Incluso Si ______.

Zaqueo: La Obediencia Inmediata

Confiando en Dios Para Dar Forma a Tu Historia

Esperanza Que No Desespera

Sin Filtros: Viviendo Como Verdaderos Hijos De Dios

95 Tesis Para La Nueva Generación

El Agotamiendo De Los Pastores Y La Paz De Cristo

La Comparación - El Enemigo Silencioso

La Adoración Como Un Estilo De Vida

Vivir Una Vida Que Importe

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 <div class="book bk1KI">
 <div class="chapter ch11" data-usfm="1KI.11">
 <div class="label">11</div><div class="ms2">Ocaso y fin del reinado de Salom&#243;n (11,1-43)</div><div class="s1">La idolatr&#237;a de Salom&#243;n</div><div class="p"> 1Adem&#225;s de la hija del fara&#243;n, el rey Salom&#243;n se enamor&#243; de muchas mujeres extranjeras: moabitas, amonitas, edomitas, fenicias e hititas, #Dt 7,3-4 (ver 17,17). 2mujeres de las naciones acerca de las cuales el Se&#241;or hab&#237;a prevenido a los israelitas: &#171;No os un&#225;is a ellas ni ellas a vosotros, porque seguramente desviar&#225;n vuestro coraz&#243;n tras sus dioses&#187;. Pero Salom&#243;n, con sus amores, se uni&#243; a ellas 3y tuvo setecientas esposas de sangre real y trescientas concubinas, que desviaron su coraz&#243;n. 4Cuando Salom&#243;n lleg&#243; a viejo, sus mujeres desviaron su coraz&#243;n tras otros dioses y ya no perteneci&#243; &#237;ntegramente al Se&#241;or, como el coraz&#243;n de su padre David. 5Salom&#243;n sigui&#243; a Astart&#233;, diosa de los sidonios, y a Milc&#243;n, abominable &#237;dolo de los amonitas. 6Ofendi&#243; con su conducta al Se&#241;or y no sigui&#243; fielmente al Se&#241;or, como lo hab&#237;a seguido su padre David. 7Entonces construy&#243; en el monte que hay frente a Jerusal&#233;n un santuario a Quem&#243;s, abominable &#237;dolo de Moab, y otro a Milc&#243;n,#11,7: Milc&#243;n: As&#237; la versi&#243;n griega en consonancia con 11,5; el texto hebreo dice: Moloc. abominable &#237;dolo de los amonitas. 8Y lo mismo hizo para todas sus mujeres extranjeras, que quemaban incienso y ofrec&#237;an sacrificios a sus dioses. 9El Se&#241;or se encoleriz&#243; contra Salom&#243;n por haber apartado su coraz&#243;n del Se&#241;or, Dios de Israel, que se le hab&#237;a aparecido dos veces, #3,5; 9,2.6.9. 10y que le hab&#237;a ordenado expresamente no seguir a otros dioses. Pero Salom&#243;n hab&#237;a desobedecido la orden del Se&#241;or. 11Entonces el Se&#241;or dijo a Salom&#243;n:</div><div class="p">&#8212;Por haber actuado as&#237; conmigo, por no haber guardado mi alianza y las leyes que te di, te voy a quitar el reino para d&#225;rselo a uno de tus servidores. 12Pero no lo har&#233; mientras vivas, en consideraci&#243;n a tu padre David, sino que se lo quitar&#233; a tu hijo. 13Y tampoco le quitar&#233; todo el reino, pues dejar&#233; una tribu a tu hijo, en consideraci&#243;n a David, tu padre, y a Jerusal&#233;n, mi ciudad preferida.</div><div class="s1">Rebeliones contra Salom&#243;n</div><div class="p"> 14El Se&#241;or hizo surgir contra Salom&#243;n un adversario, el edomita Hadad, de la familia real de Edom.</div><div class="p"> 15Cuando David derrot&#243; a Edom, el jefe del ej&#233;rcito, que era Joab, subi&#243; a enterrar a los ca&#237;dos y mat&#243; a todos los hombres de Edom. 16Durante seis meses permaneci&#243; all&#237;, con todos los israelitas, hasta aniquilar a todos los hombres de Edom. 17Pero Hadad, que era entonces un muchacho, huy&#243; a Egipto con algunos edomitas, servidores de su padre. 18Partieron de Madi&#225;n y llegaron a Par&#225;n, donde se les agregaron algunos hombres de all&#237;. Luego llegaron a Egipto y se presentaron al fara&#243;n, rey de Egipto, que proporcion&#243; casa a Hadad, le asign&#243; manutenci&#243;n y le regal&#243; tierras. 19Hadad se gan&#243; de tal manera el aprecio del fara&#243;n, que este le dio por esposa a su cu&#241;ada, la hermana de Tajfnes, la reina madre. 20La hermana de Tajfnes le dio un hijo, llamado Guenubat, que fue criado por Tajfnes en el palacio real, con los hijos del fara&#243;n. 21Cuando Hadad se enter&#243; en Egipto de que David y Joab, el general del ej&#233;rcito, hab&#237;an muerto, dijo al fara&#243;n:</div><div class="p">&#8212;D&#233;jame ir a mi tierra.</div><div class="p"> 22El fara&#243;n le contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#191;Qu&#233; es lo que echas de menos a mi lado, para que quieras irte ahora a tu tierra?</div><div class="p">&#201;l respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Nada, pero, por favor, d&#233;jame marchar.</div><div class="p"> 23Dios tambi&#233;n hizo surgir contra Salom&#243;n otro adversario, Rez&#243;n, hijo de Elyada, que hab&#237;a huido de su amo, Adad&#233;zer, rey de Sob&#225;. 24Hab&#237;a reunido consigo unos cuantos hombres y se hab&#237;a convertido en jefe de bandidos. Cuando David los atac&#243;, ellos huyeron a Damasco y se establecieron all&#237;, llegando a reinar en Damasco. 25Fue enemigo de Israel mientras vivi&#243; Salom&#243;n. Y este era el peligro que representaba Hadad: odiaba a Israel y rein&#243; sobre Aram.</div><div class="s1">Anuncio del cisma a Jerobo&#225;n</div><div class="p"> 26Jerobo&#225;n, hijo de Nabat, era oriundo de Sered&#225;. Su madre se llamaba Seru&#225; y era viuda. Siendo servidor de Salom&#243;n, se rebel&#243; contra el rey.#12,2. 27Las circunstancias de su rebeli&#243;n contra el rey fueron estas: Salom&#243;n estaba construyendo el terrapl&#233;n para cerrar la brecha de la ciudad de su padre David. 28Jerobo&#225;n era un tipo fuerte y competente, y cuando Salom&#243;n advirti&#243; c&#243;mo trabajaba el joven, lo puso al frente de todos los trabajadores de la casa de Jos&#233;. 29Un d&#237;a en que Jerobo&#225;n sal&#237;a de Jerusal&#233;n, se encontr&#243; en el camino con el profeta Aj&#237;as de Sil&#243;. Este iba cubierto con un manto nuevo y estaban los dos solos en el campo. 30Aj&#237;as cogi&#243; el manto que llevaba puesto, lo rasg&#243; en doce trozos 31y dijo a Jerobo&#225;n:</div><div class="p">&#8212;Qu&#233;date con diez trozos, pues esto dice el Se&#241;or, Dios de Israel: Voy a quitarle el reino a Salom&#243;n y voy a darte a ti diez tribus. 32A &#233;l le dejar&#233; una tribu, en consideraci&#243;n a David, mi siervo, y a Jerusal&#233;n, mi ciudad preferida entre todas las tribus de Israel. 33Lo har&#233; as&#237; porque me ha abandonado para adorar a Astart&#233;, diosa fenicia, a Quem&#243;s, dios moabita, y a Milc&#243;n, dios de los amonitas; y no ha seguido mis caminos, ni ha practicado lo que me agrada, mis mandatos y decretos, lo que s&#237; hizo su padre David. 34Pero no le quitar&#233; todo el reino, sino que lo mantendr&#233; como rey mientras viva, en consideraci&#243;n a mi siervo David, a quien eleg&#237; y quien guard&#243; mis mandatos y leyes. 35Le quitar&#233; el reino a su hijo, y a ti te dar&#233; diez tribus. 36A su hijo le dejar&#233; solo una tribu, para que mi siervo David conserve siempre su l&#225;mpara ante m&#237; en Jerusal&#233;n, la ciudad que escog&#237; como residencia de mi nombre.#15,4 (ver 2 Re 8,19). 37En cuanto a ti, yo te tomar&#233; para que reines donde desees y para que seas el rey de Israel. 38Si obedeces mis &#243;rdenes, sigues mis caminos y te comportas rectamente, guardando mis leyes y mandatos, como hizo mi siervo David, yo estar&#233; contigo, te garantizar&#233; una dinast&#237;a estable, como la garantic&#233; a David y te entregar&#233; a Israel. 39Sin embargo, castigar&#233; a la descendencia de David por este motivo, aunque no para siempre.</div><div class="p"> 40Salom&#243;n intentaba matar a Jerobo&#225;n, pero &#233;l huy&#243; a Egipto con el rey Sisac y permaneci&#243; all&#237; hasta la muerte de Salom&#243;n.</div><div class="s1">Muerte de Salom&#243;n</div><div class="p"> 41El resto de la historia de Salom&#243;n, sus hechos y su sabidur&#237;a est&#225;n escritos en el libro de la Historia de Salom&#243;n. 42Salom&#243;n rein&#243; en Jerusal&#233;n sobre todo Israel durante cuarenta a&#241;os. 43Cuando muri&#243;, lo enterraron en la ciudad de su padre David. Su hijo Robo&#225;n le sucedi&#243; en el trono.</div>
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 <div class="chapter ch12" data-usfm="1KI.12">
 <div class="label">12</div><div class="ms1">II. Historia de Israel y de Jud&#225; (1 Re 12&#8211;2 Re 17)</div><div class="ms2">Divisi&#243;n pol&#237;tica y religiosa (12&#8211;13)</div><div class="s1">Asamblea en Siqu&#233;n</div><div class="r">(2 Cr 2,1-17a)</div><div class="p"> 1Robo&#225;n fue a Siqu&#233;n, adonde hab&#237;a acudido todo Israel para proclamarlo rey.#Jos 24,1. 2Cuando se enter&#243; de ello Jerobo&#225;n, el hijo de Nabat, que se hab&#237;a refugiado en Egipto huyendo del rey Salom&#243;n, regres&#243; de Egipto. 3Lo mandaron llamar y Jerobo&#225;n lleg&#243; con toda la asamblea de Israel para decir a Robo&#225;n:</div><div class="p"> 4&#8212;Tu padre nos impuso un yugo insoportable. Si t&#250; aligeras ahora la dura servidumbre y el yugo insoportable que tu padre nos impuso, nosotros te serviremos.</div><div class="p"> 5&#201;l les respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Marchaos y volved a verme dentro de tres d&#237;as.</div><div class="p">La gente se march&#243; 6y el rey Robo&#225;n pidi&#243; consejo a los ancianos que hab&#237;an asistido a su padre Salom&#243;n, mientras vivi&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#191;Qu&#233; me aconsej&#225;is responder a esta gente?</div><div class="p"> 7Ellos le dijeron:</div><div class="p">&#8212;Si hoy te conviertes en servidor de esta gente, si los atiendes y les respondes con buenas palabras, ellos te servir&#225;n de por vida.</div><div class="p"> 8Pero Robo&#225;n desoy&#243; el consejo que le dieron los ancianos y consult&#243; a los j&#243;venes que se hab&#237;an criado con &#233;l y que ahora estaban a su servicio. 9&#201;l les pregunt&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#191;Qu&#233; me aconsej&#225;is vosotros responder a esta gente que me ha pedido que les suavice el yugo que les impuso mi padre?</div><div class="p"> 10Los j&#243;venes que se hab&#237;an criado con &#233;l le respondieron:</div><div class="p">&#8212;Esa gente te ha dicho: &#171;Tu padre nos impuso un yugo insoportable, alig&#233;ranoslo t&#250;&#187;. Diles t&#250; lo siguiente: &#171;Mi dedo me&#241;ique es m&#225;s gordo que la cintura de mi padre: 11si mi padre os carg&#243; con un yugo insoportable, yo aumentar&#233; vuestra carga; si mi padre os castigaba con azotes, yo os castigar&#233; a latigazos&#187;.</div><div class="p"> 12Al tercer d&#237;a, Jerobo&#225;n y todo el pueblo fueron a ver a Robo&#225;n, tal y como el rey les hab&#237;a dicho. 13Pero el rey respondi&#243; al pueblo con dureza, desoyendo el consejo que le hab&#237;an dado los ancianos, 14y les habl&#243; siguiendo el consejo de los j&#243;venes:</div><div class="p">&#8212;Mi padre os impuso un yugo insoportable, pero yo aumentar&#233; vuestra carga. Mi padre os castig&#243; con azotes, pero yo os castigar&#233; a latigazos.</div><div class="p"> 15Y el rey no quiso escuchar al pueblo, seg&#250;n la decisi&#243;n del Se&#241;or, para cumplir as&#237; la promesa que hab&#237;a hecho a Jerobo&#225;n, hijo de Nabat, por medio de Aj&#237;as de Sil&#243;.#11,31-39.</div><div class="p"> 16Cuando todos los israelitas vieron que el rey no les hac&#237;a caso, le replicaron diciendo:</div><div class="p">&#8212;&#161;No tenemos nada que ver con David, ni repartimos herencia con el hijo de Jes&#233;! &#161;A tus tiendas, Israel! Y que ahora David se preocupe de su casa.</div><div class="p">Y los israelitas marcharon a sus casas.#2 Sm 20,1.</div><div class="s1">La divisi&#243;n pol&#237;tica</div><div class="r">(2 Cr 10,17b&#8211;11,4)</div><div class="p"> 17Robo&#225;n sigui&#243; reinando sobre los israelitas que resid&#237;an en las ciudades de Jud&#225;. 18El rey Robo&#225;n envi&#243; a Adonir&#225;n, jefe de los trabajos forzados, pero los israelitas lo apedrearon hasta matarlo; entonces el rey Robo&#225;n tuvo que apresurarse a subir en su carro para huir a Jerusal&#233;n. 19As&#237; fue como Israel se rebel&#243; contra la dinast&#237;a de David hasta el d&#237;a de hoy.</div><div class="p"> 20Cuando los israelitas se enteraron del regreso de Jerobo&#225;n, mandaron a llamarlo ante la asamblea y lo proclamaron rey sobre todo Israel. Y solo la tribu de Jud&#225; sigui&#243; fiel a la dinast&#237;a de David.</div><div class="p"> 21Cuando Robo&#225;n lleg&#243; a Jerusal&#233;n, reuni&#243; a ciento ochenta mil guerreros escogidos de toda la casa de Jud&#225; y de la tribu de Benjam&#237;n, para atacar a la casa de Israel y devolver el reino a Robo&#225;n, hijo de Salom&#243;n. 22Pero Dios dirigi&#243; este mensaje al profeta Sema&#237;as:</div><div class="p"> 23&#8212;Di a Robo&#225;n, hijo de Salom&#243;n y rey de Jud&#225;, a toda la casa de Jud&#225; y Benjam&#237;n y al resto del pueblo: 24&#171;Esto dice el Se&#241;or: No vay&#225;is a luchar contra vuestros hermanos, los israelitas; que todos vuelvan a sus casas, pues esto ha sucedido por voluntad m&#237;a&#187;.</div><div class="p">Ellos obedecieron la palabra del Se&#241;or y suspendieron el ataque, como el Se&#241;or les hab&#237;a ordenado.</div><div class="p"> 25Jerobo&#225;n fortific&#243; Siqu&#233;n, en la monta&#241;a de Efra&#237;n, y se estableci&#243; all&#237;. Luego sali&#243; de Siqu&#233;n y fortific&#243; Penuel.</div><div class="s1">El cisma religioso</div><div class="p"> 26Entonces Jerobo&#225;n pens&#243;: &#171;El reino podr&#237;a volver a la dinast&#237;a de Jud&#225;. 27Si esta gente sube a Jerusal&#233;n a ofrecer sacrificios en el Templo del Se&#241;or, su coraz&#243;n se volver&#225; hacia su se&#241;or Robo&#225;n, el rey de Jud&#225;; luego me matar&#225;n a m&#237; y regresar&#225;n con Robo&#225;n, el rey de Jud&#225;&#187;. 28As&#237; que el rey pidi&#243; consejo y mand&#243; hacer dos becerros de oro. Despu&#233;s dijo a los israelitas:</div><div class="p">&#8212;Ya no ten&#233;is que ir m&#225;s a Jerusal&#233;n. &#161;Israel, aqu&#237; tienes a tu Dios, el que te sac&#243; de Egipto!#Ex 32,4.</div><div class="p"> 29Y coloc&#243; un becerro en Betel y otro en Dan. 30Esto se convirti&#243; en ocasi&#243;n de pecado, pues la gente iba hasta Betel y Dan para adorarlos.</div><div class="p"> 31Construy&#243; tambi&#233;n santuarios en los montes y nombr&#243; sacerdotes a gentes del pueblo que no eran de la tribu de Lev&#237;. 32Declar&#243; festivo el d&#237;a quince del mes octavo, imitando la fiesta que se celebraba en Jud&#225;, y subi&#243; al altar que hab&#237;a erigido en Betel a ofrecer sacrificios a los &#237;dolos que hab&#237;a mandado hacer. Estableci&#243; en Betel a los sacerdotes de los santuarios que hab&#237;a construido. 33Subi&#243; al altar que hab&#237;a erigido en Betel el d&#237;a quince del mes octavo, un mes elegido a su gusto. Instituy&#243; una fiesta para los israelitas y subi&#243; al altar a quemar incienso.</div>
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 <div class="chapter ch13" data-usfm="1KI.13">
 <div class="label">13</div><div class="s1">Condena del altar de Betel</div><div class="p"> 1Mientras Jerobo&#225;n estaba junto al altar quemando incienso, lleg&#243; a Betel desde Jud&#225; un hombre de Dios enviado por el Se&#241;or, 2que se puso a gritar contra el altar, por orden del Se&#241;or:</div><div class="p">&#8212;&#161;Altar, altar! Esto dice el Se&#241;or: &#171;Nacer&#225; un descendiente de David, llamado Jos&#237;as, que sacrificar&#225; sobre ti a los sacerdotes de los santuarios que ofrecen incienso sobre ti y quemar&#225; sobre ti huesos humanos&#187;.#2 Re 23,15-16.</div><div class="p"> 3E inmediatamente el profeta ofreci&#243; una se&#241;al, diciendo:</div><div class="p">&#8212;He aqu&#237; la prueba de lo que el Se&#241;or ha dicho: el altar va a romperse en pedazos y se esparcir&#225;n las cenizas que hay en &#233;l.</div><div class="p"> 4Cuando el rey escuch&#243; las palabras que el profeta gritaba contra el altar de Betel, extendi&#243; su mano desde el altar y orden&#243;:</div><div class="p">&#8212;Apresadlo.</div><div class="p">Pero la mano que hab&#237;a levantado contra &#233;l se le qued&#243; r&#237;gida y no pod&#237;a bajarla. 5El altar se rompi&#243; en pedazos y se esparcieron sus cenizas, de acuerdo con la se&#241;al que el hombre de Dios hab&#237;a anunciado por orden del Se&#241;or. 6Entonces el rey suplic&#243; al hombre de Dios:</div><div class="p">&#8212;Por favor, aplaca al Se&#241;or, tu Dios, e intercede por m&#237; para que pueda mover mi mano.</div><div class="p">El hombre de Dios aplac&#243; al Se&#241;or y el rey volvi&#243; a mover su mano, que se le qued&#243; como antes. 7Luego el rey le dijo:</div><div class="p">&#8212;Acomp&#225;&#241;ame a palacio a comer algo, que quiero hacerte un regalo.</div><div class="p"> 8Pero el hombre de Dios respondi&#243; al rey:</div><div class="p">&#8212;No ir&#233; contigo, ni aunque me dieses la mitad de tu palacio. No puedo comer ni beber nada en este lugar, 9pues el Se&#241;or me ha ordenado que no coma ni beba nada, ni regrese por el mismo camino que he venido.</div><div class="p"> 10As&#237; que se fue por otro camino y no regres&#243; por el camino que le hab&#237;a tra&#237;do hasta Betel.</div><div class="p"> 11Viv&#237;a entonces en Betel un profeta anciano. Sus hijos llegaron a contarle lo que aquel hombre de Dios hab&#237;a hecho ese d&#237;a en Betel y lo que le hab&#237;a dicho al rey. 12El padre les pregunt&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#191;Qu&#233; camino ha tomado?</div><div class="p">Sus hijos le indicaron el camino que hab&#237;a tomado el hombre de Dios venido de Jud&#225;, 13y &#233;l les orden&#243;:</div><div class="p">&#8212;Aparejadme el burro.</div><div class="p">Ellos se lo aparejaron. Entonces &#233;l se subi&#243; al burro, 14march&#243; tras el hombre de Dios y lo encontr&#243; sentado debajo de una encina. Entonces le pregunt&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#191;Eres t&#250; el hombre de Dios que ha venido de Jud&#225;?</div><div class="p">El otro respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Yo soy.</div><div class="p"> 15El primero le dijo:</div><div class="p">&#8212;Acomp&#225;&#241;ame a casa a comer algo.</div><div class="p"> 16El otro le contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;No puedo volver contigo ni acompa&#241;arte. No comer&#233; ni beber&#233; nada contigo en este lugar, 17pues el Se&#241;or me ha ordenado que no coma ni beba nada aqu&#237; y que no regrese por el mismo camino por el que he venido.</div><div class="p"> 18Pero el anciano insisti&#243;:</div><div class="p">&#8212;Yo tambi&#233;n soy profeta, como t&#250;, y un &#225;ngel me ha ordenado, de parte del Se&#241;or, que te lleve conmigo a mi casa para que comas y bebas algo.</div><div class="p">As&#237; lo enga&#241;&#243; 19y el otro fue con &#233;l a comer y beber en su casa. 20Mientras estaban sentados a la mesa, el Se&#241;or habl&#243; al profeta que lo hab&#237;a hecho volver 21y este grit&#243; al hombre de Dios venido de Jud&#225;:</div><div class="p">&#8212;Esto dice el Se&#241;or: Por haber desobedecido las &#243;rdenes del Se&#241;or y no haber cumplido el mandato que te dio, 22regresando a comer y beber a este lugar donde &#233;l te lo hab&#237;a prohibido, tu cad&#225;ver no ser&#225; enterrado en la sepultura de tus padres.</div><div class="p"> 23Cuando termin&#243; de comer y beber, aparej&#243; el burro del profeta al que hab&#237;a hecho volver.#20,36; 2 Re 17,25. 24Este se march&#243;, pero en el camino un le&#243;n le sali&#243; al encuentro y lo mat&#243;. Su cad&#225;ver qued&#243; tendido en el camino, mientras el burro y el le&#243;n se quedaban de pie junto a &#233;l. 25Pasaron unos hombres que vieron el cad&#225;ver tendido en el camino y al le&#243;n de pie junto a &#233;l y fueron a dar la noticia a la ciudad donde viv&#237;a el profeta anciano. 26Cuando este se enter&#243;, coment&#243;:</div><div class="p">&#8212;Ese es el profeta que desobedeci&#243; el mandato del Se&#241;or; por eso el Se&#241;or lo ha entregado al le&#243;n, que lo ha despedazado y matado, tal y como le anunci&#243; el Se&#241;or.</div><div class="p"> 27Entonces orden&#243; a sus hijos:</div><div class="p">&#8212;Aparejadme el burro.</div><div class="p">Cuando se lo aparejaron, 28&#233;l parti&#243; y encontr&#243; el cad&#225;ver tendido en el camino y al burro y al le&#243;n de pie junto al cad&#225;ver. El le&#243;n no hab&#237;a devorado el cad&#225;ver ni despedazado al burro. 29El profeta recogi&#243; el cad&#225;ver del hombre de Dios, lo carg&#243; en el burro y regres&#243; con &#233;l a su ciudad para hacerle duelo y enterrarlo. 30Lo enterr&#243; en su propia sepultura y le cantaron la eleg&#237;a &#171;&#161;Ay, hermano m&#237;o!&#187;. 31Despu&#233;s de enterrarlo, dijo a sus hijos:</div><div class="p">&#8212;Cuando yo muera, enterradme en la sepultura donde est&#225; enterrado el hombre de Dios y poned mis huesos junto a los suyos;#2 Re 23,17-18. 32porque inexorablemente se cumplir&#225; la amenaza que lanz&#243;, por orden del Se&#241;or, contra el altar de Betel y contra todos los santuarios de los montes que hay en las ciudades de Samar&#237;a.</div><div class="p"> 33Despu&#233;s de todo esto, Jerobo&#225;n no abandon&#243; su mala conducta; al contrario, volvi&#243; a nombrar sacerdotes de los santuarios a gente del pueblo. A todo el que lo deseaba, lo consagraba sacerdote de los santuarios. 34Este fue el pecado de la dinast&#237;a de Jerobo&#225;n, por lo que fue exterminada y borrada del mapa.</div>
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 <div class="book bk1KI">
 <div class="chapter ch14" data-usfm="1KI.14">
 <div class="label">14</div><div class="ms2">Los dos reinos hasta El&#237;as (14&#8211;16)</div><div class="s1">Jerobo&#225;n I de Israel (931-910)</div><div class="p"> 1En aquellos d&#237;as cay&#243; enfermo Ab&#237;as, el hijo de Jerobo&#225;n, 2y este dijo a su mujer:</div><div class="p">&#8212;Anda, disfr&#225;zate, para que nadie sepa que eres mi mujer, y vete a Sil&#243;, donde vive el profeta Aj&#237;as, el que me anunci&#243; que ser&#237;a rey de este pueblo.#11,29-39; 1 Sm 9,7. 3Ll&#233;vale diez panes, unas tortas y un tarro de miel, y pres&#233;ntate a &#233;l, pues &#233;l te dir&#225; lo que le suceder&#225; al ni&#241;o.</div><div class="p"> 4La mujer de Jerobo&#225;n lo hizo as&#237;; se prepar&#243;, march&#243; a Sil&#243; y lleg&#243; a la casa de Aj&#237;as. Aunque Aj&#237;as no pod&#237;a ver, pues estaba casi ciego a causa de la vejez, 5el Se&#241;or le hab&#237;a advertido:</div><div class="p">&#8212;Va a venir la mujer de Jerobo&#225;n a consultarte sobre su hijo, que est&#225; enfermo. Ella vendr&#225; disfrazada y t&#250; le dir&#225;s esto y esto.</div><div class="p"> 6Cuando Aj&#237;as escuch&#243; el ruido de sus pasos al entrar por la puerta, dijo:</div><div class="p">&#8212;Pasa, mujer de Jerobo&#225;n. &#191;Por qu&#233; te haces pasar por otra? Tengo que darte malas noticias. 7Ve y di a Jerobo&#225;n: &#171;Esto dice el Se&#241;or: Yo te saqu&#233; de en medio del pueblo y te convert&#237; en jefe de mi pueblo Israel. 8Yo le quit&#233; el reino a la dinast&#237;a de David para d&#225;rtelo a ti. Pero t&#250; no te has parecido a mi siervo David, que guard&#243; mis mandamientos y me sigui&#243; de coraz&#243;n actuando correctamente ante m&#237;. 9Al contrario, te has portado peor que todos tus antecesores, pues has llegado a fabricarte dioses distintos e &#237;dolos para ofenderme, mientras a m&#237; me volv&#237;as la espalda. 10Por eso, yo voy a traer la desgracia a la familia de Jerobo&#225;n: exterminar&#233; a todos sus varones, esclavos o libres, y barrer&#233; su descendencia por completo, como se barre la basura.#15,29; 16,3-4 (ver 21,24). 11Al que de los suyos muera en la ciudad lo devorar&#225;n los perros; al que muera en el campo lo devorar&#225;n las aves del cielo. &#161;Lo ha dicho el Se&#241;or! 12En cuanto a ti, prep&#225;rate a volver a casa, pues cuando entres en la ciudad, el ni&#241;o morir&#225;. 13Todo Israel lo llorar&#225; y lo enterrar&#225;. Ser&#225; el &#250;nico de la familia de Jerobo&#225;n que descansar&#225; en una sepultura, pues solo en &#233;l, entre toda su familia, ha encontrado algo bueno el Se&#241;or, Dios de Israel. 14El Se&#241;or se elegir&#225; un rey en Israel que acabar&#225; ese d&#237;a con la dinast&#237;a de Jerobo&#225;n. 15El Se&#241;or golpear&#225; a Israel como un carrizo sacudido por el agua; arrancar&#225; a Israel de esta buena tierra que dio a sus antepasados y lo dispersar&#225; al otro lado del &#201;ufrates, porque se fabricaron columnas sagradas, ofendiendo con ello al Se&#241;or. 16El Se&#241;or castigar&#225; a Israel por los pecados que Jerobo&#225;n ha cometido y los que ha hecho cometer a Israel&#187;.</div><div class="p"> 17La mujer de Jerobo&#225;n emprendi&#243; el regreso, lleg&#243; a Tirs&#225; y, al cruzar el umbral de su casa, el ni&#241;o muri&#243;. 18Lo enterraron y todo Israel hizo duelo por &#233;l, como el Se&#241;or hab&#237;a anunciado por medio de su siervo, el profeta Aj&#237;as.</div><div class="p"> 19El resto de la historia de Jerobo&#225;n, sus batallas y su reinado, est&#225;n escritos en el libro de los Anales de los Reyes de Israel. 20Jerobo&#225;n rein&#243; veintid&#243;s a&#241;os. Cuando muri&#243;, su hijo Nadab le sucedi&#243; como rey.</div><div class="s1">Robo&#225;n de Jud&#225; (931-914)</div><div class="r">(2 Cr 12,2.9-16)</div><div class="p"> 21Robo&#225;n, hijo de Salom&#243;n, ten&#237;a cuarenta y un a&#241;os cuando comenz&#243; a reinar sobre Jud&#225;. Rein&#243; durante diecisiete a&#241;os en Jerusal&#233;n, la ciudad que el Se&#241;or hab&#237;a elegido entre todas las tribus de Israel como residencia de su nombre. Su madre se llamaba Naam&#225; y era amonita.</div><div class="p"> 22Jud&#225; ofendi&#243; al Se&#241;or provocando su ira m&#225;s que sus antepasados con los pecados que cometieron. 23Tambi&#233;n ellos se construyeron santuarios en los montes, columnas y postes sagrados sobre todas las colinas prominentes y debajo de todos los &#225;rboles frondosos.#Ex 23,24; Dt 23,19. 24Incluso se permiti&#243; la prostituci&#243;n sagrada en el pa&#237;s e imitaron todas las infamias de las naciones que el Se&#241;or hab&#237;a expulsado ante los israelitas.</div><div class="p"> 25El quinto a&#241;o del reinado de Robo&#225;n, Sisac el rey de Egipto atac&#243; Jerusal&#233;n. 26Saque&#243; los tesoros del Templo y los del palacio real y se lo llev&#243; todo. Tambi&#233;n se llev&#243; todos los escudos de oro que Salom&#243;n hab&#237;a mandado hacer.#10,16. 27El rey Robo&#225;n los sustituy&#243; con escudos de bronce y los puso al cuidado de los jefes de la escolta que custodiaban la entrada del palacio real. 28Cada vez que el rey entraba al Templo del Se&#241;or, la escolta los llevaba y luego los devolv&#237;a a la sala de guardia.</div><div class="p"> 29El resto de la historia de Robo&#225;n y todo lo que hizo est&#225; escrito en el libro de los Anales de los Reyes de Jud&#225;. 30Robo&#225;n y Jerobo&#225;n estuvieron siempre en guerra. 31Cuando muri&#243; Robo&#225;n, fue enterrado con sus antepasados en la ciudad de David. Su hijo Ab&#237;as le sucedi&#243; como rey.</div>
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 <div class="book bk1KI">
 <div class="chapter ch15" data-usfm="1KI.15">
 <div class="label">15</div><div class="s1">Ab&#237;as de Jud&#225; (914-911)</div><div class="r">(2 Cr 13,1-2.22-23)</div><div class="p"> 1Ab&#237;as comenz&#243; a reinar en Jud&#225; en el a&#241;o d&#233;cimo octavo del reinado de Jerobo&#225;n, hijo de Nabat. 2Rein&#243; en Jerusal&#233;n durante tres a&#241;os. Su madre se llamaba Maac&#225; y era hija de Absal&#243;n.#2 Cr 11,20. 3Cometi&#243; los mismos pecados que hab&#237;a cometido su padre, antes que &#233;l, y no fue enteramente fiel al Se&#241;or, su Dios, como lo hab&#237;a sido su antepasado David. 4En consideraci&#243;n a David, el Se&#241;or, su Dios, le mantuvo una l&#225;mpara encendida en Jerusal&#233;n, concedi&#233;ndole un sucesor y manteniendo a Jerusal&#233;n.#11,36 (ver 2 Re 8,19). 5Pues David hab&#237;a actuado correctamente ante el Se&#241;or, sin desviarse de sus preceptos en toda su vida, salvo en el asunto de Ur&#237;as, el hitita. 6Robo&#225;n y Jerobo&#225;n estuvieron siempre en guerra. 7El resto de la historia de Ab&#237;as y todo cuanto hizo est&#225; escrito en el libro de los Anales de los Reyes de Jud&#225;; entre Ab&#237;as y Jerobo&#225;n hubo una permanente hostilidad.#14,29. 8Cuando muri&#243; Ab&#237;as, fue enterrado en la ciudad de David y su hijo As&#225; le sucedi&#243; como rey.</div><div class="s1">As&#225; de Jud&#225; (911-870)</div><div class="r">(2 Cr 14,1; 15,16-18; 16,1-6.11.14)</div><div class="p"> 9El rey As&#225; comenz&#243; a reinar en Jud&#225; en el a&#241;o vig&#233;simo del reinado de Jerobo&#225;n de Israel. 10Rein&#243; en Jerusal&#233;n durante cuarenta y un a&#241;os. Su abuela#15,10: Su abuela: El texto hebreo lee madre. Pero, teniendo en cuenta 15,2 (ver tambi&#233;n 15,13), debe tratarse de la abuela, que sigui&#243; ostentando el t&#237;tulo de reina madre. se llamaba Maac&#225; y era hija de Absal&#243;n. 11As&#225; agrad&#243; al Se&#241;or con su conducta, como su antepasado David. 12Aboli&#243; la prostituci&#243;n sagrada en el pa&#237;s y retir&#243; todos los &#237;dolos fabricados por sus antepasados. 13Incluso destituy&#243; de su t&#237;tulo real a su abuela Maac&#225; por haber dedicado una imagen abominable a Astart&#233;; As&#225; destruy&#243; la imagen y la quem&#243; en el torrente Cedr&#243;n. 14No desaparecieron los santuarios locales de los montes, pero As&#225; fue totalmente fiel al Se&#241;or durante toda su vida. 15Llev&#243; al Templo del Se&#241;or las ofrendas de su padre y las suyas propias: oro, plata y otros objetos.</div><div class="p"> 16As&#225; y Bas&#225;, el rey de Israel, estuvieron permanentemente en guerra. 17Bas&#225;, el rey de Israel, atac&#243; a Jud&#225; y fortific&#243; Ram&#225;, para cortar las comunicaciones a As&#225;, el rey de Jud&#225;. 18As&#225; cogi&#243; todo el oro y la plata que quedaban en los tesoros del Templo del Se&#241;or y del palacio real y se los envi&#243; por medio de sus servidores a Benadad, hijo de Tabrim&#243;n y nieto de Jezy&#243;n, rey de Aram, que resid&#237;a en Damasco, con este mensaje:</div><div class="p"> 19&#8212;Hagamos un pacto t&#250; y yo, como lo hicieron nuestros padres. Te env&#237;o plata y oro como regalo. Rompe tu pacto con Bas&#225;, para que deje de atacarme.</div><div class="p"> 20Benadad acept&#243; la propuesta del rey As&#225; y envi&#243; a los jefes de sus ej&#233;rcitos contra las ciudades de Israel, que atacaron Iy&#243;n, Dan, Abel Bet Maac&#225; y toda la regi&#243;n de Kin&#233;ret hasta el territorio de Neftal&#237;. 21Cuando se enter&#243; Bas&#225;, dej&#243; de fortificar Ram&#225; y regres&#243; a Tirs&#225;. 22Entonces el rey As&#225; convoc&#243; a todo Jud&#225;, sin excepci&#243;n, se llevaron de Ram&#225; las piedras y la madera que Bas&#225; hab&#237;a empleado para fortificarla y con ellas fortific&#243; Guibe&#225; de Benjam&#237;n y Misp&#225;.</div><div class="p"> 23El resto de la historia de As&#225;, todas sus haza&#241;as y gestas y las ciudades que fortific&#243;, est&#225; escrito en el libro de los Anales de los Reyes de Jud&#225;. En su vejez, As&#225; enferm&#243; de gota. 24Cuando As&#225; muri&#243;, fue enterrado con sus antepasados en la ciudad de David, y su hijo Josafat le sucedi&#243; como rey.</div><div class="s1">Nadab de Israel (910-909)</div><div class="p"> 25Nadab, hijo de Jerobo&#225;n, empez&#243; a reinar en Israel en el segundo a&#241;o del reinado de As&#225; en Jud&#225; y rein&#243; sobre Israel durante dos a&#241;os. 26Nadab ofendi&#243; al Se&#241;or, sigui&#243; los pasos de su padre e imit&#243; los pecados que este hizo cometer a Israel.</div><div class="p"> 27Bas&#225;, hijo de Aj&#237;as, de la tribu de Isacar, se sublev&#243; contra &#233;l y lo mat&#243; en Guibet&#243;n, ciudad filistea que Nadab estaba sitiando con todos los israelitas. 28Bas&#225; lo mat&#243; en el a&#241;o tercero del reinado de As&#225; de Jud&#225; y lo suplant&#243; como rey. 29Cuando subi&#243; al trono mat&#243; a toda la familia de Jerobo&#225;n, hasta exterminarla completamente, tal y como el Se&#241;or hab&#237;a anunciado por medio de su siervo Aj&#237;as, el de Sil&#243;,#14,10-11; 14,19. 30a causa de los pecados que Jerobo&#225;n cometi&#243; e hizo cometer a Israel, provocando con ellos la ira del Se&#241;or, Dios de Israel.</div><div class="p"> 31El resto de la historia de Nadab y todo lo que hizo est&#225; escrito en el libro de los Anales de los Reyes de Israel. 32As&#225; y Bas&#225;, rey de Israel, estuvieron permanentemente en guerra.</div><div class="s1">Bas&#225; de Israel (909-885)</div><div class="p"> 33Bas&#225;, hijo de Aj&#237;as, comenz&#243; a reinar sobre Israel en Tirs&#225; el tercer a&#241;o del reinado de As&#225; en Jud&#225; y rein&#243; durante veinticuatro a&#241;os. 34Bas&#225; ofendi&#243; al Se&#241;or, sigui&#243; los pasos de Jerobo&#225;n e imit&#243; los pecados que hizo este cometer a Israel.#12,28-33.</div>
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 <div class="book bkPRO">
 <div class="chapter ch3" data-usfm="PRO.3">
 <div class="label">3</div><div class="q"> 1Hijo m&#237;o, no olvides mi ense&#241;anza</div><div class="q">y guarda en tu memoria mis mandatos,#4,10; 6,21; 7,3; 9,11; Dt 4,40; 6,8; 8,1; 11,18.</div><div class="q"> 2pues te prolongar&#225;n los d&#237;as</div><div class="q">y tendr&#225;s a&#241;os de vida y bienestar.</div><div class="q"> 3Que el amor y la verdad</div><div class="q">no se separen de ti:</div><div class="q">&#225;talos a tu cuello,</div><div class="q">gr&#225;balos en tu coraz&#243;n;</div><div class="q"> 4as&#237; obtendr&#225;s estima y favor</div><div class="q">ante Dios y ante los hombres.</div><div class="q"> 5Conf&#237;a plenamente en el Se&#241;or</div><div class="q">y no te f&#237;es de tu inteligencia.#28,25-26; Sal 37,3-7.</div><div class="q"> 6Cuenta con &#233;l en todos tus caminos</div><div class="q">y &#233;l dirigir&#225; tus senderos.</div><div class="q"> 7No presumas de sabio,</div><div class="q">respeta al Se&#241;or y evita el mal;</div><div class="q"> 8ello dar&#225; salud a tu cuerpo</div><div class="q">y fortaleza a tus huesos.</div><div class="q"> 9Honra al Se&#241;or con tus riquezas,</div><div class="q">con las primicias de todas tus cosechas:</div><div class="q"> 10tus graneros se llenar&#225;n de trigo</div><div class="q">y tus bodegas rebosar&#225;n de vino.#Dt 28,8; Ml 3,10-12.</div><div class="q"> 11Hijo m&#237;o, no rechaces la correcci&#243;n del Se&#241;or</div><div class="q">ni te disguste su reprensi&#243;n,</div><div class="q"> 12porque el Se&#241;or reprende a quien ama,</div><div class="q">como un padre al hijo preferido.#Dt 8,5; Jb 5,17; Heb 12,5-6; Ap 3,19.</div><div class="s1">Felicidad del sabio</div><div class="q"> 13Feliz quien encuentra sabidur&#237;a,</div><div class="q">la persona que adquiere inteligencia:</div><div class="q"> 14es de m&#225;s valor que la plata,</div><div class="q">y m&#225;s rentable que el oro;</div><div class="q"> 15es m&#225;s valiosa que las joyas,</div><div class="q">ning&#250;n placer se le puede comparar.#8,11.</div><div class="q"> 16Con su derecha ofrece larga vida,</div><div class="q">con su izquierda, fama y riqueza.</div><div class="q"> 17Sus caminos son una delicia,</div><div class="q">apacibles todas sus sendas.</div><div class="q"> 18Es &#225;rbol de vida para quienes la consiguen,</div><div class="q">los que la mantienen son felices.#11,30 (ver Gn 2,9; 3,22; Ap 2,7).</div><div class="q"> 19El Se&#241;or fund&#243; la tierra con sabidur&#237;a,</div><div class="q">fij&#243; los cielos con inteligencia;</div><div class="q"> 20por su saber las aguas abismales se separan</div><div class="q">y las nubes gotean roc&#237;o.#8,22-31; Sal 136,5-6.</div><div class="s1">Virtudes sapienciales</div><div class="q"> 21Hijo m&#237;o, mant&#233;n la discreci&#243;n y el buen juicio</div><div class="q">y jam&#225;s los pierdas de vista,</div><div class="q"> 22pues ser&#225;n fuente de vida para ti</div><div class="q">y te adornar&#225;n como un collar.</div><div class="q"> 23As&#237; caminar&#225;s tranquilo</div><div class="q">y tus pies no tropezar&#225;n.</div><div class="q"> 24Cuando te acuestes no tendr&#225;s miedo</div><div class="q">y, acostado, tendr&#225;s dulces sue&#241;os.#4,12; 6,22; Sal 3,5; 91,12.</div><div class="q"> 25No temer&#225;s el terror imprevisto</div><div class="q">ni la ruina que sobreviene a los malvados,</div><div class="q"> 26porque el Se&#241;or estar&#225; a tu lado</div><div class="q">y pondr&#225; tus pies a salvo de las trampas.</div><div class="q"> 27No niegues un favor a quien lo necesita,</div><div class="q">si est&#225; en tu mano el concederlo.#Mt 5,42.</div><div class="q"> 28Si ahora tienes, no digas a tu pr&#243;jimo:</div><div class="q">&#171;Vete y vuelve, ma&#241;ana te dar&#233;&#187;.</div><div class="q"> 29No planees da&#241;os contra tu pr&#243;jimo</div><div class="q">mientras vive confiado junto a ti.</div><div class="q"> 30No pleitees contra cualquiera sin motivo,</div><div class="q">si no te ha hecho ning&#250;n da&#241;o.</div><div class="q"> 31No envidies a la persona violenta,</div><div class="q">ni trates de imitar su proceder; #Sal 37,1.</div><div class="q"> 32porque el Se&#241;or aborrece al desalmado</div><div class="q">y brinda su confianza a los honrados.</div><div class="q"> 33El Se&#241;or maldice la casa del malvado</div><div class="q">y bendice el hogar de los justos;</div><div class="q"> 34se burla de los burlones</div><div class="q">y concede su favor a los humildes.#Lc 1,48-52; Stg 4,6; 1 Pe 5,5.</div><div class="q"> 35Los sabios heredan honores,</div><div class="q">los necios cargan con la deshonra.</div>
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</div>

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