Modelos De Multiplicación BíblicaMuestra

Abram es un hermoso ejemplo bíblico de alguien que tiene una mentalidad de abundancia. Tenía vida en abundancia, pero no había librado ninguna guerra, no había conquistado a la gente, ni había eliminado a la competencia, a diferencia de Nimrod.

Abram era hábil para multiplicar, añadiendo valor a sus medios de existencia. Mediante el trabajo, la creatividad, el cuidado y la atención, consiguió aumentar el bienestar de los que encontraba. Cuidando bien la tierra obtenía mayores cosechas, cuidando bien el ganado hacía que los animales estuvieran gordos y fuertes y aumentaba la producción de leche y de crías.

Los empresarios que trabajan según este paradigma se preguntan constantemente "¿Cómo puedo promover el bienestar de la persona a la que conozco?".

Incluso en el momento en que la escasez se hizo real, Abram no eliminó a su competencia más cercana, su sobrino Lot. Al contrario, Abram reveló la abundancia que Dios ha concedido a este mundo. Preguntó a su sobrino Lot cuál era la mejor manera de aprovechar esta abundancia.

Decidieron no competir entre ellos por un pequeño pedazo de tierra, sino utilizar todo el potencial de la tierra disponible. Siendo el mayor, Abram no eligió la mejor parte, sino que dejó la primera opción a su competidor, Lot. ¿Qué llevó a Abram a actuar así? Hay dos cosas que influyen:

1. No se centró en la escasez, sino en la abundancia de tierras (Gn. 13:9).
2. Abram se dio cuenta de que sus riquezas no eran el resultado de su propia acción, sino que fueron proporcionadas por Dios (Gen. 13: 4 y 18).

Tras su solución al problema de la escasez y después de las elecciones realizadas, Dios le confirmó su bondad una vez más (Gn. 13: 15-17).

Un ejemplo actual es Henk, que es un importante empresario de la construcción. Un contratista local de su ciudad natal quebró. Cuando un día visité a Henk en su casa, acababa de ver al contratista local salir de ella. Cuando le pregunté por ello, me dijo: “Bueno, le ayudé con un préstamo para que volviera a empezar”. Me sorprendí y le pregunté: “¿Por qué ayudaste a la competencia a reiniciar su empresa?”. Henk respondió: “Dios puede darnos mucho más de lo que tú y yo podemos ganar juntos. Creo que tenía que hacerlo”.

Pregunta del día:

¿Cuál es tu visión empresarial sobre las oportunidades de tu mercado y el papel que desempeñan otras empresas similares?