestros dignatarios y la gente del pa&#237;s?#11,13; 44,17. 22El Se&#241;or ya no pudo aguantar la maldad de vuestras acciones y las abominaciones que comet&#237;ais, y vuestra tierra se convirti&#243; en ruinas, desolaci&#243;n y maldici&#243;n, y se qued&#243; sin habitantes hasta el d&#237;a de hoy.#1,16; 15,6; 19,15; 44,8-10. 23Y es que quemabais ofrendas de incienso y pecabais contra el Se&#241;or, sin hacerle caso y sin vivir conforme a su ley, a sus mandatos y a sus decisiones. Por eso os sobrevino aquella desgracia, que contin&#250;a hoy.</div><div class="p"> 24Y a&#241;adi&#243; Jerem&#237;as a toda la gente y a las mujeres:</div><div class="p">&#8212;Escuchad la palabra del Se&#241;or, jud&#237;os que viv&#237;s en el pa&#237;s de Egipto. 25As&#237; dice el Se&#241;or del universo, Dios de Israel: Vosotros y vuestras mujeres lo dec&#237;s de palabra y lo realiz&#225;is en la pr&#225;ctica: &#171;Pensamos cumplir los votos que hemos hecho de ofrecer incienso a la Reina del Cielo y de hacerle libaciones&#187;; y seguro que mantendr&#233;is vuestros votos y cumplir&#233;is vuestras promesas por todos los medios.#44,17+. 26Pero escuchad la palabra del Se&#241;or, jud&#237;os todos que habit&#225;is en el pa&#237;s de Egipto: He jurado por mi ilustre nombre &#8212;dice el Se&#241;or&#8212; que mi nombre no volver&#225; a ser invocado por ninguna persona de Jud&#225;, por esos que suelen jurar: &#171;Por vida del Se&#241;or Dios&#187; en el pa&#237;s de Egipto. 27Los estoy vigilando con intenci&#243;n de enviarles no beneficios, sino calamidades; haceros da&#241;o, no bien. Todos los jud&#237;os que viven en Egipto morir&#225;n v&#237;ctimas de la espada y del hambre, hasta que yo acabe con ellos.#1,12; 31,28. 28[Ser&#225;n unos pocos los que escapen de la espada y regresen del pa&#237;s de Egipto a territorio de Jud&#225;]. Y entonces los supervivientes de Jud&#225; que han venido a Egipto a residir como forasteros sabr&#225;n qu&#233; palabra es la que se cumple, si la m&#237;a o la de ellos. 29Y esto os servir&#225; de se&#241;al &#8212;or&#225;culo del Se&#241;or&#8212;: Pienso castigaros en este lugar para que reconozc&#225;is que las calamidades que os anunci&#233; se cumplir&#225;n sin falta. 30As&#237; dice el Se&#241;or: Voy a entregar al fara&#243;n Ofr&#225;, rey de Egipto, en manos de sus enemigos, de los que quieren quitarle la vida, del mismo modo que entregu&#233; a Sedec&#237;as, rey de Jud&#225;, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, el enemigo que quer&#237;a quitarle la vida.</div>
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