21 Días Sobre El Poder De La Oración Por Angus BuchanMuestra

"Jesús, Nuestro Sanador"



Moisés subió a la montaña y esperó en el Señor para recibir los Diez Mandamientos. Cuando regresó, se enojó tanto que rompió los Diez Mandamientos. Moisés dijo a los israelitas que debían quemar el becerro, molerlo, ponerlo en agua y luego beberlo.



Muchos años después, Jesús entró en el templo y vio que los cambistas habían convertido la casa de Su Padre en un mercado. ¿Qué hizo? Hizo un látigo, entró en el templo y lo limpió. ¿Ves la similitud?



Dios envió serpientes venenosas para castigar a los hijos de Israel. Estaban sufriendo terriblemente y Moisés clamó a Dios por ayuda. Dios le dijo que hiciera una serpiente de bronce y que la pusiera en un poste. La gente debía mirar a la serpiente y serían sanos.



Jesús no hizo una serpiente de bronce; Simplemente tocó a las personas enfermas y se curaron. O habló una palabra y fueron restaurados a la salud. Hoy, Jesús todavía sana a los enfermos. Si no estás bien, tengo buenas noticias para ti. Hay sanidad en el nombre de Jesús. Él dice: "Llámame, y yo te responderé" (Jer. 33:3).



ORACIÓN: Señor, oro para que mientras me siento en Tu presencia, me sanes, tanto físicamente como en las partes más profundas de mi alma. Renueva mi corazón y mi mente, oro. Amén.



El contenido de este devocional fue adaptado de "Peace in His Presence" por Angus Buchan © Christian Art Publishers.