Ora por tu elefante — Cómo hacer oraciones valientes

<<Los Otros Seis>> serie devocional

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La salvación ha llegado (Salvation Rise)

Eliseo: La historia de una fe descabellada

Usando Tu Tiempo Para Dios

Escuchando a Dios

Influencia

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 <div class="chapter ch19" data-usfm="2CH.19">
 <div class="label">19</div><div class="p"> 1Cuando Josafat, rey de Jud&#225;, regresaba sano y salvo a su palacio de Jerusal&#233;n, 2le sali&#243; al encuentro el profeta Jeh&#250;, hijo de Janan&#237;, para decirle:</div><div class="p">&#8212;&#191;As&#237; que ayudas al malvado y amas a los que odian al Se&#241;or? Por eso, te ha castigado el Se&#241;or. 3Sin embargo, tambi&#233;n tienes cosas buenas a tu favor, pues has quemado los postes sagrados del pa&#237;s y has puesto todo tu empe&#241;o en seguir a Dios.#14,2; 22,9b.</div><div class="s1">Reforma judicial de Josafat</div><div class="p"> 4Aunque Josafat resid&#237;a en Jerusal&#233;n, volvi&#243; a visitar al pueblo desde Berseba hasta la serran&#237;a de Efra&#237;n, con la intenci&#243;n de convertirlo al Se&#241;or, Dios de sus antepasados; 5nombr&#243; tambi&#233;n jueces en todas y cada una de las ciudades fortificadas del territorio de Jud&#225;, 6y les dio estas &#243;rdenes:</div><div class="p">&#8212;Mirad bien lo que hac&#233;is, porque no administr&#225;is la justicia humana, sino la justicia del Se&#241;or, que estar&#225; con vosotros cuando dict&#233;is sentencia. 7Por tanto, respetad al Se&#241;or y tened cuidado con lo que hac&#233;is, porque el Se&#241;or nuestro Dios no tolera corrupciones, ni favoritismos, ni sobornos.#Dt 1,16-17; 10,17; 16,19.</div><div class="p"> 8Josafat design&#243; tambi&#233;n en Jerusal&#233;n a algunos levitas, sacerdotes y cabezas de familia israelitas para administrar la justicia del Se&#241;or y para dirimir pleitos. Resid&#237;an en Jerusal&#233;n #Dt 17,19. 9y Josafat les dio estas instrucciones:</div><div class="p">&#8212;Deber&#233;is actuar con respeto al Se&#241;or, con fidelidad y con total integridad. 10En cualquier pleito que os presenten vuestros hermanos que habitan en sus ciudades, sean causas criminales o asuntos relativos a la ley, mandamientos, normas y decretos, los instruir&#233;is para que no pequen contra el Se&#241;or y no recaiga su ira sobre vosotros y vuestros hermanos. Si actu&#225;is as&#237;, no pecar&#233;is. 11El sacerdote Amar&#237;as ser&#225; el encargado de los asuntos religiosos y Zebad&#237;as, hijo de Ismael y jefe de Jud&#225;, el de los asuntos civiles. Los levitas os servir&#225;n como oficiales. &#161;&#193;nimo y manos a la obra! &#161;Que el Se&#241;or acompa&#241;e a los justos!</div>
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 <div class="chapter ch20" data-usfm="2CH.20">
 <div class="label">20</div><div class="s1">Victoria sobre Moab y Am&#243;n</div><div class="p"> 1Alg&#250;n tiempo despu&#233;s los moabitas y amonitas, acompa&#241;ados por meunitas,#20,1: meunitas: Lectura seg&#250;n la versi&#243;n griega y 26,7; el texto hebreo dice amonitas. se movilizaron para atacar a Josafat. 2Sus informadores le dijeron:</div><div class="p">&#8212;Una gran multitud procedente de Edom, al otro lado del mar, viene contra ti y ya est&#225; en Jases&#243;n Tamar, o sea, en Engued&#237;.</div><div class="p"> 3Josafat se asust&#243; y recurri&#243; al Se&#241;or, proclamando un ayuno para todo Jud&#225;.#1 Re 21,9; Jr 36,6.9; Jl 1,14. 4Gente procedente de todas las ciudades de Jud&#225; se reuni&#243; para consultar al Se&#241;or. 5Josafat se puso en pie en medio de la asamblea de Jud&#225; y Jerusal&#233;n, que se encontraba reunida ante el atrio nuevo del Templo del Se&#241;or, 6y exclam&#243;:</div><div class="p">&#8212;Se&#241;or, Dios de nuestros antepasados: t&#250; eres el Dios de los cielos, t&#250; gobiernas todos los reinos de las naciones y tienes el poder y la fuerza, sin que nadie pueda resistirte. 7T&#250;, Dios nuestro, expulsaste a los habitantes de esta tierra ante tu pueblo Israel y se la entregaste a perpetuidad a la descendencia de tu amigo Abrah&#225;n.#Is 41,8. 8Ellos la habitaron y construyeron un santuario en tu honor, pensando: 9&#171;Si nos sobreviene alguna desgracia (guerra, castigo, epidemia o hambre), nos presentaremos ante ti en este Templo, donde reside tu nombre, te invocaremos en nuestra angustia, y t&#250; nos escuchar&#225;s y nos salvar&#225;s&#187;. 10Ah&#237; tienes a los amonitas, moabitas y habitantes de la monta&#241;a de Se&#237;r: t&#250; no permitiste a Israel atravesar su territorio cuando ven&#237;a de Egipto, sino que los evitaron para no tener que destruirlos.#1 Re 8,37-39; Dt 2,4-5.9.18-19. 11Y ahora nos lo pagan viniendo a expulsarnos de la propiedad que nos diste en herencia. 12Dios nuestro, dales su merecido, pues nosotros nos sentimos indefensos ante esta enorme multitud que nos ataca y no sabemos qu&#233; hacer, si no es poner en ti nuestra mirada.</div><div class="p"> 13Todos los jud&#237;os estaban en pie ante el Se&#241;or con sus chiquillos, sus mujeres y sus hijos. 14El esp&#237;ritu del Se&#241;or inspir&#243; entonces en medio de la asamblea a Jajaziel, hijo de Zacar&#237;as y descendiente de Bena&#237;as, Jeiel y Matan&#237;as, levita del clan de Asaf, #Ne 11,22. 15que dijo:</div><div class="p">&#8212;Prestad todos atenci&#243;n, pueblo de Jud&#225;, habitantes de Jerusal&#233;n y rey Josafat. Esto os dice el Se&#241;or: No tem&#225;is ni os acobard&#233;is ante esa gran multitud, porque la batalla no va con vosotros sino con Dios. 16Ma&#241;ana bajar&#233;is hacia ellos cuando suban la cuesta de Sis y los encontrar&#233;is al final del arroyo, frente al desierto de Jeruel. 17Pero no tendr&#233;is que luchar esta vez. Deteneos y quedaos quietos y ver&#233;is la victoria que os depara el Se&#241;or. Jud&#225; y Jerusal&#233;n, no tem&#225;is ni os acobard&#233;is. Salid ma&#241;ana a su encuentro, que el Se&#241;or estar&#225; con vosotros.#Is 8,8.10.</div><div class="p"> 18Josafat se arrodill&#243; rostro en tierra, y todo Jud&#225; y los habitantes de Jerusal&#233;n se inclinaron ante el Se&#241;or para adorarlo. 19Los levitas descendientes de Queat y de Cor&#233; se levantaron para alabar a voz en grito al Se&#241;or, Dios de Israel. 20Al d&#237;a siguiente madrugaron para salir al desierto de Tecoa y mientras iban saliendo, Josafat, en pie, les dec&#237;a:</div><div class="p">&#8212;Escuchadme, Jud&#225; y habitantes de Jerusal&#233;n: Confiad en el Se&#241;or vuestro Dios y estar&#233;is seguros; confiad en sus profetas y vencer&#233;is.#Is 7,9b.</div><div class="p"> 21Tras consultar con el pueblo, design&#243; a algunos para que fuesen delante de la formaci&#243;n vestidos con ornamentos sagrados, cantando y alabando al Se&#241;or con el estribillo: &#171;Dad gracias al Se&#241;or, porque es eterno su amor&#187;. 22Y en el momento en que comenzaron los cantos y las s&#250;plicas, el Se&#241;or sembr&#243; discordias entre los amonitas, los moabitas y los habitantes de la monta&#241;a de Se&#237;r que ven&#237;an contra Jud&#225;, y se destruyeron entre s&#237;. 23Los amonitas y los moabitas atacaron a los habitantes de la monta&#241;a de Se&#237;r hasta destrozarlos y exterminarlos; y cuando acabaron con los habitantes de Se&#237;r se pusieron a destruirse mutuamente.#Jos 6,17. 24Cuando los de Jud&#225; llegaron al promontorio del desierto y miraron hacia la multitud, no vieron m&#225;s que cad&#225;veres ca&#237;dos en tierra y ning&#250;n superviviente. 25Cuando Josafat y su gente llegaron dispuestos al saqueo, encontraron tal cantidad de ganado, riquezas, vestidos#20,25: vestidos: El texto hebreo dice cad&#225;veres, pero debe tratarse de una confusi&#243;n entre pegarim (cad&#225;veres) y begadim (vestidos). y objetos preciosos que no pudieron cargar con ellos. Necesitaron tres d&#237;as para consumar el saqueo. 26El cuarto d&#237;a se reunieron en el valle de Berac&#225;, donde bendijeron al Se&#241;or. Por eso aquel lugar se llama valle de la Bendici&#243;n hasta el presente. 27Los hombres de Jud&#225; y Jerusal&#233;n, con Josafat a la cabeza, regresaron contentos a Jerusal&#233;n, pues el Se&#241;or los hab&#237;a llenado de alegr&#237;a a costa de sus enemigos. 28Llegaron a Jerusal&#233;n y entraron en el Templo al son de salterios, c&#237;taras y trompetas.</div><div class="p"> 29Un p&#225;nico sagrado invadi&#243; a todos los reinos vecinos al enterarse de que el Se&#241;or luchaba contra los enemigos de Israel.#Dt 2,25; 20,3-4. 30El reinado de Josafat, en cambio, fue tranquilo y Dios le concedi&#243; paz con sus vecinos.</div><div class="s1">Conclusi&#243;n del reinado de Josafat</div><div class="r">(1 Re 22,41-46a.49)</div><div class="p"> 31Josafat rein&#243; en Jud&#225;. Cuando comenz&#243; a reinar ten&#237;a treinta y cinco a&#241;os y rein&#243; en Jerusal&#233;n durante veinticinco a&#241;os. Su madre se llamaba Azub&#225; y era hija de Silj&#237;. 32Josafat sigui&#243; los pasos de su padre As&#225;, sin apartarse lo m&#225;s m&#237;nimo y actuando rectamente ante el Se&#241;or. 33Sin embargo, los santuarios locales de los altos no desaparecieron, pues el pueblo segu&#237;a sin entregarse de coraz&#243;n al Dios de sus antepasados.#ver 17,6.</div><div class="p"> 34El resto de la historia de Josafat, de principio a fin, est&#225; escrito en la Historia de Jeh&#250;, hijo de Janan&#237;, que fue incluida en el libro de los Reyes de Israel. 35Adem&#225;s, Josafat, rey de Jud&#225;, se ali&#243; con Ocoz&#237;as, rey de Israel, de conducta perversa. 36Se asociaron para construir naves con destino a Tarsis, y las construyeron en Esiongu&#233;ber. 37Pero Eliezer, hijo de Dodavahu, de Mares&#225;, profetiz&#243; contra Josafat, diciendo:</div><div class="p">&#8212;Por haberte aliado con Ocoz&#237;as, el Se&#241;or destruir&#225; tu obra.</div><div class="p">Y, en efecto, las naves naufragaron y no pudieron ir a Tarsis.</div>
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La Palabra (versión española)

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 <div class="book bkGAL">
 <div class="chapter ch2" data-usfm="GAL.2.20">
 <div class="p">20Ya no soy yo quien vive; es Cristo quien vive en m&#237;. Mi vida en este mundo consiste en creer en el Hijo de Dios que me am&#243; y se entreg&#243; por m&#237;.#1,4; Jn 13,1; 17,23; 1 Jn 3,16. </div>
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Sin miedos: Un Viaje de Seis Semanas Muestra

Escritura

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