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Purificar Mi Corazón

A medida que abrimos nuestros corazones al amor de Cristo, estos se purifican. ¿Has pensado que estás demasiado dañado, quebrantado o lejos de Dios para ser usado por Él? La idea de que debemos “arreglarnos” para llegar a Dios es una mentira que puede mantenernos atrapados en la vergüenza y la condenación. La verdad es que Dios nos ama profundamente y quiere encontrarse con nosotros dondequiera que estemos, a pesar de nuestros pecados. Él bendice quien eres, no quien pretendes ser. A través de una relación auténtica con Dios y recibiendo Su amor y misericordia, podemos abrir nuestros corazones y mentes para ser purificados por Él. Siempre nos quedaremos cortos en la perfección; por eso necesitamos a Jesús para salvarnos y renovarnos. ¡Se trata de progresión y no de perfección! A medida que nos apoyamos en Su presencia y recibimos el regalo gratuito de Su salvación y amor, nos transformará, llevándonos al arrepentimiento y la justicia. Nos arrepentimos de los momentos en que erramos el blanco en nuestras palabras, pensamientos y acciones. Nuestros corazones se purifican a medida que experimentamos Su amor, gracia y corrección incondicionales. Hoy, pregúntate: "¿Qué áreas de mi corazón puedo entregar al Señor para que me purifique y me haga más como Él?". El gozo y la libertad se encuentran cuando abrimos nuestros corazones para ser purificados en Dios. Podemos representar a Dios y extender Su gracia y amor a quienes nos rodean. ¡Imagínate cómo nuestras vidas y las de quienes nos rodean pueden transformarse durante este tiempo mientras permitimos que Dios hace lo suyo en nuestros corazones y mentes!

Aplicación/ Reflexión:

• ¿Cómo te está hablando Dios acerca de la postura y los motivos de tu corazón hoy?
• ¿Qué áreas has tratado de arreglar por tu cuenta antes de someterlas a Dios?
• ¿Cómo sería ser transformado durante este tiempo de oración y ayuno para ser más como Cristo?

Oración:

Señor, te doy gracias por Tu gracia y misericordia. Te agradezco por Tu bondad y amor que nunca me dejarán. Ruego que ilumines las áreas de mi corazón en los que estoy operando desde la impureza. Me arrepiento por pensamientos y acciones que no fueron como Tú. Oro por Tu guía y sabiduría. ¡Háblame hoy! Renueva mi corazón, restáurame y transfórmame para Tu gloria. En el nombre de Jesús, oro, amén.