NO SEAMOS JUECES DEL AMOR

Como bien dice la Biblia, Dios es amor y esa verdad nos da una noticia, el amor no es nuestro, no lo podemos manipular, no podemos elegir o determinar quien lo merece y quién no. Sería como intentar manipular o controlar a Dios diciéndole a quién tiene que amar y a quién tiene que desechar. Esa evidentemente no es nuestra función y como si fuera poco caeríamos en la peor de las idolatrías, convirtiéndonos a nosotros mismos en “dioses”.

Este en cierto modo fue un conflicto para un hombre de Damasco, seguidor de Jesús y llamado Ananías. Él recibió una visión donde el Señor lo llamaba diciéndole que había un hombre llamado Saulo, de Tarso, que había quedado ciego y que estaba orando y esperando por él porque cuando pusiera sus manos sobre él, volvería a recuperar la vista.

El conflicto de Ananías que surge cuando se da cuenta de que Saulo es un perseguidor de cristianos como él, como podría ir a verlo y encima imponer sus manos para sanarlo. Y es ahí donde la respuesta del señor muestra la esencia del amor, el señor le dice: ¡Ve! Yo elegí a Saulo para la misión de dar a conocer mi mensaje ante reyes, israelitas y gente de otras naciones. (Hechos 9.15)

Si tienes la bendición de haber recibido el amor de Jesús en tu corazón, debes de convertirte en un Ananías. Predicar, orar y sanar a aquellos que incluso podrías considerar enemigos, (Mateo 5:44) es la esencia de ser love to save / amor para salvar. Es tomar el desafío de ser una generación diferente, que ama a un nivel que pocos estarían dispuestos, amor nivel Dios. Ser seguidores de Jesús como lo era Ananías no sólo se trataba de seguirlo literalmente, tenían la gran comisión de ir por el mundo y predicar el evangelio. Eso implicaba hablar del amor de Dios a toda persona sin importar su condición y mucho menos su pasado. Hoy toma el desafío de presentar el amor de Jesús no sólo a tus amigos, sino a alguien con el que tal vez no simpatices o que incluso pueda considerarte su enemigo. Si aceptas el desafío envía un mensaje a esa persona de cuánto Dios la ama y regálale unas palabras de esperanza y amor para su vida!

Felicidades si lo has hecho. Eres un valiente lleno de amor para salvar.