Estar con Jesús: Soledad y SilencioMuestra

La soledad es un regalo para nuestra comunidad

Jesús, en el Sermón de la Montaña, dijo: “Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede ocultar. Tampoco se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, sino sobre un candelero, y alumbra a todos en la casa" (Mateo 5: 14-15 NVI).

Como "la luz del mundo", no debemos ocultar la transformación interna de nuestras almas de nuestra vida pública. Henry Nouwen escribió una vez: "Lo que vivimos en los lugares más íntimos de nuestro ser no es solo para nosotros sino para todas las personas. Por eso nuestra vida interior es vida para los demás. Por eso la soledad es un regalo para nuestra comunidad, y por eso nuestros pensamientos más secretos afectan nuestra vida común".

Nuestra vida interior necesita la fuerza que se encuentra en una verdadera comunidad para mantener nuestra luz encendida. Asimismo, nuestras comunidades necesitan que llevemos nuestro don nacido de la soledad para "dar luz a todos en la casa". No debemos ser personas que viven una doble vida.

¿Eres una persona en privado y una persona diferente en público?

Si es así, quita la "canasta de mimbre" que oculta tu lámpara para que el mundo que te rodea pueda ver la luz de Cristo brillando intensamente dentro de ti.