21 maneras de prosperar a los 45Muestra

Perdonar
Retener el perdón nos da una falsa sensación de poder. Una falsa sensación de poder es orgullo que nos lleva por mal camino. Inventamos excusas de por qué nunca podríamos perdonar a quienes nos han hecho daño. Al hacer esto dejamos nuestras almas sedientas de gracia fresca. Creemos que estamos justificados en nuestro rechazo a ofrecer perdón, pero nuestro corazón se enfría al amor de Jesús cuando albergamos sentimientos amargos. Nos encontraremos alineados con el camino del Padre cuando perdonamos a otros por lo que nos han hecho. No importa si pensamos que lo merecemos o no. El perdón es una herramienta poderosa en las manos de un corazón honesto. Uno que desea plenitud y crecimiento. El perdón refleja el corazón de Jesús.
Se nos ha perdonado mucho. En Isaías 1, vemos que Israel, quien ha pecado contra Dios, se le ofrece una porción de gracia cuando está dispuesto a alejarse de sus caminos desastrosos y a “resolver el asunto” cuando elige aceptar el perdón que nunca podría haber obtenido. Era un regalo que solo Dios podía dar. Lo mismo es para nosotros. No podemos ganar nuestro perdón. Sencillamente lo pedimos. Es dado por un Dios Santo y Poderoso.
Cuando aceptamos el perdón de Jesús y lo buscamos en los demás, crecemos juntos en unidad y comunión. Nos da un recordatorio saludable de cuánto necesitamos a Jesús y de cuánto nos necesitamos unos a otros.
En Marcos 11, vemos que tan serio Jesús encuentra el acto de perdonar. Dirigiéndose a la multitud, con oyentes judíos, expresó como la costumbre de pararse en postura de oración no era aceptable hasta que hubieras perdonado a quienes te habían lastimado. Con el mismo deseo de ser perdonados, perdonamos. Cuando perdonamos, no estamos descartando el dolor o la traición que ha ocurrido. Entregamos la ofensa a un Dios quien no es extraño al dolor o a la traición. El perdón declara que la gracia es mayor que la amargura o el resentimiento. No le da una pizca de poder a nuestro ofensor. Nos hace libres.
Escritura
Acerca de este Plan

Más que una desintoxicación, cada mujer puede tomar medidas intencionales para ser la portadora de la imagen única que Dios quiso que fuera. Cada día de este Plan de 21 días abordaremos dificultades y elegiremos nuevos hábitos que inviten nuestras almas a prosperar. No importa si eres una mujer en tus 20s, 30s, o 40s, hay un amplio suministro de la bondad, entendimiento, y restauración de Dios para florecer en tu etapa de la vida.
More
Planes relacionados

Escapa de tu mente

Siete claves para la plenitud emocional

Amando Más La Palabra De Dios

De orilla a orilla: un viaje hacia la reconciliación

Eso Tiene Sentido: Una Reflexión Amable Sobre Los Orígenes De La Adicción, Cómo Entenderla Y Cómo Ser Indulgente Consigo Mismo

El proceso de Dios para el corazón quebrantado

Un Llamado a Ser Pacificadores: Más Allá De La Paz Superficial

La Compasión Por Encima De La Crítica: Ver La Ansiedad Desde Una Nueva Perspectiva

El Fuego Que Llevas Dentro: Un Viaje Devocional De 30 Días
