Hermoso NombreMuestra

Una puerta divide dos zonas, y te da acceso a lo que hay al otro lado. La puerta de entrada de mi casa marca la diferencia entre fuera y dentro. Cuando entras por la puerta, pasas de estar fuera a estar dentro y, viceversa.

Jesús murió en la Cruz y lo enterraron en una tumba y, una piedra pesada cubrió la entrada para cerrarla. En un lado, estaba la muerte y en el otro, la vida.

Tres días más tarde, la piedra se movió y la tumba donde había estado Jesús quedó vacía. Podemos pensar en la tumba vacía como una puerta entre la muerte y la vida. ¡Jesús estaba vivo de nuevo!

Gracias a Jesús, podemos pasar de muerte a vida. En un lado, nos enfrentamos al castigo que merece nuestro pecado, pero en Jesús, somos perdonados y recibimos la vida eterna. ¡Jesús es la puerta! Gracias a Jesús y su tumba vacía, ¡encontramos vida! Jesús, nuestro Salvador, resucitó.