Conoce tú por qué: encontrando y cumpliendo tu llamado Muestra

Eligiendo bien

Tomar decisiones en la vida nunca es fácil. Dejas el colegio o la universidad y tienes que elegir que ocurre luego. Estás a mitad de tu carrera, enfrentándote a una encrucijada y piensas, que sientes, Dios podría estar llamándote a algo nuevo. Tal vez te han despedido en un trabajo al que le diste muchos años y te enfrentas a una nueva serie de preguntas sobre a dónde ir después. Las facturas de alquiler siguen llegando, así que hay un grado de urgencia a tu situación.

Por supuesto, tal elección es el privilegio de unos pocos y siempre deberíamos verla como tal. Pero la velocidad del cambio en la tecnología y el rápido cambio en la cara del lugar de trabajo hacen que la elección a veces sea aterradora y abrumadora. Es casi como si no pudiéramos enfrentar el número de alternativas: quédate donde estás, tómate un tiempo fuera y vuelve al trabajo, trabaja desde casa o remotamente, estudia más, cambia el trabajo o la forma de hacerlo, únete a otros para hacer algo nuevo, muévete a algo más "espiritual" o "significativo", tómate un descanso del trabajo voluntario a tiempo completo. Las opciones son vertiginosas.

Pero en mi experiencia, se hacen significativamente más fáciles por el conocimiento de que Dios nos llama y está ahí para guiarnos. Dios primero. Ese es el punto de partida.

La Biblia deja claro que Dios nos da una elección: Él trabaja con nosotros, no sólo a través de nosotros. Se nos da la libertad de buscar los caminos de Dios y luego tomar decisiones. No operamos independientemente de Él, pero tampoco somos marionetas bailando sobre una cuerda. Nuestras llamadas no son órdenes, sino llamadas y peticiones. Las aceptamos en sociedad con Dios, aprovechando las oportunidades que Dios nos presenta y las pasiones que nos ha dado.

Donde quiera que estés ahora mismo (asumiendo que estás caminando de cerca con el Señor y lo que estás haciendo no es inmoral ni ilegal) es donde estás destinado a estar. Tu vocación no está en un lugar equivocado, de otro mundo, inalcanzable. Tu vocación está aquí, ahora mismo. Estás llamado a aceptar y vivir a la luz de esa llamada.