Los siete roles del Espíritu SantoMuestra

El Espíritu Santo es nuestro empoderador
Jesús les dijo a sus primeros seguidores que cuando fuesen bautizados en el Espíritu Santo serían “revestidos del poder de lo alto.” (Lucas 24:49). Eso suena ruidoso y perturbador. ¡Suena como algo que sacudiría todo el mundo! Donde sea que el Espíritu va, cambia a las personas en radicales. Les da poder para predicar con valentía, sanar a los enfermos e incluso resucitar muertos.
Cientos de años antes de que el Espíritu Santo fuera derramado en la iglesia primitiva en el día de Pentecostés, el profeta del Antiguo Testamento Ezequiel, recién ungido como sacerdote, tuvo una vista previa gratuita de cómo Dios enviaría el Espíritu Santo para empoderar a su pueblo.
La vista previa vino en forma de visión tecnicolor que incluía también un viento tormentoso, una nube con fuego y resplandor, relámpagos y un singular querubín de cuatro caras empoderado de la energía divina de Dios.
Lo que Dios estaba compartiendo con Ezequiel era el milagro del Pentecostés, donde Dios vestiría a su pueblo con poder de lo alto. Los primeros discípulos no solamente escucharían el sonido de un turbulento viento y verían descender llamas de fuego sobre la cabeza de cada creyente, sino que también les serían infundidas indómitas cualidades: fuerza sobrenatural, valor feroz, audacia sorprendente y una inusual habilidad de ver en el reino invisible de los misterios de Dios.
No estoy diciendo que Él trae desorden o caos. Dios no es autor de confusión, pero muy a menudo la iglesia ha tratado de confinar al Espíritu Santo, de amordazarlo, limitarlo o dispararle un tranquilizante para poder mantener el control.
Temo que, en algunos casos, le hemos implorado a este indómito Espíritu de Dios que se aleje de nosotros para que podamos jugar a una versión más dócil de la iglesia sin sus interrupciones inesperadas. Si somos honestos, admitiremos que la iglesia se ha vuelto débil, tímida y se ha amoldado al mundo de tal forma que ni a distancia nos parecemos a los poderosos cristianos del primer siglo, quienes predicaron el evangelio con valentía, obraron milagros e incluso dieron sus vidas en martirio sirviendo a Cristo.
No obstante, la promesa aún continúa para nosotros: cualquier cristiano lo suficientemente atrevido a invitar al Espíritu a empoderar su vida, puede experimentar todas las manifestaciones de poder que operaron en la iglesia primitiva.
Escritura
Acerca de este Plan

En este devocional de 7 días basado en el libro <i>Set My Heart on Fire<i> (Enciende mi corazón) por J. Lee Grady, te encontrarás con el Espíritu Santo, quien puede hacerlo todo. Él es el Espíritu de Dios. Su poder y sabiduría son ilimitados, aún así, voluntariamente viene a vivir dentro de toda persona que cree en Jesucristo.
More
Planes relacionados

Noches con el Espíritu Santo

Vivir por el Espíritu: Devocionales con John Piper

Plan de guerra espiritual

inVISIBLES

95 Tesis Para La Nueva Generación

5 Claves Para Liderar Con Madurez: Convierte tu influencia en impacto duradero

El Agotamiendo De Los Pastores Y La Paz De Cristo

Vivir Una Vida Que Importe

Sin Filtros: Viviendo Como Verdaderos Hijos De Dios
