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Contagio EspiritualMuestra

Contagio Espiritual

DÍA 3 DE 5

Dorcas, también conocida como Tabita, era una discípula que vivía en la región de Jope. Su manera de contagiar espiritualmente consistía en hacer buenas obras y en ayudar a los pobres.

En el andar cristiano, hay cuestiones que jamás entenderemos, y una de ellas es por qué a la gente buena le suceden cosas malas. Alguien dijo: “Esperemos lo mejor, pero preparémonos para lo peor”. Algunos atribuyen la aflicción del ser humano a la misteriosa soberanía de Dios, mientras que otros buscan la causa en la desobediencia del hombre como diciendo: “Algo habrá hecho mal”.

Menciono esto porque Dorcas no había hecho nada malo para merecer una desgracia. Veamos un poco más en detalle. Dorcas era en griego lo que Tabita era en arameo, cuyo significado era gacela, es decir, una “mujer esbelta, grácil y dulce”. Traducido en un español más moderno y sencillo, se podría decir que Dorcas era una “mujer agradable”.

Dorcas no era una persona más del montón, sino una persona importante, ya que hasta donde yo sé, es la primera y única vez que el Nuevo Testamento la identifica como una mujer “discípula” con todo lo que ese término significa en la Biblia a partir de los Evangelios.

Ahora bien, si se trata de un personaje como Dorcas, una persona tan agradable, una “discípula” tan importante a tal punto que Pedro haya apresurado sus pasos para viajar desde Lida, que lo único que hacía era esmerar en hacer buenas obras y ayudar a los pobres, ¿por qué razón cayó enferma y murió?

“¡Murió!” ¿Me entiende? No es que invirtió en un lugar equivocado, la estafaron, y perdió todos sus ahorros. No es que no la promovieron, y no fue ascendida en un puesto de trabajo. No es que su hijo aplicó a una universidad en el extranjero, y no fue aprobado.

¡Murió!

Eneas estuvo postrado en cama durante 8 años. Pero Pedro que salió a su encuentro, dijo: “Jesucristo te sana. Levántate y tiende tu cama” (Hechos 9:34). Y dice la palabra de Dios que “al instante se levantó” (Hechos 9:34). En Jope, la situación era más delicada, pues no se trataba de una persona enferma, sino de una que ya estaba muerta. Sin embargo, Pedro no tuvo pudor en anunciar el mismo mensaje. “Tabita, levántate” (Hechos 9:40).

El diablo no quiere que usted se levante, porque sabe que cuando eso ocurre, un gran ejército compuesto por hombres y mujeres de Dios se levanta detrás suyo. Eso es lo que yo llamo “contagio espiritual”. Usted no está sola. De hecho, hay muchos a su alrededor que están atentos al siguiente paso que usted dé. Si lo hace por fe, muchos se levantarán junto a usted. Pero en caso de que no lo haga, muchos se desvanecerán en su fe, y retrocederán.

¿Cuál es el resultado de este contagio espiritual? “Todos los que vivían en Lida y en Sarón lo vieron, y se convirtieron al Señor” (Hechos 9:35).

“La noticia se difundió por todo Jope, y muchos creyeron en el Señor” (Hechos 9:42).

Basta con una sola persona que contagie, pues es a través de ella que la atmósfera espiritual cambia por el poder de Dios, y el Espíritu Santo se mueve a su favor. Por lo tanto, “levántate” (Hechos 9:34, 40).

Día 2Día 4

Acerca de este Plan

Contagio Espiritual

Luego de este plan de 5 días junto a la pastora Sonia Shim, ya no asociará “contagio” con un virus, sino con el mensaje del Evangelio, el cual tiene un poder de contagio increíble.

Nos gustaría agradecer a La mujer influencer por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://libreriapeniel.com/producto/contagio-espiritual/

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