EnvisionarMuestra

“Conectado a la fuente”

Varios años atrás, Sandra y varios de sus amigos sintieron una carga por las mujeres jóvenes en nuestra iglesia. Sandra preguntó si ella podía buscar comenzar un ministerio de mujeres construido alrededor de la idea de mujeres mayores mentoreando a mujeres jóvenes.

Yo pensé que era una gran idea. Y comencé haciéndole preguntas acerca de cómo ella iba a establecer este ministerio.

Ella no respondió las preguntas a algunas de estas interrogantes, pero ella tuvo una gran respuesta para mí. Ella dijo, “Nos gustaría tomar un año para orar y planificar.”

¿Un año? ¿Querían esperar un año entero antes de lanzar el ministerio de mujeres? En el trabajo de iglesia, acerca de esto no se escucha. Normalmente, comienzas antes de estar listo. Publicitas antes que hayas equipado. Luego te llevas años quejándote acerca de cómo nadie está comprometido más.

Pero por doce meses Sandra y su equipo oraron y planificaron. Al final del año hicieron sus planes públicos. Y desde el día uno fue evidente que Dios les había dado una estrategia. Yo me senté atrás asombrado como este equipo movilizó y entrenó a mujeres mayores en nuestra congregación. Entonces con lo que había de ser guía divina, ella parearon mujeres jóvenes con mujeres mayores. Escuchamos historia tras historia de cómo las mujeres que ellas pusieron juntas eran una pareja perfecta.

Dios sabía cómo lanzar un ministerio de mujeres en nuestras iglesia. Él sólo necesitaba alguien para levantarse para ir al plato y esperar por el lanzamiento perfecto.

Una visión divina no depende de nosotros haciendo algo. Depende de Dios haciendo que algo pase. Jesús explicó esto a sus discípulos en términos de ramas permaneciendo en la viña para llevar fruto.

Ante lo cual somos tentados a responder, “Ahora, espera, ciertamente yo puedo hacer algo.” Verdad. Pero nada de de alguna consecuencia eterna. Y aunque la visión de Dios para tu vida o la mía está completamente llena del impacto de consecuencia eterna.

Cuando lo dejamos a nuestra propia ingenuidad, podemos errar una visión en el corto plazo. Pero el trabajo de Dios, hecho a la manera de Dios, en el tiempo de Dios, es siempre exitoso. Y esto viene de tal manera como para señalar hacia la fuente: Dios.

Piensa sobre que te gustaría para que tú permanezcas conectado a Dios de manera que puedas llevar a cabo su visión de acuerdo a su plan.