ESPERANZA ACTIVAMuestra

ADOLORIDO

Hace unos meses atrás salí a jugar un partido de fútbol con mis amigos (como muchas veces antes lo había hecho), pero ese día no regresé a casa a la hora habitual sino dos días después. Sufrí una caída y dos ligamentos de mi hombro se rompieron, lo cual causó la luxación de la clavícula y debía ser operado.

En el centro asistencial hicieron los exámenes de rutina para descartar, diagnosticar y saber cuáles eran los próximos pasos; había salido a divertirme un rato y un par de horas después estaba en una situación muy diferente a lo que buscaba.

Estoy seguro de que te has sentido así en algún momento, habían más preguntas que respuestas, tenía un cierto miedo, además de no saber cómo terminaría y cómo sería mi vida después de la operación, seguro te has sentido con incertidumbre. Fue inevitable pensar en cómo respondería a algunos compromisos laborales que ya había adquirido, pero no había dado las conferencias, no había prestado el servicio y no sabía si podría hacerlo después de este incidente.

Lo cierto es que esta situación me permitió conectar mucho conmigo y sobre todo con Dios, porque solo Él podría hacer algo por mí, solo Él podía hacer una intervención en mí.

En la sala de rayos X, recibí una revelación y mientras esperaba mi turno comencé a llorar, no por el miedo, ni la incertidumbre sino por haberme encontrado con el hecho de la crucifixión de Jesús. Justo en ese instante vino un pensamiento repetitivo a mi mente que me decía: "te entiendo, en la cruz yo sentí dolor en ambos hombros y lo hice por ti", ese pensamiento me ancló al AMOR de Jesús hacia mí y en el propósito de su vida y me pregunté: ¿Cómo puedo usar esta situación dolorosa a favor de mi llamado y ayudar a otros?, y es por eso que escribo este devocional (los próximos días te hablaré de 3 mensajes que Dios me dio en medio de estos días de hospitalización y quirófano).

Lo cierto es que de ese amor quiero hablarte porque lo que viví te ayudará a reinterpretar el dolor y lo que te ocurre. No quiero comparar mi vida con la tuya, ni quiero minimizar tu dolor, sólo quiero ayudarte a responder esta pregunta:

- ¿Qué puedes aprender en medio de esta situación?.

- ¿Cómo puedas usarla a tu favor?

- Dios quiere ayudarte a superarlo ¿Cómo usarás esto para ayudar a otros?.

Responde estas preguntas y nos vemos en la segunda parte de este devocional.